La política ha dejado de ser un fenómeno importante para ser también un fenómeno banalizado… asegura Juan Cruz Ruiz, periodista y novelista español durante una entrevista que realizó con Mario Vargas Llosa para la Revista Ñ de El Clarín (http://goo.gl/fK4ap), el autor de La ciudad y los perros agrega a banalizado, entretenido, enseguida explica que la devaluación de la política se conjuga con el efecto de la “civilización del espectáculo” sobre los intelectuales, a quienes ha anestesiado y desarmado al periodismo.
Apunta Vargas Llosa “Ese desprecio que hay hacia la política es peligrosísimo. Puedes decir que anda muy mal, que hay mucha corrupción, sí, todo esto es cierto pero empezar a despreciarla es acercarse al ideal de toda sociedad autoritaria. Todos los sistemas autoritarios o totalitarios lo que quieren es que la sociedad se adocene, sea obediente, esté entregada a sus ocupaciones profesionales, técnicas y no se ocupe de la política, que la deje a los políticos, a quienes tienen el poder. Ésa es la negación y desaparición de la democracia.
“La democracia no sólo puede desaparecer por golpes de estado pretorianos, puede desaparecer también por indiferencia y desprecio a la política y a los políticos. Convertir a la política en una actividad despreciable es fantástico, es resignarse a dejar el poder en manos de los vivos, los pillos y los audaces. La creación de lo que es la democracia, que es la participación, tener unos representantes a los que puedes fiscalizar a través de la crítica, de las elecciones, o sancionarlos y premiarlos a través de tu voto se puede depravar extraordinariamente con ese desprecio a la política que hoy se está extendiendo de manera impresionante.
“Todas las encuestas dicen que hay un desprecio por la política, que la política es algo cada vez menos respetable y la verdad es que está siendo así porque atrae cada vez menos a la gente de mayor talento. Los jóvenes más brillantes generalmente no se orientan hacia la política, se orientan hacia la economía, la empresa, hacia profesiones donde pueden tener mayor éxito económico y la política va quedando en manos de gente menos talentosa, menos preparada, más mediocre y a veces también menos honesta. Es un fenómeno peligrosísimo y todo es un problema cultural básicamente, ni siquiera es un problema de tecnología”. Fin de la larga, pero consideramos, indispensable cita.
Ahora, ni modo, de vuelta la mirada a la aldea, a sus cruceros llenos de publicidad, lonas de José Luis Novales Arellano presumiendo que Aguascalientes une y usando los logos de todos los partidos intenta proyectarse como el candidato idóneo para encabezar una alianza en pos de la alcaldía capital, pero con un mensaje suficientemente vago como para que no se piense que es pre campaña; igual el del “cumplidor” Rubén Camarillo Ortega, como de lo que se trata es de que no sea evidente que pidan votos para no ser considerado como acto de campaña, entre más impreciso el mensaje, mejor, por eso vemos en las bardas los “Me gusta Toño” de Antonio Martín del Campo y, viene lo peor, ya comienzan a aparecer los anuncios de los legisladores priístas, que con el pretexto de que van a realizar su informe de actividades legislativas, aprovechan para promocionar su imagen, no importa dónde sea, el chiste es salir bien sonriente, como la diputada Citlalli Rodríguez.
Ése es el problema de la vaguísima interpretación de la ley. Y de ahí se agarran todos. Inevitable entonces las comparaciones, mientras el resto de los suspirantes de Acción Nacional tiran rostro en cada esquina, las reuniones de apoyo de Felipe de Jesús González Ramírez parecen no sólo cosa menor, sino más efectivas, ahí tiene la comida del fin de semana en que Antonio Arámbula y Ricardo Magdaleno respaldaron públicamente ya, las pretensiones de González Ramírez. Lo que veremos entonces será qué funciona mejor, si los spots o la talacha, eso se resolverá cuando se publiquen los resultados de la encuesta con que los panistas decidirán a quién postular.
Eso en cuanto a los anuncios, pero la banalidad en los políticos campea por todos lados, sobre todo, también tristemente, cuando tratan a toda costa de caer parados, o mejor dicho, de saltar a un puesto. Ahí tiene al súper comisionado del Partido del Trabajo, Adán Pedroza Esparza que semana a semana emplea el espacio de la rueda de prensa de su partido para promocionarse, la más reciente, la presunción de que mantiene intensas reuniones de trabajo con el titular del Instituto de Vivienda del estado, Juan Carlos Rodríguez; bueno, pues ya sabe quién es el gallo del comisionado petista para la alcaldía capital. Mucho le ha de poder que en las reuniones donde se decide la posible alianza para el 2013 no se le invite, al menos no lo hemos visto cuando se juntan a platicar los del PT con los de Movimiento Ciudadano, no ha de ser del gusto de Oswaldo Rodríguez; pero de los desmanes de Adán Pedroza, sólo podemos culpar a Héctor Quiroz y Jesús Rangel, quienes ocupados en tareas, suponemos, más productivas, le dejan el micrófono.
Cada vez son más los que piensan que por motivos de salud Javier Aguilera García no volverá a la Jefatura de Gabinete; sí, no es oficial que se ha ido, pero lo que se ve no se juzga y en esa coyuntura el grupo cercano al funcionario se ha visto hostigado, baste recordar que la semana pasada los diputados del PAN exigieron (con el muy velado aval de los del PRI) la destitución de Miguel Ángel Nájera Herrera. De este modo y ya con algunos pasos en la azotea María de los Ángeles Aguilera Ramírez, secretaria general de Gobierno, entró nuevamente a escena. Piense mal y acertará: lo que pide para irse sin barullo, nos dicen, es una notaría pública, tradicional jubilación política en Aguascalientes.
Siempre se valdrá la pregunta, ¿y Jorge Varona Rodríguez?, quizá es tiempo de saltar al primer plano y asumir las consecuencias de saberle al tejemaneje político. Sí, es cierto que no hay funcionario que no se queje del (mal) trato que reciben de Varona Rodríguez, que porque tiene muy malos modos, pero si los funcionarios a los que les habla golpeado se lo merecen, ¿para qué tanto eufemismo?
Noticias del imperio. Arrancó un nuevo sexenio federal y con ello el Comité Ejecutivo Nacional del PRI se quedó sin dirigente. Con Pedro Joaquín Coldwell presto en la Secretaría de Energía para abrir Pemex a la iniciativa privada, el nombre de Ivonne Ortega Pacheco, ex gobernadora de Yucatán, comienza a revolotear fuerte en la cúpula del partido. Si la candidatura continúa creciendo, la realidad política de Aguascalientes daría un giro considerable, toda vez que se dice, Ortega Pacheco y Lorena Martínez emparentan en perspectiva. No hay que olvidar que Peña Nieto podrá desahogar sus compromisos con los gobernadores de una manera bastante sencilla, pues parece que Felipe Calderón dejó reservas considerables. Por lo pronto, todo indica que la ex gobernadora se quedará con la secretaría del CEN del PRI y, carambola, una demostración más de lo fuerte que son los lazos que mantiene la alcaldesa de Aguascalientes fuera de la entidad, que bien visto, sirve como respuesta a quienes se preguntan por qué ha estado tan tranquila Lorena Martínez a lo largo de todo este proceso de selección de candidatos.
La del estribo. Ahora que uno de nuestros reporteros anduvo por la FIL Guadalajara, no pudo evitar escuchar que a Conaculta llegaría César Camacho Quiroz, ¿será?, estuvo cercano a Enrique Peña Nieto, en un cargo más bien de segundo nivel, encabezaba el Consejo Editorial de la Administración del actual presidente. Si en las próximas horas deciden que sustituya a Pedro Joaquín Coldwell al frente del PRI, eso mantendría un rayito de esperanza para el grupo de Otto Granados Roldán, a quien no se le hizo, como muchos rumoraban, la Secretaría de Educación Pública.