El espectáculo que nunca termina: Keith Emerson / El banquete de los pordioseros - LJA Aguascalientes
23/11/2024

“Bienvenidos amigos míos al espectáculo que nunca termina, damas y caballeros, Emerson, Lake & Palmer”, este es el nombre de la segunda grabación en concierto del grupo de rock progresivo inglés Emerson, Lake & Palmer que apareció en 1974, esta gira la realizaron después del lanzamiento del disco Brain Salad Surgery, cuarta producción en estudio del trío que apareció en 1973 y me parece un buen pretexto para iniciar el banquete de hoy en donde me gustaría recordar al tecladista, pianista -que no es lo mismo- y compositor Keith Emerson con el fin de recordarlo en su tercer aniversario luctuoso, él falleció el 11 de marzo de 2016 en su casa de Santa Mónica en el condado de Los Angeles, California.

Siempre he pensado que Keith Emerson es el mejor tecladista en la historia del rock, sus dedos digitan de manera virtuosa el teclado, ya sea del modular Moog, del órgano Hammond, del sintetizador y por supuesto, del piano, evidentemente esto no es más que una apreciación personal, siempre habrá quien diga que el mejor es Rick Wakeman y sin duda tendrán justificadas razones para tal afirmación, pero sin el ánimo de justificar mi preferencia por Keith Emerson, diré que él cuenta con una visión musical mucho más amplia, sería injusto considerar a Keith Emerson como un tecladista de rock, incluso si se le señala como el mejor, las perspectivas musicales de Emerson son mucho más amplias, su trabajo realizado en la música de concierto es de primer nivel, su concierto para piano es una obra maestra de la música contemporánea, es un trabajo concertante diseñado en función de las más ortodoxas reglas de la música de concierto, una obra estructurada en tres movimientos con un movimiento lento en medio de dos rápidos de acuerdo a los esquemas propuestos por el clasicismo y el romanticismo musical, incluso desde el barroco. El concierto lo estrenó y lo grabó él mismo en el instrumento solista con la Orquesta Filarmónica de Londres y la dirección del maestro John Mayer.

Keith Emerson surgió en la escena británica del rock tocando con The Nice y muy poco tiempo después se unió al bajista, cantante y eventualmente guitarrista Greg Lake quien había participado en los dos primeros discos de King Crimson, In the court of the Crimson King y el segundo, In the wake of Poseidon y con el baterista Carl Palmer que había tocado con Atomic Rooster, los tres juntos, Emerson, Lake & Palmer crean una de las mejores y más impresionantes expresiones del rock progresivo, grabaron discos como el primero que es homónimo, la obra maestra que es Tarkus, Trilogy, Brain salad surgery, los dos volúmenes de Works, Love beach, que parecía el más débil pero que finalmente nos dimos cuenta que tiene cosas muy interesantes, Black Moon en donde Keith Emerson hace una soberbia versión para trío de rock de un fragmento de la suite para ballet Romeo y Julieta de Sergei Prokofiev. La discografía oficial de Emerson, Lake & Palmer se cierra con In the hot seat, todo esto sin contar las grabaciones en vivo como es Pictures at an exhibition de noviembre de 1971 y es el primer registro en vivo del trío inglés de por lo menos una docena de grabaciones en concierto.

Como solista Keith Emerson ha trabajado en algunas bandas sonoras como Inferno para la película de Dario Argento, para quien esto escribe la mejor, y otras como Nighthawks protagonizada por Sylvester Stallone y tiene algunos otros buenos discos pero ninguno de ellos puede competir con lo que hizo, primero con The NIce y después con Emerson, Lake & Palmer.

Keith Emerson es uno de los principales, quizás el principal, en utilizar el sintetizador creador por Robert Moog, una enorme consola en la que se hizo especialista y uno de los principales promotores. Esa gigantesca consola era parte del espectáculo que ofrecía Keith Emerson en cada uno de sus conciertos, pero todo justificado y puesto sobre una ejecución virtuosa de la música. Lo más importante y sobre todas las cosas es dar un trato digno a su majestad la música, sobre esta base inamovible e incorruptible, se puede hacer cualquier cosa, Keith Emerson solía jugar libremente con los diferentes teclados, un arsenal, por cierto, asesina su órgano Hammond, uno que por supuesto usa con ese fin, para ser acuchillado en cada uno de sus conciertos. Una plataforma lo hace girar suspendido en el aire mientras toca su grand piano, generalmente un Steinway & sons en el que hacía las más grandiosas improvisaciones.

Keith Emerson murió el 11 de marzo de 2016 a los 71 años de edad, no soportó la idea de no poder volver a tocar el piano, un problema con un nervio en su mano derecha le provocó parálisis de los dedos, se trata de un problema degenerativo e irreversible, de hecho la mano izquierda ya empezaba a afectarse, me imagino que esta situación, sin pretender justificar el suicidio, le resultó simplemente insoportable , ya no podría volver a tocar y arrancar del piano esos sonidos virtuosos a los que nos tenía acostumbrados.

Imposible señalar y menos intentar imponer como verdad absoluta quién es el mejor tecladista en el rock, para mí, después de Keith Emerson están en el mismo nivel Rick Wakeman y Jon Lord, y más allá de apreciaciones y gustos personales, recordemos lo que en alguna ocasión dijo Wakeman de Keith Emerson, excelentes amigos por cierto, dijo que tenía “dos manos derechas”, y bueno, pienso que la opinión del tecladista de Yes tiene peso, eso creo.

 



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