- Nos quitaron los cajones para discapacitados y los lugares están acaparados, señalan vecinos
- Las banquetas ampliadas para los peatones están ocupadas por los puestos
La inversión que realizó Gobierno municipal para la remodelación de la zona central del barrio de La Purísima, comprende la continuación de la ciclovía de Alameda, la amplitud de las banquetas y planchas principales, incluida la del templo, la pintura y la definición de las zonas peatonales y de circulación de bicicletas, así como la incorporación de algunos arbotantes para el embellecimiento de la zona, los cuales no son utilizados de la mejor manera, ya que con el cambio simplemente no se notan.
Foto: Gilberto Barrón
Los datos sobre la inversión de esta remodelación no han sido publicados en la página de Internet de Gobierno municipal de esta capital, los cuales se consultaron en los contratos de obra pública que el Municipio adquirió.
Al caminar por la zona que ha sido remodelada en el barrio de La Purísima, nos dimos cuenta que en la nueva plancha que se le hizo al templo está el mismo puesto de elotes y chascas, y las tradicionales nieves del Popo. Estos comercios antes se encontraban en la calle, pero debido a la reducción de la vía, ahora se encuentran sobre la plancha que fue ampliada para los peatones que caminan por ahí o para los que asisten a la iglesia.
En la esquina de Alameda y Ezequiel A. Chávez, afuera de la dulcería La Chatita, se encuentra un puesto de Cañas, el cual ocupa la nueva ampliación.
Afuera del Mercado Reforma, que se encuentra entre la calle Ezequiel A. Chávez y Poder Legislativo, también se amplió la banqueta, la cual está atiborrada de negocios, entre ellos están los de juguetes, adornos navideños, bisutería, tacos, verduras y un puesto de frutas que ocupa la ciclovía sin la menor preocupación.
La reducida esquina de Hornedo y Juan de Montoro, afuera del Bar Alameda, la abarca un puesto de frutas. En este lugar los peatones tienen que bajarse de la banqueta para evadir este carro de mano; al propietario del mismo, poco le importa estorbar.
En el jardín de Juan de Montoro se encuentran estacionados unos seis vehículos, de los cuales, uno está sobre la ciclovía y los agentes de tránsito, ausentes.
En este lugar, tuve la suerte de que me abordara Pedro Armando Tovar Avalos, ingeniero, perito en tránsito terrestre y habitante del barrio de La Purísima desde hace 30 años, quien señaló: “en esta zona teníamos cajones de estacionamiento para discapacitados, y nos los quitaron”. Mencionó que todo el día están parados esos vehículos, los cuales aseguró que son de los locatarios de la zona; además sostuvo que no existe una sola autoridad que intervenga o sancione a las personas por el acaparamiento de los lugares para estacionarse.
Por último señaló que la circulación de las bicicletas es casi nula, lo cual demuestra que la inversión, que debió de ser alta, no cumplió con el objetivo que se trazó, y contrario a la modernidad y al respeto por el peatón, auguró que los accidentes se incrementarán.