Hay muchas personas que tienen la costumbre de calentar su vehículo algunos minutos antes de iniciar sus trayectos, particularmente en las mañanas, porque tienen la idea de que eso ayuda a conservar el motor. ¿Esto es cierto? Es falso, lo fue cuando los automotores suministraban el combustible a través de algo que se llamaba carburador (algunos recordarán que había que bombear, al menos tres veces con el acelerador del coche, antes de hacer ignición con la llave). Sin embargo, los motores actuales ya no requieren que eso se haga. Esto se debe a que la tecnología de inyección electrónica da a los cilindros la mezcla exacta de aire y combustible para generar la combustión y con ello el encendido del motor. Los automóviles que funcionaban con carburadores no tenían éste importante sensor, por lo tanto, si la gasolina estaba fría el automóvil no encendía. Además, hacer esto genera antes que un bien un daño, pues, de acuerdo con Stephen Ciatti “poner en marcha el motor de tu automóvil y dejarlo andando para calentarlo antes de manejar, no sólo hace que gastes más combustible, sino también está despojando de aceite a componentes críticos como los cilindros y los pistones” (https://bit.ly/2SFEDmS). Así que no es necesario encender el motor de su auto y dejarlo funcionando, a veces hasta por 10 minutos, porque al hacerlo lo está dañando, y además está produciendo CO2, gas que genera el efecto invernadero y es el principal agente químico que provoca el calentamiento global.
Otra forma de calentar innecesariamente el automóvil, y con ello contribuir al calentamiento global, es cuando se enciende el aire acondicionado, pues éste funciona con un motor independiente, que trabaja también con combustible, de manera que se ponen a trabajar dos motores simultáneamente y con ello duplicando la generación de una mayor cantidad de CO2.
Ambas acciones podríamos considerarlas normales, legales y morales pues parten de ciertas normas y costumbres que se aprenden y adoptan por seguridad y comodidad personal; no obstante, cuando nos damos cuenta que con ellas generamos un daño ambiental, se convierten en conductas insensatas. La insensatez la define la RAE como la “falta de buen juicio, prudencia y madurez antes de actuar”. Es un hecho que el aire acondicionado de los vehículos brinda confort a los tripulantes, y esto es bueno para ellos, pero no para el medio ambiente, de manera que si nos informamos o nos explican que con las prácticas de calentar el vehículo y usar el aire acondicionado generamos un daño, deberíamos dejar de hacer lo primero y evitar o disminuir lo segundo, ¡claro! Si se tiene buen juicio, se es prudente y maduro; no hacerlo se convierte en un acto grosero e inmoral.
La manera más grosera e inmoral de contaminar el aire es cuando se mantiene el vehículo encendido mientras se espera a los niños afuera de una escuela. ¿Por qué grosera? Porque muchos, de verdad, muchos padres de familia quieren dejar y recoger a sus hijos en la puerta de la escuela montados en sus autos, y lo hacen estacionándose en doble fila con el motor encendido, obstruyendo el paso a otros vehículos, faltándole con esto al respeto a otros conductores; inmoral, porque al hacer esto provocan con esta acción un incremento de calor y el aumento de generación de CO2 entorno a la zona escolar, contaminando el aire que los niños respiran durante el día. El peor caso es cuando, mientras se espera a los niños, están estacionados alrededor de la escuela encerrados en su auto con la calefacción encendida. El punto es que su bienestar lo pagamos muy caro todos, pues respiramos el aire contaminando que estas personas producen irracional e insensatamente.
Es insensato porque el índice de mortalidad a nivel mundial, producto de respirar aire contaminado, va en aumento y todos sabemos que el CO2 producido con la quema de combustibles fósiles, en este caso la gasolina, es también el principal responsable del calentamiento global. Hagámonos responsables de la gasolina que quemamos y en la medida de lo posible disminuyámosla.
Algunos vehículos de ciertas marcas han adoptado recientemente una tecnología conocida como start/stop, que interrumpe el funcionamiento del motor cuando se deja de oprimir el acelerador por algunos segundos y éste vuelve a funcionar en cuanto se pise nuevamente el pedal de aceleración, lo que genera un importante ahorro de gasolina y con ello de producción de CO2. Y qué decir de los coches híbridos que combinan sistemas de combustión con pilas eléctricas. Éstos son pequeños avances que va consiguiendo la industria automotriz para paliar los problemas de contaminación atmosférica y del calentamiento global. Lo malo es que esta tecnología se está introduciendo lentamente y de manera tardía. ¿Por qué no lo habían hecho antes? Si piensa comprar un auto, exija al distribuidor uno con estas características.
Invito a los lectores a que, frente al gran reto que tenemos todos de disminuir el calentamiento global, se informen y pongan mayor atención en las cosas que hacen cotidianamente y que queriéndolo o no, sabiéndolo o no, producen olas de calor, que si juntamos se convierten en un tsunami. Todos podemos poner de nuestra parte, de lo contrario comenzaremos a chamuscarnos antes de que nos demos cuenta.
