El tiempo que viví solo en la Ciudad de México como reportero del diario Reforma fue la etapa en la que más aprecie y valoré la radio que privilegia la palabra inteligente y el diálogo propositivo, a la música. De esos años recuerdo un programa nocturno de Tito Vasconcelos en Radio Educación y otro de Tomás Mojarro, el Valedor. A ambos los busqué personalmente para agradecerles esas horas de amena conversación con su público pues eso nos enriquece, alimenta y nos hace mejores personas.
Aclaro que no es que desprecie la música, sino que valoro a la radio que además de esa expresión artística nos regala el intercambio de ideas.
Por eso, me parece más que acertado que en la radio comercial nos encontremos con proyectos como el programa “Los Niños X” que conduce mi amiga la comunicóloga Marcela Gutiérrez en la emisora Stereorey en el cuadrante 100.9 de Frecuencia Modulada, perteneciente a la empresa Radio Universal.
A Marcela Gutiérrez la conozco desde que éramos compañeros de aula en la licenciatura en Medios Masivos de Comunicación en la Universidad Autónoma de Aguascalientes a mediados de 1988, desde entonces se ha dedicado a la radio y televisión, es más desde antes, pues a los quince años de edad ya colaboraba en un programa en el programa de revista Estilo, en la entonces Radio y Televisión de Aguascalientes.
Desde entonces, como locutora ha estado en varias emisoras, en tanto que en su ánimo de conocer más, estudio una licenciatura en Derecho en una universidad privada, es decir que no es una improvisada.
Es tal vez por eso que de ella surgió la idea de crear un programa en el que se compartieran los tiempos del diálogo con la música para hacer hablar a los protagonistas de la Generación X, un reto enorme dentro de una emisora comercial que tiene sus criterios y prioridades con el mantenimiento y crecimiento de audiencias.
Aquí cabe la reflexión de que la radio comercial tiene el gran desafío de aportar buenos contenidos y entretener, es decir, aportar a la colectividad, contribuir a nuestro sentido de identidad, propiciar el diálogo, el intercambio de ideas y la comunicación del público sin dejar de ser entretenida, por eso este programa es un equilibrado acierto.
A estas alturas de la columna algunos lectores tal vez ya estarán levantando una ceja extrañados por lo que expreso. Me explico de manera sencilla: no tiene por qué causarle modificaciones digestivas o fobias la radio comercial a un escucha de radio cultural, si se da a la tarea de comprender el doble reto de alguien que quiere hacer un programa con contenidos inteligentes en una estación privada sin perder la intención de entretener. Al contrario, es un reto plausible pues en la emisora cultural de entrada el micrófono ya está dado para esos contenidos que llaman a la reflexión y en la radio comercial por tradición o inercia, sencillamente no.
El programa “Los Niños X” surge como una propuesta de diálogo ameno de un invitado con la locutora y la participación de la audiencia para conversar sobre la vida cotidiana de los miembros de la Generación X durante su infancia y juventud, invocando a la memoria para comprender a nuestro pasado y de alguna manera darle una lectura diferente a nuestro presente, en tanto que se alterna con bloques musicales de temas clásicos o denominados del hit parade en inglés de las décadas del sesenta a la primera del siglo XXI en géneros como Rock, Soft rock, New wave, Punk, Pop, Grunge, Disco, Rhythm and blues, House, Techno y Folk, entre otras.
Recordemos que la Generación X la conformamos personas nacidas entre los años 1965 a 1979, siendo hijos regularmente de los miembros de la generación Baby boomer, es decir los niños de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, nacidos entre 1946 y 1964 aproximadamente.
Más allá del estereotipo general que se le da a la Generación X también denominada “Generación de la apatía” o también “Generación perdida” a causa de su rechazo inmóvil, rebeldía conformista, repudio al patriotismo, religión e incluso a la familia, estos jóvenes que lo fueron sobre todo en la década de los noventa (en mi caso como el de otro tanto de jóvenes de esa generación fue diferente pues nos marcó un compromiso ideológico), finalmente los une un pasado común y dialogarlo nos enriquece, por eso felicito a Marcela Gutiérrez por esta iniciativa.
En el programa “Los Niños X” han participado como invitados personalidades locales como la comunicóloga Flor de María Valdivia Martínez, el fotógrafo Sergio Rosales Medina, el músico Sergio Vallín, los periodistas Luis Antonio Salazar y Carlos Merino, el artista plástico Aníbal Reyes, el torero Christian Ortega, la profesora Adriana Esparza, el economista Alfonso Acuña, el sociólogo Víctor Solís y el ex alcalde Ricardo Magdaleno entre otro más.
En tanto se desarrolla el programa con música y entrevista, los radioescuchas se comunican a través del teléfono, WhatsApp e inbox de Facebook aportando comentarios con lo que surge una conversación indirecta con ellos. En esa dinámica se memora el pasado de una generación en Aguascalientes que es una buena manera de recordarnos quiénes somos.
Esa es precisamente la importancia de programas como “Los Niños X” al propiciar el reencuentro dialogado con nuestra identidad cotidiana, al evocar los lugares, las anécdotas de lo que hacíamos, nos permite acercarnos a nosotros mismos como sociedad sin perder de vista de que se trata de un programa de una emisora comercial que busca entretener y divertir, es decir, con un ambiente ameno y dinámico. Por eso recomiendo escuchar a este programa conducido por Marcela Gutiérrez que nos puede llevar luego a reflexionar sobre la ciudad a la que pertenecemos, a nuestra generación y cómo nos relacionamos con las otras generaciones.
Refill: El jueves por la noche participé en Guadalajara en un evento denominado “Knockout Poético” organizado por el Colectivo Chadabra que coordinan los escritores Sofía Cham y David Meneses. Esta actividad es un informal y divertido concurso en el que los poetas participantes se confrontan a través de su obra leyendo textos en público como una competencia pugilística, me divertí bastante y aplaudo esta iniciativa para fomentar la lectura.
Espero poder organizar un “Knockout Poético” pronto en Aguascalientes, porque más que una competencia es una fiesta en la que se lee poesía y se invita a apreciar a este género literario.