- El programa Pueblos Mágicos quedó suspendido y con ello las esperanzas de Rincón de ser un Pueblo con Encanto
- Rincón ejercerá un millón de pesos menos que en 2018
Con la suspensión de recursos para el Programa Pueblos Mágicos en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019, Rincón de Romos renunciará a la posibilidad de obtener la declaratoria para convertirse en un Pueblo con Encanto, según el alcalde Javier Rivera Luévano.
Según Rivera Luévano, la propuesta de egresos para 2019 que fue presentada al Congreso del Estado por el municipio de Rincón de Romos resulta muy conservadora, pues se solicitó un millón y medio menos que en el ejercicio fiscal de 2018 cuando se solicitaron 204 millones de pesos, si bien no hay preocupación por la “buena recaudación” que se espera.
Como lo mencionó el presidente municipal, si bien no hay inestabilidad por los recursos solicitados, tampoco hay seguridad respecto a particiones federales, lo cual tiene en alerta a su administración que desde que comenzó ha mantenido un esquema de austeridad.
Con un millón de pesos menos en el presupuesto, detalló Javier Rivera, se va a disminuir el apoyo a personas vulnerables, pues siempre son las mismas persona la que se ven beneficiadas con este apoyo extraordinario, también se disminuirá la promoción y los salarios con la contratación de menos trabajadores que será resuelta con la capacitación de quienes se queden “Hoy somos menos pero más capacitados”.
Rincón, lamentó el alcalde, aspiraba a ser un Pueblo con Encanto dentro del Programa Pueblos Mágicos, sin embargo, este se dejó sin dinero en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 por lo que se realizarán esfuerzos para que el municipio resulte atractivamente turístico, “Lo vamos a seguir buscando aún aunque no estemos dentro de ningún programa de Pueblos Mágicos nosotros vamos a seguir impulsando a nuestro municipio”.
Los Pueblos con Encanto eran localidades reconocidas a través del Programa Pueblos Mágicos de la anterior Administración Federal por resultar “pintorescos” y conservar sus tradiciones, que si bien, no llegan a un rango de Pueblo Mágico, se hacían merecedores de un apoyo económico extraordinario.