En colaboración con Alexis Sánchez Marmolejo, Estudiante de Filosofía en la UAA, 8º semestre
La preocupación por el daño antropogénico a los bienes naturales fue uno de los tópicos principales en el año que concluye. Muestra de ello es que diversas asociaciones y gobiernos alrededor del mundo, angustiados por el deterioro que los seres humanos estamos causando en los ecosistemas, promovieron acciones que esperan contribuyan a frenar los impactos negativos que nuestra especie causa en el mundo natural. Lo más urgente es dar a conocer cuáles son las que más están dañando los ecosistemas y despertar el interés de poner, cada quien, su granito de arena y contribuir con ello en la disminución y mitigación de los graves problemas que generamos, muchos de estos producto de la inconsciencia que se tiene de los mismos. Así que revisemos someramente algunos de ellos.
Sin duda alguna, el más preocupante es el cambio climático, mismo que es cada vez más evidente a pesar del escepticismo que sobre éste muestren algunos políticos y empresarios, pues lo que hace algunos años eran sólo pronósticos, se ha empezado a experimentar realmente. El derretimiento de la masa de hielo en los polos, que a su vez provocó el aumento del nivel del mar (se calcula que aumenta tres milímetros cada año), lo que produjo en el 2018 inundaciones y serias amenazas a los litorales costeros, además distintos fenómenos meteorológicos como sequías, incendios, muerte de especies animales y vegetales, fueron más intensos.
La contaminación atmosférica es otro de los focos rojos, ya que de acuerdo con el Reporte del Estado del Aire Global (www.stateofglobalair), más del 95% de la población mundial respira aire insano y esto contribuye a que mueran por esta causa cerca de 6.1 millones de personas al año. Una de las causas principales que originan este tipo de contaminación es el constante incremento del parque vehicular y el uso indiscriminado que se hace de los automotores. Una clara muestra de este problema en nuestro país se observa en la Ciudad de México, donde desde hace ya casi tres década se propuso disminuir el uso del vehículo por medio del programa “hoy no circula”, pero éste no consiguió su objetivo debido a que, todos cuantos pudieron se compraron un auto para usarlo el día que su auto cotidiano no circulaba, lo malo fue, y sigue siendo, que éste no se guardó y se usa sólo un día a la semana, sino que ambos circulan 6 días, provocando con ello el aumento en el parque vehicular y, por lo tanto, en la emisión de más contaminantes. Así es que, si se quiere una solución, se necesitará de la cooperación de todos, para ello, hacer de lado el egoísmo y la comodidad individual para conseguir un bien social. Y claro que la mejor solución será ofrecer un transporte público de calidad, pues el aumento en el parque vehicular no es privativo de la ciudad de México, sino en todo el país, no se diga en nuestra ciudad.
Otro de los graves problemas puestos al descubierto en el 2018 es la deforestación, hecho que ha causado mucha indignación, ya que además de estar acabando con pulmones importantes de la Tierra, específicamente en el Amazonas, se pone en riesgo la vida de muchos animales en distintas partes del mundo (recordemos el video que se hizo viral en redes sociales del orangután que defiende su árbol en un la localidad de Borneo), simplemente por querer satisfacer los paladares de algunas personas (en el caso referido aceite de coco para producir chocolate). En 2017 se perdieron 15.8 hectáreas de bosque tropical ¿cuántas serán este año y en los próximos si decidimos quedarnos de brazos cruzados?
No está demás recordar que uno de los recursos peor cuidado es el agua. En Aguascalientes somos afortunados de contar con este servicio básico, lo que puedes hacer que seas indiferente al tema de su contaminación y agotamiento. Sin embargo, la escasez de agua es una realidad (casi 770 millones de personas en el mundo viven sin acceso al agua potable), este líquido vital para nuestra existencia se está agotando, y será algo por lo que suframos y posiblemente termine con nosotros (la Unesco estima que un total de 1,400 millones de personas -el 42% de la Población Económicamente Activa a nivel mundial- dependen en gran medida del agua para realizar sus actividades, mientras que 1,200 millones más son moderadamente dependientes de este recurso). Y puedes decir que no serás testigo de eso, pero las generaciones futuras sí que lo experimentarán, y se preguntarán qué pasaba por la mente de sus antepasados para no tomar las medidas necesarias y mantener a salvo su hogar.
La extinción de animales por la caza y pesca ilegal, por mera diversión y deseo, está acabando con numerosas especies de animales: Elefantes, gorilas, leopardos, rinocerontes, tigres, tortugas, orangutanes, vaquitas marinas, están desapareciendo, y no sólo eso, sino que la crueldad humana hace de la existencia de muchos animales una absoluto infierno (desde los animales domésticos hasta los salvajes, son víctimas de abusos). ¿Por qué? ¿Cómo podemos terminar con esto? ¿Cómo lograr vivir en armonía entre todas las especies que comparten el mismo fin que nosotros: seguir existiendo? Son cuestiones que cada vez más personas se están haciendo y que afortunadamente no se detienen ahí, sino que actúan, buscan maneras de retribuir a la Madre Tierra parte de lo que le hemos arrebatado.
Es por esto que en este 2019 te invito a que replantees tu lugar en el mundo, dejando de lado la concepción de dominante y abriendo paso a una nueva, donde te sientas parte de todo. Pequeños cambios hacen la diferencia. Información sobre cómo hacerlo hay mucha, solamente es cuestión de voluntad. Pensar y actuar es lo que necesitamos para generar el cambio.
Aprovechamos la oportunidad para desear a todos los lectores un Feliz y próspero 2019, y les solicitamos incluir en sus propósitos acciones a favor del medio ambiente.
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