- A pesar de ser un producto prohibido y tan perjudicial como el cigarro convencional
- Son indetectables por los padres al parecer un dispositivo USB
Inti Barrientos Gutiérrez, del Instituto Nacional de Salud Pública, advirtió sobre el aumento en la popularidad de los cigarros electrónicos o vaporizadores entre los adolescentes, los cuales son tan perjudiciales para la salud como los convencionales, pero más discretos para que los padres no los detecten.
Al ser un producto que se muestra en redes sociales como un producto muy positivo, pues hay videos de adolescentes haciendo trucos con estos aparatos, lo cual los hacen más atractivos para este sector de la población, pues se parece a una memoria USB que escapan a los filtros tradicionales de un padre, pues no huele, como el cigarro común, además de que el olor no es persistente ni desagradable, pues hay de diferentes sabores, inclusive frutales.
Otra situación es que, a pesar de que la venta de los cigarrillos electrónicos no es legal, se consiguen fácilmente a través de la internet, por ello la organización Códice busca que las autoridades regulen la venta de estos productos y que el sistema educativo brinde la información necesaria a los padres de familia y adolescentes sobre los peligros que representan.
En un estudio que se realizó en 60 escuelas y más de diez mil estudiantes de nivel medio básico de las ciudades de Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey, en escuelas públicas, de los cuales se retomaron en una segunda rienda seis mil 500 y se preguntó a los adolescentes su percepción respecto a fumar y al cigarro electrónico.
En la primera ronda, realizada en el 2015, alrededor de 18 por ciento de los jóvenes ya habían probado el cigarro, para el 2016 el consumo subió a casi el 40 por ciento. En cuanto al cigarro electrónico el patrón fue muy similar, pues de un diez por ciento de disparó al 30 por ciento, a pesar de que es un producto caro para jóvenes de esta edad y en teoría prohibido, lo cual se considera alarmante.
Si bien el estudio se llevó a cabo en las ciudades mencionadas, Inti Barrientos aseveró que el comportamiento puede ser similar en cualquier otra ciudad de la República, hablando del sector urbano.
Barrientos Gutiérrez aseveró que el cigarro convencional se vuelve cada vez más fuerte en México, ya que actualmente casi un millón de mexicanos ya consumen el cigarro electrónico, lo cual es una puerta de entrada a una nueva ola de adictos a la nicotina; pues si el cigarro común ya está conceptualizado como un producto dañino, el discurso alrededor del electrónico hace que sea más fácil que los jóvenes los prueben, pues no se percibe fácilmente el riesgo, “además no está canibalizando el mercado del cigarro convencional, sino que lo hace más grande mercado del consumo de nicotina”.
Recalcó que ambos productos son dañinos, pues el cigarro electrónico aparentemente tiene menos sustancias tóxicas que el convencional, sin embargo, en ambos casos existe riesgos para el sistema respiratorio, más si se combina de uno a otro producto o se hace un uso dual.