El festejo ayer de Santa Cecilia, patrona de los músicos, la publicación el 22 de noviembre de 1968 del White Album de los Beatles y el 27 aniversario luctuoso de Freddie Mercury mañana sábado 24 de noviembre, de moda en estas semanas por el reciente estreno de una película que intenta ser biográfica llamada Bohemian Rhapsody, me hicieron pensar qué hacer para el Banquete de hoy, decidí quedarme con el Álbum Blanco de The Beatles por ser el cincuentenario de su publicación, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar a todos los músicos que ayer festejaron su día, mi saludo, reconocimiento y admiración no aplica para los que hacen banda, reggaetón o lugares circunvecinos, perdón, pero eso no es música, es bazofia y su hedor resulta insoportable, es ofensivo y denigrante, así que para todos los que sí son músicos, mi agradecimiento por honrar a su majestad la música, el arte dionisíaco por excelencia.
Bien, pues aclarado lo anterior, vamos a lo que nos ocupa, los Beatles publicaron su décima producción en estudio el 22 de noviembre de 1968, se trata de la única producción musical oficial de los Beatles que es doble, hay otros discos dobles, pero son recopilaciones, por ejemplo, los célebres álbumes rojo y azul, el de Love songs, el de Rock & Roll, la edición de los conciertos en el Star Club de Hamburgo Alemania de 1962 que en su publicación original el acetato fue doble, después apareció en el formato de compact disco como dos discos individuales y posteriormente los dos volúmenes de Past Masters que evidentemente también es recopilación.
Algunos críticos han apuntado respecto al White Album de los Beatles que se trata de un disco de trabajo individual y no el resultado de un trabajo en equipo, esto posiblemente se debe al hecho de que es la única ocasión en donde cada uno firma sus composiciones y se rompe el convenio de la mancuerna Lennon & McCartney, excepto en una sola canción, Birthday. Se ha dicho por ejemplo que se podía casi adivinar la separación definitiva de la agrupación, la cual, por cierto, sucedió un par de años después, para ser precisos, el 10 de abril de 1970, sin embargo el Álbum Blanco me sigue sonando a The Beatles y de ninguna manera me parece el trabajo individual de alguno de los cuatro acompañado por los demás, incluso en canciones tan íntimas y personales como While my guitar gently weeps, para mi gusto, la mejor composición de George Harrison con los Beatles, sigo encontrando la más pura esencia de la identidad del cuarteto de Liverpool.
Lo que si encuentro, salvo tu mejor opinión, es la elocuente intención de cerrar un ciclo, el de la sicodelia que es evidente creo que desde Revolver de 1966 y que continúa hasta el Magical Mistery Tour de 1967 pasando, por supuesto por el inmenso Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band del mismo año, una indiscutible piedra angular en la siempre inconclusa historia del rock, no obstante con el disco de la película de Yellow Submarine publicado posteriormente al White Album, echan breve una mirada por el retrovisor a la psicodelia, aunque hay que aclarar que la película es previa al disco, la banda sonora se publicó hasta 1969.
Con el Álbum Blanco los Beatles se dedican solamente a hacer rock, así nada más, sin etiquetas ni pretensiones, no es una producción revolucionaria como lo fue el Sargento Pimienta o incluso Revolver, es solo otro disco de rock, no proponen baladas pegajosas ni garantías comerciales, se alejan de las fórmulas desgastadas, no tienen la intención de lanzar una canción como sencillo, aunque ya sabemos que cualquier canción firmada por este monstruo de cuatro cabezas, ya sea por la mancuerna de Lennon & McCartney, George Harrison o Richard Starkey, que llegara a la radio tenía el impacto garantizado, en efecto, no hay margen de error. En este disco se dieron el gusto, incluso el lujo, de hacer lo que se les viniera en gana, no tenían necesidad de convencer a nadie y menos de demostrar algo, todo estaba dicho, los Beatles eran para ese momento, hablamos de noviembre de 1968, una de las mejores cosas que le habían sucedido a la música en el siglo XX y ese hecho ya nada lo podía cambiar.
En el White Album encontramos algunas de las mejores canciones de su enorme repertorio, por ejemplo, canciones como Back in the U.S.S.R. de Paul McCartney que también colabora con Wild honey pie, Honey pie,o Martha my dear, la intensa Helter Skelter, que algunos la identifican como el antecedente del heavy metal, independientemente de la viabilidad de esta afirmación, se trata de una de las formas más crudas, rugosas y ásperas de saborear el rock, o hermosas tonadas como I will y Blackbird y nos sorprende con una curiosidad llamada Ob-la-di-ob-la-da.
El disco está lleno de canciones íntimas y muy personales como la ya citada de Harrison, While my guitar gently weeps y la deliciosa Long, long, long. Julia, Sexy Sadie, Happiness is a warm gun y I’m so tired de Lennon. Ringo Starr se hace presente con Don`t pass me by, y Good night. La experimental Revolution No.9 parece sacada de la mente de Karlheinz Stockhausen.
En fin, no es el mejor disco de los Beatles, pero el White Album es simplemente buen rock. Que el cincuenta aniversario de su publicación nos sirva de pretexto para colocarlo en el reproductor de discos y escucharlo de principio a fin