- El pintor y biólogo presenta su exposición Caminar entre dos tierras en el Centro de Artes Visuales hasta el 19 de noviembre
- Con una pintura casi documental, Alfredo Zavala utiliza especies animales y vegetales para contar historias
- “Todas las especies que pinto existen, por eso dicen que mi pintura es documental, porque sí puedes identificar que especie es, no es nada más un ave por poner un ave”, Alfredo Zavala
Alfredo Zavala González es un biólogo, dibujante y pintor independiente que hace 7 años decidió dejar su carrera para dedicarse a la pintura en la cual sin embargo usa plantas animales para generar su discurso creativo que podrá ser admirado hasta el 19 de noviembre en la Sala de Exposiciones del Centro de Artes Visuales en su exposición Caminar entre dos tierras.
Desde pequeño Alfredo Zavala mostró interés por el dibujo y la pintura, pero con el tiempo su interés se decantó por la naturaleza y las especies por lo que decidió estudiar la Licenciatura en Biología en la Universidad Nacional Autónoma de México y luego de cursar la Maestría en Biología en la misma institución para continuar con el doctorado en Ecología Marina lo cual significó el tener que mudarse a Ensenada, Baja California.
Como parte de su doctorado, el biólogo, salía al mar en embarcaciones para buscar especies marinas como lobos marinos, ballenas y cachalotes pero ante la falta de tecnologías actuales accesibles como cámaras digitales o teléfonos celulares, debía apuntar las características de estas especies en una libreta y dibujarlas.
Zavala González vivió en Ensenada a partir de entonces y como nunca había abandonado del todo el interés por la pintura, solía comprar materiales como acrílicos, brochas y lienzos que sin embargo tomó en serio apenas cuando observó a una de sus hijas de 4 años, quien tomó sus instrumentos y comenzó a pintar con una naturalidad que lo dejó sorprendido, “Siempre tuve el gusanito de pintar y había juntado a lo largo de muchos años materiales, pinturas, pinceles, telas, etcétera; me ponía frente al lienzo en el caballete y como que no, pero cuando la vi me fije que no pasaba nada”.
Fue entonces cuando el biólogo decidió inscribirse en un curso de pintura con el maestro Héctor Herrera en el Centro de Residencias e Investigaciones Artísticas de Ensenada donde estudió y trabajó por tres años al mismo tiempo que tomaba cursos en línea de manera autodidacta para mejorar su técnica.
Con estos conocimientos, empezó a recibir encargos de sus amigos, quienes sobre todo estaban relacionados con la industria marítima por lo que sus primeros trabajos estuvieron enfocados en esta temática, “Yo soy biólogo de campo entonces mucho de mi trabajo fue en zonas marinas, zonas costeras, zonas insulares. Mucho del trabajo era observacional entonces tenías que estar trabajando, pero cuando estas mucho tiempo en el campo ves muchas cosas que aquí no, entonces a la hora de que empezaba a pintar como que me salía solito”.
Hace 7 años, Alfredo Zavala abandonó su trabajo como asesor independiente en temas de biología para dedicarse de una vez por todas a la pintura, plasmando en sus obras la naturaleza que lo rodeaba como los desiertos y mares de Baja California.
Años después el ahora pintor vendió su casa de Ensenada pues junto con sus hijas y esposa se mudó a Inglaterra, país natal de esta última, por lo que ahora inspirado en su contexto comenzó a pintar especies del país europeo como flores y animales.
Sin embargo hace aproximadamente año y medio Zavala González se vio en la necesidad de regresar a México, por lo que ahora pasa medio año en Europa y medio año acá, pero como ya no tiene a donde llegar en Ensenada, regresa a casa de su padre y hermanos en Aguascalientes, aunque ellos son originarios de Michoacán, por lo que esta ciudad ha sido un descubrimiento para él.
La estadía del pintor en Aguascalientes lo obligó a buscar un espacio para continuar con su obra pues no podía seguir trabajando en la sala de su padre, así que se acercó al Centro de Artes Visuales del Instituto Cultural de Aguascalientes donde la coordinadora Pilar Ramos le prestó un espacio, “Ahora estoy en Aguascalientes y quisiera pintar el Cerro del Muerto, me gustaría conocer muchos lugares de por acá los he visto con lluvias y se ve verde, se ve diferente y está muy atractivo”.
El redescubrir México a través de Aguascalientes, ha significado una nueva etapa en la obra de Alfredo Zavala, pues sus pinturas se han tornado más coloridas y vibrantes en comparación con los colores cobrizos que prevalecían en Ensenada o los fríos de Inglaterra.
Sin embargo esta transformación no es sinónimo de olvido pues en la faceta que ha desarrollado en su estadía en Aguascalientes ha desarrollado un discurso entre elementos de sus anteriores etapas y la actual, pues en sus actuales cuadros conviven mariposas inglesas y monarcas o girasoles europeos y mexicanos, así como cactus de Baja California, “Me gusta mucho la parte mexicana, no quiero perder esas raíces y como te decía esa pintura tiene esas características”.
Es precisamente esta etapa la que el biólogo muestra en su exposición Caminar entre dos tierras que se exhibe en la Sala de Exposiciones del Centro de Artes Visuales del Instituto Cultural de Aguascalientes en la que el espectador podrá observar un cuadro fondeado por numerosas flores de cempasúchil y encabezado por dos girasoles mexicano e inglés, también un pequeño paisaje protagonizado por mariposas monarcas y una especie del país europeo, y también reminiscencias de su anterior etapa, como un cuadro de cerca de un metro y medio de anchura donde el artista pintó el Valle de los Cirios.
De la obra de Zavala González se pueden destacar varias características bien definidas como el uso del acrílico como materia prima predilecta, un estilo figurativo, figuras en colores vivos con fondos neutros que las hacen destacar pero sobre todo el uso constante de elementos de la naturaleza, “Todas las especies que pinto existen, por eso dicen que mi pintura es documental, porque sí puedes identificar que especie es, no es nada más un ave por poner un ave”.
El propio pintor explica: “Mi arte es muy figurativo, pero tiene mucha base abstracta, en el fondo soy más figurativo aunque a veces es medio abstracto. Lo que ahorita estoy viendo y está influenciado por México es el colorido, eso me está gustando mucho”.
Aunque el acceso a la información que ha significado la llegada de tecnologías como la Internet ha significado para Alfredo Zavala la ventaja de poder actualizarse respecto a las técnicas de pintura, también resulta negativo, al menos desde su punto de vista, pues ha hecho que las personas pierdan la capacidad de observación, “Yo cuando estudié la licenciatura salíamos a navegar y queríamos ver animales marinos, no había celular entonces ni internet y me acuerdo que mi maestro nos pedía ser muy observadores, por ejemplo nos enseñó a distinguir entre el soplo de un cachalote y una ballena jorobada”.
El biólogo continuó, “Ahora lo veo muy fácil gracias a los programas que hay en televisión pero el no tener acceso a tantas imágenes te obligaba a ser muy observador, nos la pasábamos pegados a los binoculares, una grabadora y cuando los veíamos teníamos que dibujar en una libreta de campo, igual con los lobos marinos era estar horas en invierno viéndolos en las rocas parir o reproduciéndose”.
La exposición Caminar entre dos tierras permanecerá hasta el 19 de noviembre y todas las obras están a la venta a excepción de una y las que ya han sido compradas, “A veces no es lo importante vender, sino dar a conocer tu trabajo y que te vayan conociendo en estos lugares”.