- Los miembros de los sistemas anticorrupción deben tener claro que no llegaron para hacer amigos sino para hacer observaciones y recomendaciones en contra de los actos de corrupción
- Es importante que la población tenga claro lo que es un acto de corrupción
Para alcanzar verdaderos resultados en el combate a la corrupción, los organismos que se han creado desde la perspectiva ciudadana, como son los sistemas estatales anticorrupción y los comités que de estos dependen, deben tener un plan de trabajo bien establecido, para que queden clarificadas las fases que deben encaminar, con el acompañamiento de la población en general, para que se permita verificar este avance en el rumbo correcto, apuntó el presidente del Comité de Participación Social del Sistema Anticorrupción del Estado de Jalisco, Jorge Alberto Alatorre Flores.
Puntualizó que en el caso del estado que representa, ya se han emitido cuatro recomendaciones hacia los entes gubernamentales, desde los órganos internos de control, además de que la Junta de Gobierno ya ha aprobado doce acuerdos encaminados a abatir el problema de corrupción y malos manejos en las administraciones públicas, por lo cual dijo que bien trabajados, los sistemas anticorrupción pueden abonar a este tema sustancialmente, “Se avanza dentro del Comité Coordinador, pero también buena parte del avance no necesita tener el concurso de todos ellos; como instancias públicas tienen agendas muy ocupadas y también tienen agendas políticas que van a restringir su capacidad de actuación”.
En plática con La Jornada Aguascalientes en los Foros Regionales de la Consulta Pública Política Anticorrupción, enfatizó que es fundamental que el Comité Coordinador avance en el diseño de una estrategia de la mano con la ciudadanía, que permita desarrollar mapas de riesgo de los procesos que se detectan con mayor susceptibilidad de corrupción; se pueden establecer un botón de denuncia y queja electrónico, que proteja el anonimato y que permita a todos los órganos del Sistema Anticorrupción, cumplir con su encomienda de canalizar las denuncias públicas que se están recibiendo, además de darles seguimiento, para que no se convierta en un buzón de quejas sobre las que nunca se actúa.
Precisó que en Jalisco está por implementarse este mecanismo de denuncia, mediante el cual cada persona tendrá un número de folio de su denuncia con el cual puede dar seguimiento a la actuación de las instancias competentes sobre el hecho; Alatorre Flores resaltó que también permitirá generar estadísticas sobre los principales lugares donde se están cometiendo actos de corrupción y de qué tipo, para con ello proponer reformas y políticas públicas que abonen a cerrar la llave en materia de corrupción, “Esas son las cosas que efectivamente pueden hacerse de momento y yo creo en Aguascalientes, espero se haya superado ya ese hiato de inactividad por los problemas internos que tuvieron, y ya pueda funcionar normalmente”.
El presidente del CPS de Jalisco puntualizó que el problema de corrupción es generalizado en el país, e incluso en el ámbito mundial, en este tenor, de lo que más adolece la población es la captura del Estado, que no tiene que ver con actos como el dar la llamada mordida al agente de tránsito para evitar la multa, sino el hecho de que el policía reciba una doble nómina, obedeciendo a intereses inconfesables; otro caso es que se están autorizando fraccionamientos sin regulación, sin servicios y sin el equipamiento necesario, a cambio de los famosos moches, que reciben los presidentes municipales u otros funcionarios en turno. “Por supuesto que duele la mordida del policía, pero ese tipo de cosas laceran la sociedad y nos ponen en riesgo”.
Alatorre Flores resaltó que si bien los órganos de control interno están configurados como parte de los entes públicos, al ser su principal función de supervisar al mismo ejercicio público, asumen una responsabilidad con la probidad redoblada frente a sus pares; pero no deben olvidar que su mayor compromiso es con la ciudadanía, el informar de forma permanente sobre lo que llevan a cabo y los resultados que obtienen de las auditorías a los organismos públicos.
Subrayó que como organismos anticorrupción, tienen la obligación de educar a la población sobre el tema y generar círculos de ciudadanos, quienes quieran participar revisando la labor que hacen, supervisando y generando una crítica constructiva que coadyuve en esta encomienda del combate a los malos manejos en el ejercicio público, “En Jalisco hay un observatorio que presenta aproximadamente cada cuatrimestre su informe; un observatorio de tres organismos ciudadanos los cuales han hecho recomendaciones y críticas incluso el propio CPS y eso es bastante bueno porque eso permite que no estemos instalados en la modorra, en la autocomplacencia o en dejar que el tiempo pase”.
Reconoció que aún falta un largo camino para la legitimación de los Comités de Participación Ciudadana de los Sistemas Estatales Anticorrupción; detalló que agresividad o mesura con que encaren los ciudadanos a los responsables de vigilar que se ejerza con ética y profesionalismo la función pública, depende de los resultados que arrojen.
“Si por la vía de la mesura y no significa claudicación, podemos obtener los resultados, que bueno que se obtengan por ahí; hay que agotar siempre la primera vía para que vean que no fue la primera que la explosividad o la pirotécnica fue definitoria para discutir, porque entonces van a decir que ese es el único argumento que tenemos; tenemos que agotar la mesura, pero tenemos que usar la fuerza, por llamarlo de alguna forma, un pronunciamiento firma cada vez que esto haga falta”.
Resaltó que hay muchos avances que se pueden tener en materia anticorrupción mediante el diálogo, pero para otras se deberá recurrir a desplegado públicos, mismos que el presidente del CPS dijo, ya se han publicado en Jalisco que, si bien tensionan las relaciones con los gobernantes en turno, cumple con la función que tienen los sistemas anticorrupción. “No llegamos para hacer amigos, llegamos para que sean resueltos estos temas”.
Apuntó que es fundamental que se defina y la población tenga claro lo que es un acto de corrupción, porque se tienen la falsa idea de que todo delito incurre en ello, pero se entiende por aquello que es intrínsecamente deshonesto, pero no por ello, todo acto deshonesto se traduce en corrupción; ejemplificó que cuando los candidatos en campaña hacen promesas a la ciudadanía de acciones u obras que sabe que no puede cumplir o entregar, es un acto de deshonestidad que debe sancionarse, pero no implica específicamente un acto de corrupción.
En este tenor recalcó que deben estar debidamente tipificados para que se tenga certeza de cómo se cometen, cómo hay una colusión, dónde hay un sistema, correlación de fuerzas y los antídotos que se deben aplicar; apuntó que los delitos de corrupción están en la Ley General de Responsabilidades Públicas, pero se requiere hacer una revisión puntual para dotar de mayores herramientas a los sistemas anticorrupción y a las instancias responsables de castigar este tipo de actos.
