- Mulicre ofrece baile, cultura y recreación para jóvenes involucrados en problemáticas sociales
- Son las zonas sur y oriente de la ciudad donde se ha identificado un mayor índice de conflictos en adolescentes y jóvenes
A fin de cambiar la visión que los jóvenes y adolescentes involucrados en drogas, delincuencia y otro tipo de problemáticas sociales tienen de la vida, y alejar a quienes están inmersos en esos círculos para que no se sumen a estas filas, la asociación Música, Libertar y Crecimiento (Mulicre A.C.) lleva a cabo talleres de distintas disciplinas artísticas y recreativas, en conjunto con el Instituto Municipal de la Juventud.
Es una alternativa para que los jóvenes no se enfoquen a actividades que vayan en perjuicio de su bienestar, de su salud e incluso de su vida; se les ofrecen espacios adecuados para poder expresarse y descubrir el talento que tienen. Actualmente operan en las instalaciones del Imjuva en Madero 114 primer piso.
El fundador de Mulicre, Netzahualcóyotl Campos Torres, indicó que su única intención es prevenir el vandalismo y la drogadicción, a través de la música y las artes; se detecta la problemática que hay, sobre todo al oriente y al sur de la ciudad, con jóvenes que se pierden en este tipo de situaciones desfavorables; precisó que son en estas zonas donde han identificado mayores índices de conflictos sociales: “Yo he sido víctima de la delincuencia, a mí me han robado mi carro y he tenido por ahí algunos altercados, entonces nosotros detectamos esta problemática y decidimos atenderla por esta vía”.
Detalló que su trabajo se desarrolla específicamente los sábados, en un horario de 12:30 a 17:30 horas en la instancia municipal, dando atención a jóvenes de 13 a 27 años; actualmente son 17 asistentes a talleres entre los que hay baile urbano, teatro, rap y vida, y plasticidad en arena; además hay cerca de 12 a 15 jóvenes en el evento Juventur; todos están sujetos al no consumo de sustancias nocivas, tanto legales como ilegales.
Vania Santos, maestra de baile urbano, resaltó que estas actividades fomentan a que adolescentes y jóvenes puedan cambiar su forma de tomar decisiones; “les abres un poquito la mente para que sepan resolver sus problemas de otra manera, les ayudas a trabajar en equipo y a darse cuenta de que necesitan del otro para poder salir adelante; que no tienen por qué estar solos, que no tienen por qué enfrentarse a situaciones difíciles ellos solos”.
Señaló que como maestros la mayor gratificación que tienen es ver el cambio radical que reflejan quienes acuden a este tipo de talleres, lo que les permite tener mejores oportunidades en el plano personal, escolar y laboral y pensar en un futuro más prometedor; cambia su manera de caminar, de pararse, su comportamiento, la forma de hablar y de moverse, les da mayor seguridad.
Resaltó que quienes integran la asociación son personas que se identifican con los jóvenes y adolescentes que enfrentan problemas diversos, ya que han vivido en carne propia la soledad, el abandono, la falta de oportunidades y la necesidad de ser escuchados, para no buscar puertas falsas como las drogas, el alcohol o la delincuencia: “También nos tocó enfrentar esta necesidad de querer ser escuchados y que nadie te escuche, nadie te apoye, que nadie te abra las puertas y que nadie se dé cuenta que tienes capacidades para hacer muchísimas cosas (…) por esa falta de apoyo se van a tomar otras decisiones que son negativas para su vida”.