Mientras que aquí en México, la mano del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, mueve la cuna de la agenda política nacional, allende la frontera norte sigue la enrabiada beligerancia extra e intracameral entre Republicanos y Demócratas sobre la nominación del presidente Donald Trump del juez Brett Kavanaugh para ocupar el sitio vacante como magistrado de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de América, (La Corte se compone de un presidente, Chief Justice, y ocho jueces asociados, Associate Justices, que son nombrados por el presidente de los Estados Unidos y confirmados mediante el “consejo y consentimiento” del Senado de los Estados Unidos), designación que al principio parecía irrefrenable para la Casa Blanca y como una causa terminada.
Sin embargo, apenas unas semanas previas a la votación del Comité de Justicia del Senado para incorporar al nuevo magistrado, surgió un escándalo público motivado por la denuncia que hiciera la doctora Christine Blasey Ford catedrática de California, contra dicho nominado, por haber cometido un supuesto abuso sexual contra ella, 36 años atrás, cuando eran estudiantes de High School en la Escuela Holton-Arms, La cadena noticiosa CNN resume dicha comparecencia así: “Emocionante. Sorpresiva. Irritante. Iluminadora. Como usted guste describirla, la audiencia del Comité Judicial del Senado se sintió como historia. Por más de cuatro horas, Christine Blasey Ford describió en estresantemente agudo detalle la tarde de hace 36 años, cuando dijo que el nominado a la Suprema Corte Brett Kavanaugh “se montó encima” de ella y trató de quitarle su ropa. Cuando llegó el turno de hablar a Kavanaugh, ayer, él remontó en una emotiva y enojada defensa, negando dichos reclamos y calificando a este proceso de “un circo” y de “desgracia nacional”. (Fuente: CNN. Good Morning from CNN. [email protected]/ Friday 09.28.18). (La traducción del inglés es mi responsabilidad).
Continúa la nota diciendo: “Los procedimientos impactaron acordes diferentes, en diferentes personas. Los aliados a Ford calificaron su testimonio de creíble, y las mujeres alrededor del país se mostraron conmovidas por su apertura. Los que respaldaron a Kavanaugh defendieron su explosión emocional, caracterizándola de un enojo justiciero acerca de las pretensiones erróneas”. Y de cualquier manera, todo converge a que se vote hoy mismo. El panel senatorial está citado a sesionar a las 9:30 a.m. ET/Tiempo del Este, y hasta ese momento, un pequeño grupo de Republicanos permanece públicamente indeciso acerca de la confirmación de Kavaneaugh, y si va a obtener los votos suficientes.
Hace ya dos semanas, veíamos en cadena nacional norteamericana la comparecencia de ambos, acusadora y acusado, ante el Comité de Justicia del Senado, para ser cuestionados sobre los hechos que fundaban una tal denuncia. Por parte de ella, vimos una conmovedora declaración sumamente cargada de emoción y voz entrecortada por el llanto, pero respaldada por una nítida conciencia y memoria, en sus palabras, “del 100%”, sobre la incontrovertible identidad del supuesto agresor -Cavanaugh-. Dejando así fuera de dudas cualquier suposición de identidad equivocada.
El juez nominado, reafirmamos que hizo una airada defensa de su honor, el de su esposa y familia, amén de su intachable y brillante carrera judicial, mostrando rabia y emoción hasta las lágrimas, argumentando una claridad de conciencia, igualmente “al 100%”, de no haber cometido, nunca contra nadie, un crimen de dicha naturaleza sexual, y menos contra la Dra. Blasey Ford.
Ese mismo día de las comparecencias, había quedado solamente, dentro del Comité de Justicia del Senado, un voto de calidad por interponer o no una investigación más exhaustiva de parte del FBI sobre los hechos controvertidos, antes de la votación formal por la acreditación a la Suprema Corte de Justicia, y fue en voz del senador Jeff Flake la opción de posponer el voto final, para dejar lugar a dicha investigación del FBI, pero bajo estrictas indicaciones de la Casa Blanca. Lo que ya estuvo ocurriendo en el curso de la semana que acaba de finalizar.
La mañana de este viernes, se anunció que la moción en el Senado de los USA, para hacer avanzar la nominación de Brett Kavanaugh’s a la Suprema Corte, fue de 51-49 votos a favor, con la expectativa que el voto final sea emitido este mismo sábado. Por su parte, el antes mencionado Sen. Jeff Flake declaró el mismo día a MSNBC de que él votará “Sí” por la confirmación de Brett Kavanaugh, a no ser que algo “grande” pudiera pasar; y no veo qué podría ser. Añadió Flake: “Pero, de cualquier manera, estoy contento de que hemos tenido un mejor proceso”. Más temprano, este viernes, el republicano por Arizona, votó a favor de avanzar la nominación de Kavanaugh (Fuente: CNN. Senators vote on Kavanaugh’s nomination. By Brian Ries, Meg Wagner, Jessie Yeung, Veronica Rocha and Paul P. Murphy, CNN. Updated 7 min ago 12:25 p.m. ET, October 5, 2018).
Lo que nos sitúa frente a hechos ya prácticamente imparables: “En el punto en que están las cosas, deja a Susan Collins y Joe Manchin como los dos senadores remanentes indecisos, si ambos votan “no” Kavanaugh está terminado. Si uno de ellos vota “sí”, esta situación se alarga un poquito más, pero este será el próximo magistrado de la Suprema Corte. De manera que, a estas alturas, un voto dividido determina finalmente el ascenso de Cavanaugh a dicho Tribunal Supremo de Justicia. No sucederá así, si se da un voto conjunto por la opción “No”, que zanja la discusión por la exclusión definitiva del ahora nominado a dicha magistratura.
No obstante, la ocurrencia de dichos rápidos e intempestivos acontecimientos, tenemos como punto de partida un antecedente sembrado por la división, el antagonismo electrizante entre ambas bancadas del Senado estadounidense. Ya que al retener el Senado, esta mañana (del viernes) un voto de procedimiento sobre la nominación de Brett Kavanaugh, se asegura el lanzamiento de otro día de gran drama en el Capitol Hill. El día jueves fueron arrestados manifestantes en contra de Kavanaugh, quienes trataban de presionar a los dos o tres senadores que habrán de determinar la suerte del nominado.
Entre tanto, Kavanaugh personalmente expuso un argumento final a su estilo, en un artículo editorial, op-ed, del Wall Street Journal. En el que dijo que él es un “juez independiente e imparcial”, y concedía que “podría haber estado demasiado emocional” durante su testimonio la semana pasada. En tanto que los Demócratas continuaban refunfuñando acerca de la investigación del FBI; y el Presidente Trump durante un rally en Minnesota, explotó contra los políticos Demócratas a los que calificó de “enojo y destrucción”. El hecho es que el voto final acerca de Kavanaugh ocurrirá este fin de semana (Fuente: WSJ. Opinión. I Am an Independent, Impartial Judge. Yes, I was emotional last Thursday. I hope everyone can understand I was there as a son, husband and dad. By Brett M. Kavanaugh. Oct. 4, 2018 7:30 p.m. ET).
Abundó: “Estuve muy emocional el pasado jueves, más de lo que yo acaso he estado”. Y escribe: “Yo he estado a veces demasiado emocional. Yo sé que mi tono fue agudo, y dije algunas cosas que no debería haber dicho. Yo espero que cada uno entienda que ahí estaba como hijo, como esposo, como papá. Yo rendí testimonio sobre todo con cinco personas en mi mente: mi madre, mi papá, mi esposa, y sobre todo mis hijas” (Nota de: Kate Sullivan, Ariane de Vogue and Sarah Westwood, CNN. Updated at 1114 GMT (1914 HKT) October 5, 2018).
Todo lo anterior ocurre al tiempo que en México se debate el acierto o no de haber concluido el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, por ello llamado USMCA -por sus siglas en inglés-. Al respecto, la cadena CNN ([email protected]/) comenta muy escuetamente diciendo: “Los US y Canadá acordaron un nuevo acuerdo de intercambio, el pasado Domingo que efectivamente repavimenta el Acuerdo de Libre Comercio de Norte América. Dicho acuerdo permite a los agricultores de los Estados Unidos el acceso al mercado de lácteos de Canadá y afronta preocupaciones acerca de potenciales tarifas automotrices por parte de USA. Este es también un gran triunfo para el Presidente Trump, quien, después de haber incurrido en un nuevo pacto de intercambio con México, cumplió una promesa de campaña de renegociar el NAFTA, al que calificó: “el peor tratado quizá jamás firmado”. El NAFTA obtiene también un nuevo nombre. Será llamado el Acuerdo Estados Unidos, México, Canadá, USMCA. El Congreso tiene 60 días para revisar el acuerdo, antes de que Trump pueda firmarlo.
Contra una corriente dominante de comentaristas y articulistas de la prensa mexicana, yo opino que aún es temprano para descalificar o minusvalorar el acuerdo obtenido por la parte mexicana en las negociaciones, en el sentido de que México cedió demasiado o, en el peor de los casos, cedió parte de su autodeterminación para realizar acuerdos comerciales con otros países, como se afirma. Pues, eventos como los que cito en este artículo, tendrán sin duda alguna repercusiones políticas y aun económicas de importancia en las relaciones trilaterales de América del Norte. Las elecciones intermedias en los Estados Unidos, este próximo noviembre, habrán de probar si la bancada Republicana en el Congreso resiste la prueba del ácido, al que de hecho está siendo sometida la Administración de Trump. El aparente “triunfo” de Trump, no es sino una boya flotante que está por verse si seguirá a flote, en un Congreso reestructurado. No adelantemos vísperas.