- Se atienden en materia penal para la pérdida de patria potestad y en materia penal por el hecho delictivo
- Se debe dar seguridad a las madres para que denuncien y no se conviertan en cómplices por omisión
En materia familiar, el Supremo Tribunal de Justicia del Estado tiene un rezago importante de expedientes, reconoció la magistrada presidente de la instancia, Gabriela Espinosa Castorena; detalló que es muy variable el número, porque se da el caso, en juicios de alimentos y custodia, que se hace un convenio lo que no significa el término del proceso; dijo que desafortunadamente al paso de los años o incluso en meses, cambian las condiciones de padre o madre y ya no funciona el acuerdo que tenían; cambios de domicilio de alguno de los padres o las necesidades de sustento conforme crecen los hijos, influyen en ello, por lo que os juicios nunca se terminan.
Precisó que de casos donde se inicia un juicio por violencia familiar, sobre todo hacia menores, se tienen documentados cuatro en lo que va del año, específicamente por maltrato hacia los pequeños, el último de estos es el caso del menor de cinco años que falleció por secuelas de tortura.
Indicó que se atienden desde dos puntos de vista, desde lo familiar para la pérdida de patria potestad, y por la comisión de un hecho delictivo en materia penal; “habrá que analizar desde qué perspectiva lo estamos viendo, pero ahorita tenemos cuatro asuntos en materia penal documentados, están en juicio”.
La magistrada presidente señaló que es importante la legislación en la que trabajan los diputados para atender los casos en que las madres son omisas hacia este tipo de abusos en contra de sus hijos, en los últimos dos casos de maltrato no se les ha responsabilizado; recalcó que deben poner un alto a su pareja lo que ayudaría a erradicar la violencia, que desafortunadamente se da en las familias, tanto del tipo económico, social, física, entre otras que no siempre se ven. “No sabemos qué es lo que pasa dentro de cada hogar, y cuando hay esa violencia sicológica y esa violencia económica, muchas veces las mujeres, no denuncian, no dicen nada”.
Espinosa Castorena resaltó que sin que sea una justificante, es importante que se considere el nivel y la preparación de cada persona, para saber cómo reacciona, pues es diferente la situación particular de cada persona, pero reiteró que las madres tienen la obligación de velar por la seguridad y la vida de sus hijos.
Reconoció que en un gran número de casos de este tipo, cuando los hombres son detenidos, la misma mujer que sufrió violencia o cuando las víctimas fueron sus hijos, es la que va y aboga por su pareja para que sea puesto en libertad; “desafortunadamente dice: y es que ahora quién me va a mantener, es una problemática social que debemos hacer algo, ustedes como medio de comunicación, nosotros como autoridades para que haya un poquito más de conciencia en las mamás, en todos los niveles, que se sientan más seguras de denunciar y que no se conviertan, por así decir, en cómplices por omisión”.