Cuando era niño recuerdo que la radio, la televisión, el mismo cine, la prensa y hasta la (entonces aún no llamada) publicidad BTL nos invadía la cabeza con la idea de la vida extraterrestre, o la vida en marte por aquello de los términos marcianos y terrícolas, estoy hablando de mediados de los años setenta. La línea no era necesariamente amigable, salvo Spielberg que con películas como Encuentros cercanos del tercer tipo o E.T. nos preparaba el subconsciente para una visita de cuates, los demás presentaban escenarios apocalípticos, seríamos invadidos y aniquilados por una raza superior, apelando a la premisa de la conquista española en muchas de las civilizaciones americanas. Fue tanto el auge del tema, gracias a los vecinos del norte claro está, que en la mayoría del territorio nacional comenzaron los avistamientos de objetos voladores no identificados, el libro (muy malo por cierto) El triángulo de las Bermudas de Charles Berlitz se vendía como pan caliente, Pedro Ferriz Santa Cruz acuñó la frase “un mundo nos vigila” y todos los habitantes comenzamos a creer que estábamos cerca de un contacto pacífico con inteligencia alienígena por no aceptar el temor a una invasión. Era el miedo de moda, la línea norteamericana para generar pánico en la sociedad en el ámbito mundial, la guerra fría en su momento; recuerdo como una concesionaria de autos de la firma Ford rentó una avioneta y la disfrazó de plato volador para promocionar sus modelos, sobrevolaba el Valle de México, fue la sensación, claro pasando por el miedo y el asombro.
El tema da para muchas anécdotas de todo tipo, podremos encontrar hasta video donde se puede corroborar el vuelo de una nave interestelar, el caminar parsimonioso de un ser extraño sobre las calles poco transitadas de cualquier ciudad del mundo, el hermoso diseño de figuras geométricas sobre campos de trigo, o las esferas que acompañan a los aviones en su trayecto; vamos hasta antiguas vasijas y nichos de culturas mesoamericanas dedicadas a figuras extrañas que parecieran “marcianos” y naves espaciales; lo cierto es que hasta hoy 13 de septiembre de 2018 no hemos tenido una rueda de prensa con habitantes de otro planeta (o por lo menos eso parece) ni tampoco hemos recibido una amenaza de invasión por parte de los vecinos de una galaxia muy muy lejana.
Sin embargo, debo admitir que la nota de la Universidad de California en Berkeley de hace dos días me llamó la atención, dicen que gracias a un sistema de inteligencia artificial se han descubierto 72 señales de radiofrecuencia que tienen un patrón de emisión que se puede identificar como constante provenientes del núcleo de una galaxia pequeña ubicada a tres millones de años luz de nuestro planeta. Quiero entender entonces que se trata de algo más serio, o estamos entrando en un momento donde quieren distraer más nuestra atención a nivel mundial con los temas extraterrestres con el fin de preparar el terreno para algo grande pero terrestre.
A estas alturas de la vida en la tierra sería imposible continuar con la idea de que somos los únicos en el espacio, en el infinito, el universo, por ahí debe existir una civilización diferente a la de nosotros, tal vez más o menos avanzada en tecnología y evolución de las especies.
Y hablando precisamente de especies extrañas, no cabe duda que la aplanadora morenista en la cámara baja son de otro planeta, siguen sin entender que ya no son oposición (por lo pronto) pero se siguen comportando de esa manera, mire, precisamente el martes los legisladores de Morena, del Partido del Trabajo, los de Encuentro Social y los del sol azteca, la nueva hegemonía de la política en México le dieron “dedito arriba” al punto de acuerdo que presentó Irán Santiago, exdirigente de la CNTE, con relación a la eliminación de la evaluación docente dentro de la reforma educativa. El punto de acuerdo fue para exhortar a la mafia del poder que maneja los hilos de la educación en nuestra renaciente patria, no sólo en lo federal, también estatal a suspender de manera inmediata y para siempre el proceso de evaluación a los docentes para ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia, qué tal; y por si eso fuera poco también solicitaron sean borrados del mapa cualquier procedimiento sancionatorio.
Estimado lector, tanto usted como yo conocemos a docentes de formación profesional que son excelentes en su trabajo, que no necesitan de este punto de acuerdo para seguir con su noble labor; en este momento de la historia lo que necesitamos son personas con la formación y la vocación para moldear en el aula, para sacar lo mejor de nosotros y detonarlo con el fin de lograr el éxito que tanto buscamos y que con mucho esfuerzo los verdaderos docentes lo hacen en las aulas.
Con todo respeto para el gremio, pero no creo que ninguno de ellos esté preocupado por aplicar un examen de ingreso, de hecho, para poder iniciar en un empleo cualquiera que este sea, es necesario aplicar pruebas de todo tipo. Cómo se logran las promociones dentro de las instituciones de educación, por dedazo, por nepotismo o por la capacidad que se demuestra día a día (pienso yo), el reconocimiento y la permanencia es lo mismo, el que se esfuerza crece.
Le digo que no parecen mayoría, creo que estaba de sobra su grito “Educación primero al hijo del obrero, educación después al hijo del burgués”, pero si el Estado garantiza la educación para todos ¿o no? La educación de calidad se logra con estos procesos de evaluación constante que ellos bajarán de la reforma educativa. “Educación después al hijo del burgués”, me siento como en los setenta, con la retórica de una tendencia socialista mal enfocada, y nuestros legisladores actualmente cuánto ganan, desde su miope perspectiva ¿que no son ellos mismos los burgueses de sus señalamientos?, no me diga que ganan 10 mil al mes.
Ojalá ahora sí hagamos contacto extraterrestre para que a toda esta nueva clase política se la lleven para hacer experimentos, tendremos que firmar una cláusula donde diga que una vez saliendo del planeta no se admiten devoluciones o por lo menos no en esta parte de la Tierra.
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