- El acuerdo bilateral entre ambas naciones se perfila igual en temas agropecuarios
- Estas son buenas noticias para los productores de carne, pero no para los de leche: Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas
Las negociaciones comerciales entre México y Estados no perjudicaron, pero tampoco favorecieron al sector ganadero mexicano, de hecho, el acuerdo bilateral entre ambas naciones se perfila en los mismos términos en temas agropecuarios, sostuvo Salvador Hernández Morán, tesorero de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas.
En entrevista colectiva, aclaró que estas son buenas noticias para los productores de carne, pero no para los de leche, para quienes la balanza comercial es deficitaria.
El representante gremial explicó que en los últimos dos años la exportación de carne de res ha registrado un crecimiento importante en sus exportaciones, inversamente proporcional a las importaciones. De adquirir más de 450 mil toneladas de cárnicos en 2005 al vecino país, la importación bajó a 180 mil toneladas y la exportación subió a 230 mil toneladas en ese mismo periodo.
Esto representa una recuperación para la actividad nacional, pues con la desaparición de las barreras arancelarias que se produjo en 1994, en ambos sentidos, provocando una dependencia de más del 40 por ciento hacia el producto norteamericano. Reconoció que al principio esto representó un problema pues puso a los ganaderos “en competencia con los más competentes de todo el mundo” pero hoy se tiene la satisfacción de haber logrado una importante penetración en ese mercado.
Salvador Hernández comentó: “Me ha tocado estar en el cuarto de junto, acompañado las negociaciones de todos los tratados desde 2011 a la fecha; en algunas cosas nos ha ido bien, en algunas no nos ha ido bien, en el tema de la carne nos ha ido bien y mal porque México tiene un esquema de exportación de becerros en pie, principalmente del Altiplano hacia el norte, y en algunos estados del sur porque tiene mejor precio el animal y no tiene ni ha tenido ningún arancel. Los temas son sanitarios y los esquemas de identificación individual sirven para que las diferentes regiones accedan a este tipo de mercados”.
En contraste, para los productores de ganado lechero la eliminación de los aranceles en los productos lácteos ha disparado su importación y, desde 2002, la leche en polvo y los quesos han estado entrando a territorio nacional sin ningún permiso de importación y cumpliendo únicamente con los mínimos permisos de trazabilidad: “Somos un país deficitario, producimos 80 por ciento de la leche, pero a veces llega otro 80 por ciento de importación y eso abarata aún más los precios, además de que la industria con poco compromiso con los productores se inclina por la importación de leche”.