- Persisten señales de impunidad con liberaciones sospechosas
- Muy preocupante, negarle autonomía plena a las fiscalías
El gobierno de Peña Nieto se enfila al cierre de su gestión con las mismas características que lo marcaron desde el principio: opacidad en el gasto de los dineros públicos e ineficacia para combatir la corrupción, señaló el senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila.
El coordinador de los senadores del PAN destacó que la simulación, la ineptitud y el uso político del sistema de procuración de justicia caracterizaron el ejercicio de una administración que simplemente no quiso hacer la tarea.
Advirtió que un gobierno que engaña, decepciona e ignora a la sociedad pierde confianza, credibilidad, respaldo popular y elecciones, razones por las cuales se ve obligado a pactar para asegurarse impunidad, como ha ocurrido en las pasadas elecciones.
Explicó que el PRI le negó sistemáticamente a los mexicanos instituciones autónomas e independientes, como las fiscalías general y anticorrupción. Esa misma actitud, agregó, se observa en el nuevo gobierno que tomará posesión el 1 de diciembre.
Herrera Ávila afirmó el PRI gobierno llevó al sistema de procuración de justicia a una crisis nunca vista. Además, persisten las señales de impunidad con exoneraciones y liberaciones que por lo menos despiertan sospechas o sugieren que la amnistía prometida va en serio.
Comentó que el acuerdo entre ambos presidentes para nombrar antes del 1 de diciembre al fiscal general y los fiscales anticorrupción y electoral, va en esa dirección y coincide con la postura reiterada del PRI de no ir a la reforma al 102 constitucional para dotarlas de autonomía plena.
Expuso que las ternas dadas a conocer son un nuevo intento de imposición del Ejecutivo entrante con la complacencia del saliente para que al final del proceso sean los elegidos. Ayúdame que yo te ayudaré, parece ser el mensaje, apuntó Herrera Ávila.
No hay la menor duda, dijo, que los dados están cargados para que la próxima legislatura avale fiscales afines al partido que gobernará y subordinados a los designios del próximo presidente.
Con su mayoría legislativa -añadió- podrá disponer del fiscal carnal que el PRI buscó imponer y fracasó por la presión social, y repetir la historia nefasta del secuestro de las instituciones para politizar la procuración e impartición de la justicia. A todas luces, un retroceso.
No se descarta que en reciprocidad los escandalosos casos de corrupción como Ayotzinapa, la Casa Blanca, Odebrecht, la Estafa Maestra, el Socavón, tengan como destino el carpetazo, apuntó.