Muchos mitos quedaron destrozados después de la elección de hace dos semanas. El más claramente falso de todos fue que si ganaba Andrés Manuel López Obrador, las bolsas caerían, el dólar se iría arriba de los 25 pesos y todos moriríamos. No sucedió, probando el punto que siempre se ha defendido en este espacio de que un solo hombre no puede significar ni la redención ni la catástrofe de un pueblo.
Lo anterior viene al caso puesto que han acontecido novedades en materia financiera en nuestro país, que nuestra obsesión por la política y los memes nos han pasado inadvertidas, cositas nada más, como el hecho de que nuestro país cuenta con una nueva Bolsa de Valores.
Hasta antes de esta mitad del año, la BMV (Bolsa Mexicana de Valores, S.A.B. de C.V.,) era la única entidad financiera que utilizaban las empresas mexicanas que querían financiarse mediante el mercado accionario. La Bolsa Mexicana de Valores es una entidad financiera privada, que se organiza y especializa de manera que pueden hacer movimientos por un intermediario autorizado, que son comúnmente conocidos como Casa de Bolsa.
La bolsa de valores ofrece al público sus servicios financieros, a través de mecanismos e instrumentos para la negociación de títulos de valor susceptibles de oferta pública. Es decir, es una plataforma de tránsito financiero en la enajenación de títulos valor (acciones, bonos de deuda, etcétera).
Los organismos que tiene el control y gobierno de las entidades financieras son las que integran el sistema financiero mexicano, es decir, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Estos entes son los que en su momento dieron espacio y autorización para que la nueva institución de bolsa.
Su nombre es Bolsa Institucional de Valores (BIVA, con índice identificador FTSE BIVA) y representará un segundo mercado de valores mexicano. De ahora en adelante, las empresas mexicanas con la facultad de cotizar en bolsa podrán hacerlo indistintamente en la BMV y en la FTSE BIVA, además, por primera vez en la historia mexicano, las FIBRAs podrán ser sujetos para la inversión en bolsa.
Las diferencias de BIVA, a su dicho, es que cuentan con una plataforma tecnológica más avanzada que sus competidores, lo que según la empresa atraerá nuevas emisoras inversionistas en casas de bolsa por este mercado. La nueva Bolsa iniciará operaciones después de un tránsito de dos años y nueve meses de que la empresa Central de Corretajes presentará la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la solicitud de concesión para organizar y operar una nueva bolsa de valores.
El desafío de BIVA es el de ser atractiva para los inversores y generar condiciones de competencia en un mercado emergente de un país en vías de desarrollo.
La existencia del mercado de capitales permite transitar el dinero y que la especulación, moderada y justamente, obtenga beneficios económicos, por lo que resulta ser un buen síntoma para el mercado nacional la diversificación de los índices.
Es relevante también que los ciudadanos empecemos a involucrarnos en las operaciones de esta naturaleza y no conservar la equivocada idea de que es una asunto solo para millonarios, puesto que con apoyo de una instituciones de crédito, hagamos nuestras primeras inversiones y generemos una cultura financiera más consolidada.