Primero les dijeron que el puente Guadalupe-Reyes era tan sagrado como la cartita al Dios niño y el zapatito colocado al pie del árbol para pedir a los reyes venidos de oriente el regalito de cada año.
Después hubo contra indicación, les enteraron que este mes se iniciaba el largo recorrido al Belén de la patria, Aguascalientes, para conocer a ese niño la gloria del Edén: el candidato a la Presidencia Municipal.
Mientras la destartalada brújula perdía los puntos cardinales, las nubes tormentosas cubrieron el cielo tricolor. El encapotado firmamento impidió ver, a la dirigencia estatal, el referente obligado para guiarlo exitosamente al triunfo en 2013: la estrella con sus seis picos y luminosos rayos de humildad, seriedad, prudencia, sensatez, responsabilidad y capacidad conciliadora.
Sin mediar comentario del escatológico procedimiento aplicado para la selección, las columnas políticas de los diarios locales, convertidas en obedientes hojitas diocesanas del PRI, enteraron a la feligresía tricolor que tiene seis pastorcillos suspirantes a la silla mayor del convento menor.
Quizá la decisión se apoyó en la encíclica revolucionaria del viejo régimen: reina no pone reina, pero la corta visión desestimó los alcances operativos de la alcaldesa Lorena Martínez y sus monaguillos, anfitriones de la próxima elección municipal, aunque es probable que la mamá de la línea verde se haya batido en retirada para evitar la confronta con el cura de la parroquia, o esté guardando sus estampitas para utilizarlas en el próximo Colegio Cardenalicio del Congreso del Estado.
Hasta el momento de escribir estas líneas (domingo con nuevo horario), la desaseada forma y el ensuciado fondo no merecieron respuesta pública alguna de los aspirantes borrados de la lista para recibir primera comunión. La desilusión fue mucha. La disciplina más. O la esperanza no termina de irse. No lo sé.
La mesurada reacción de estos lorenistas descalzos y de la militancia priísta aguascalentense, insatisfecha por la falta de elementales explicaciones que informen causas y razones de la debacle ocurrida en la recientes elecciones federales, en nada se parece a la manifestada por aquel talentoso escudero priísta, héroe de mil batallas públicas; de recio carácter, prosapia argumentativa, lucidez acrisolada, dilatada trayectoria pública y política, que en 1999 alzó la voz –después de la derrota a la gubernatura en 1998– para demandar cuentas claras y amistades largas, mirando siempre a los ojos de los supuestos responsables.
En El PRI del Siglo XXI en Aguascalientes, mi dilecto amigo Javier Aguilera García supo combinar la disciplina partidaria con sus derechos a disentir en calidad de militante activo y ciudadano en el pleno goce de sus derechos políticos. Nadie le llamó rebelde-indisciplinado-insurrecto-disidente, tampoco fue sometido al poliburó justiciero o acostado en la piedra de los sacrificios mediáticos.
Es más, el lance mereció el reconocimiento de muchos, porque el jurisconsulto es un destacado personaje con muchas horas de participación en las pastorelas de la controversia, la polémica, el debate y la crítica respetuosa de la ley.
El folleto de 37 páginas, distribuido por miles y oportunamente, ofrece “una nueva forma de pensar y de hacer política del PRI del nuevo siglo, que se despliega en este momento como un breve haz de luz que se mostrará como una nueva cultura política que emerge de las estructuras más íntimas del priísmo en una nueva etapa del desarrollo político mexicano”.
Las banderas desplegadas por maestro Aguilera García (jefe de Gabinete en el Gobierno del Estado de Aguascalientes), siguen ondeando en las conciencias de los tricolores de riego, aunque el carácter y el malestar sólo lo exhiban en pláticas privadas y a espaldas de los dirigentes partidistas.
“Considero que la militancia priísta de todos los niveles; desde cuadros distinguidos pasando por dirigentes hasta las bases, deben ser congruentes con nuestros principios, programa de acción y estatutos, y enarbolar la bandera de la honestidad no encubriendo a quienes ahora pretenden usar a nuestro partido para solventar sus compromisos personales…”, escribió la sabia tinta del hoy jefe de Gabinete del Gobierno del Estado de Aguascalientes, en agosto de 1999.
Vamos pastores vamos, el PAN está al asecho, y no son burros ni bueyes, sino leones y tigres ávidos de huesotes con la mejor carnita.
Correo: El ábaco falló. Jugó una mala pasada. El que convierte no se divierte, solía decir el experto en viajes internacionales cuando cambiaba dólares a pesos. Y eso ocurrió en la entrega anterior que debí decir:
La semana pasada Softtek, una empresa internacional de capital mexicano, dedicada al desarrollo de software, soporte y mantenimiento de aplicaciones, anunció que ampliará sus operaciones en Aguascalientes e invertirá 6 millones de dólares (78 millones de pesos, a dólares de 13 pesos) para generar casi 900 nuevos empleos, con sueldos de 22 mil pesos cada uno.
Y Unos días antes iniciaron también las obras para la ampliación de Nissan en ese mismo estado. Según las cifras aportadas, se van a generar 12 mil empleos con una inversión de 2 mil millones de dólares (26 mil millones de pesos, a dólares de 13 pesos) a los que hay que sumar un subsidio público que entregará el gobierno Aguascalentense a dicha armadora para infraestructura por aproximadamente 100 millones de dólares (mil 300 millones de pesos, a dólares de 13 pesos).
A mi querido hijo le doy las gracias por la observación, también a los lectores que sacaron sus calculadoras pero guardaron sus lapidarios emails.
Ni de panzazo pasé matemáticas, se notó ¿verdad?