- Las homenajeadas del Encuentro de Poetas del Mundo Latino ofrecieron sus poemas a los estudiantes
- La UVM fue la segunda sede, otorgó reconocimientos a Elva Macías y Piedad Bonett
En su segundo día de trabajo, el XIV Encuentro de Poetas del Mundo Latino tuvo sede en las instalaciones de la Universidad del Valle de México, ahora con una particular mesa magistral de mujeres, en la que participaron las homenajeadas Elva Macías y Piedad Bonett, así como Julia Erazo, Gisela Galimi y Paura Rodríguez encabezadas por Jorge Ramírez, rector de la universidad.
Elva Macías dio lectura a varios poemas de su libro próximo a salir titulado Caravanas de riesgo, conformado por “El mayor Sabines”, en honor a Jaime Sabines y “El Jardín de Cretáceo”, para darle razón a Marienne Toussaint con respecto a lo leído el domingo pasado acerca de su sedentarismo, así como textos acerca de sus recuerdos de la vida de pueblo con la recopilación de poemas breves De Tela y de Papel, donde habla de sus vivencias en la tienda de sus padres en Chiapas.
La colombiana Piedad Bonett, también ganadora del premio Víctor Sandoval, leyó un fuerte texto llamado “Madre e hijo”, en el que abordó el tema de las relaciones en las sociedades modernas. Como ha sido profesora por varios años, dedicó un pequeño poema a sus estudiantes, creando una gran empatía con los alumnos presentes.
No podía faltar –siendo mesa de mujeres– su poema “Las mujeres de mi sangre”, no sin antes agradecer la invitación a sus compañeras lectoras y amigas. De forma cómica confesó que su poema del gato lo realizó pensando en el ingenio que los países tercermundistas tienen para reciclar cosas y sobrevivir, “tiene un historia bonita atrás”, ya que después de una lectura, relató algo traumatizante, donde un nazi colgó vivo a un gato, y decidió preguntar a sus compañeros para qué servía cada parte del gato, “un gitano me dijo que tenían la creencia que cuando un gato muere, al morder sus huesitos uno se vuelve invisible”.
La ecuatoriana Julia Erazo participó leyendo “Paredes Blancas”, así como breves poemas dedicados a México y sus ciudades, basados en el sentido de la naturaleza y las ciudades, como el caso de una trilogía sobre el agua y la naturaleza muerta.
Recitando de memoria, Gisela Galimi agradeció a su mentor Eduardo Hurtado, y presentó algún material de su libro más reciente, como “De blanco”, “Ornamentos”, “Puntos de vista”, “Crepúsculo”, así como cuatro poemas de material inédito que próximamente saldrá a la venta.
Con un nudo en la garganta, Paura Rodríguez deleitó al público con poemas del libro Torrente de mi sangre, con el cual ganó el Premio Internacional César Vallejo. Tras preguntarles cuál era su material más querido, Elva Macías aportó que generalmente para todo poeta es lo más reciente, ya que muestra una evolución de su estilo.
Al término de la lectura magistral, el rector de la UVM hizo entrega de reconocimientos, y mencionó que era un honor aportar un granito de arena a la realización del Encuentro, “tenemos la certeza de que Aguascalientes va por buen camino hacia la difusión y apoyo a la cultura, siendo una herramienta perfecta para el desarrollo y la formación integral de los jóvenes”
En entrevista, Gisela Galimi mencionó que esta mesa de escritores la hizo sentir especial, ya que México la ha recibido con los brazos abiertos. Dejó un mensaje a todos aquellos jóvenes interesados en la literatura, que temen a no crecer profesionalmente, lo que es una idea errónea, puesto que para ella sólo hay que estar abierto y concentrarse con uno mismo, aunque en ocasiones es complicado por el mundo que los distrae “confíen en su esencia y confíen en su trabajo”.