Al amigo que nunca se fue
Este 26 de abril se cumple 1 año de la decisión tan difícil de abandonar este mundo de un gran hombre, amigo, líder y ejemplo de trabajo; un joven al que conocí, traté y pude convivir en el esplendor de su juventud, para un servidor como a muchos de sus amigos, un ejemplo a seguir, siempre fue de puertas abiertas, de momentos agradables, de discusiones constructivas y por qué no decirlo, de encuentros sociales llenos de bohemia, buen humor, y mucha amistad, es difícil, después de 1 año poder decir que ya no está físicamente con nosotros, pero es más difícil aceptar la manera en cómo decidió retirarse de este espacio terrenal.
Para él solo buenos recuerdos, gratitud y reconocimientos de todo aquello que llegamos a discutir en sus oficinas, en su casa, en el bar, en el café, y esto es el que siempre buscaba cómo replantear una mejor política para nuestro querido Aguascalientes, voltear a ver a los que viven en desgracia, generar mejores condiciones de vida para quienes menos tienen, el cómo acabar la corrupción en áreas gubernamentales, el cómo devolverle a Aguascalientes la fe, la seguridad y retomar lo que se dice de nosotros, ser gente buena, en la tierra buena y bajo un cielo claro. Él siempre imponiendo un pensamiento sí crítico, pero constructivo, a partir de análisis y de perspectivas que muy pocos hombres de negocio que no se dedican a la vida partidista pueden expresar y proponer, agendar con él una cita era pensar más allá de una posición política, era abrir la mente a propuestas innovadoras, era saberse en gratitud por aprenderle y aceptar un pensamiento muy distinto al que estamos acostumbrados los políticos, el agendar una reunión o un convivio de amistad era saberse halagado por formar parte de un círculo, yo no diría que muy cerrado, sino muy abierto a diferentes líderes empresariales, políticos, líderes sociales y de opinión pública, era acudir a una tertulia llena de momentos imborrables para los que lo podíamos acompañar, eso es lo que más se extraña a un año de su decisión de no estar más con nosotros y es su amistad sincera, por motivos y razones que solamente él se llevó, y lo hizo antes de mostrarse en flaqueza, en depresión, o en un quebranto humano del que debo decir nunca supimos o nunca le vimos.
Sé que quizá algún amigo en común o inclusive algún familiar estará leyendo estas líneas mismas que no buscan conmover, ni hacer sentir mal a nadie, ni lamentarnos por su silencio en este año, más bien, es para reconocerle y agradecerle lo mucho que nos enseñó, lo mucho que nos atendió, la amistad que nos brindó y el cariño con el que nos trató, desde aquí desde este reflexio, solamente puedo decir gracias por permitirme ser tu amigo, sé que volveremos a ser los mismos cuates, o tu antítesis como lo presumías a los demás cada que estábamos en divertidos momentos, esto cuando nos encontremos en la otra vida; y entonces vendrán más brindis, más pláticas, más discusiones, más acuerdos, más disensos, pero siempre anteponiendo el cariño y la amistad con el afecto que siempre nos diste, puedo asegurar que al día de hoy pongo en práctica muchos consejos que me dio este joven amigo, y lo hago sin dejar de comentar con quienes convivo en lo político o en lo laboral que en mucho se lo debo a sus consejos, reconozco que soy de muchos amigos, pero en muy pocos veo ejemplos y presumo con nombres y aprehendo; por todo eso y más sólo puedo decir… hasta siempre amigo Felipe.