Usualmente no me uno a causas con hashtags en Facebook o Twitter. Es una forma efectiva de comunicación, pero debido a que mi trabajo lo involucra, hago un especie de detox que resulta en días enteros sin publicar en [mis propias] redes sociales, como rebote a publicar decenas de veces en las de mis clientes y colaboradores.
Es por eso que me causó un poco de indignación (y de la menos importante) el que la empresa Uber se haya querido subir a la discusión sobre la [mejorable] Ley de Movilidad de Gobierno del Estado, con buenos argumentos pero una pésima idea: el hashtag #UberParaTodos. En primera, yo parto de que las marcas no son nuestras amigas. Alguien que te quiere vender no es tu amigo. Y lo sé especialmente porque luego yo estoy en el rol de apoyar a este falso amigo que busca seducir a las audiencias a favor del cliente.
Ahora, no tengo coche. No tengo, no me alcanza, estoy en buró por errores de juventud. A nadie le debe importar. Uso Uber todos los días. Antes de Uber ya no salía un viernes o sábado en la noche. Era imposible tomar un taxi en media hora. Llegué a ¿sobornar? choferes que supuestamente esperaban a alguien que lo pidió con el triple de la tarifa para que por fin me llevaran a casa. El servicio de Uber es igual de regular que en los taxis. Hay conductores buenos y amables, pero también los lentos, hostiles, desequilibrados y hasta pervertidos. A pesar de que hago uso del servicio de manera constante, no me tiembla la mano decir que es una compañía horrenda.
Me explico: En 2014 amenazaron con acosar a la periodista Sarah Lacy al conocer sus rutas en el servicio, a propósito del divorcio que pasaba. El año pasado se reveló que un ejecutivo viajó a la India para presionar a los involucrados en un caso de violación durante un viaje para que no se relacionara a la marca. Su CEO fue expulsado el año pasado por la cultura de trabajo tóxica y machista expuesta por la programadora Susan Fowler. Entre las marcas a las que nos podríamos sumar, definitivamente Uber no sería una.
El debate debería ser un Transporte para Todos. Transporte para ti. Taxis eficientes y seguros. Uber triunfa y tiene cabida (a pesar de que pierde dinero en cada viaje) por la ineptitud de gobiernos actuales y anteriores en la regulación del servicio. Y sí, pienso que viene de funcionarios insensibles que agarraron un camión… hace 20 años cuando estudiaban. Eso pesa en una ciudad tan cruel para los no-cochistas, cómo Aguascalientes.
No es algo que invalide la necesidad de regulación para Uber o su venidera competencia china, Didi. Los guiños a las asociaciones de taxistas o la comunidad startupera poco le vendrán a resultar prácticos a los usuarios. Es más, esta discusión político-aldeana es lo menos Silicon Valley que hay: no es pro-usuario de ningún lado.
Bocadillo: Gracias a mi amigo Pável, que indirectamente me ayudó a sintetizar el título.
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