Macron, multilateralismo y poder suave / Taktika - LJA Aguascalientes
22/11/2024

 

Colegio de Estudios Estratégicos y Geopolíticos de Aguascalientes, A.C.

 

Palacio del Elíseo, París, Francia. 20 de abril de 2018. El presentador de la cadena conservadora Fox News, Chris Wallace, pregunta al presidente Emmanuel Macron su postura sobre la tensión económica provocada por Donald Trump. El joven y dinámico político galo responde: “Tú no puedes hacer la guerra comercial a tus aliados. Es demasiado complicado. Si haces la guerra contra todos, haces la guerra comercial a China, guerra comercial contra Europa, guerra en Siria, guerra en Irán. ¡Vamos! No funciona. Tú necesitas aliados”.

Tres días después, luego de arribar a la base aérea Andrews para comenzar su periplo norteamericano, Macron declara: “Nosotros los Estados Unidos como la Francia, tenemos una responsabilidad particular. Nosotros somos los garantes de un multilateralismo contemporáneo. Tenemos muchas decisiones que tomar”.

Las escenas arriba mencionadas sirven como introducción al presente artículo, el cual tiene por objetivo explicar por qué Emmanuel Macron, apoyado en el multilateralismo y el poder suave, pretende avanzar los intereses de Francia en el plano global.

Para el diccionario Larousse, multilateral significa “un acuerdo, económico o político, entre varios países”. Entonces, puede decirse que multilateralismo es un enfoque que socorre la cooperación comercial y diplomática entre países.

Emmanuel Macron, desde su asunción como presidente de Francia, favorece el enfoque multilateral. ¿Por qué? Primero, Francia junto con Alemania conforman la dupla que dirige los destinos de la Unión Europea; segundo, después de la Segunda Guerra Mundial, Francia ha tendido a actuar de manera independiente y, en algunas ocasiones, en contra de los Estados Unidos, tal y como ocurrió antes de la invasión angloamericana de Irak en 2003; tercero, Francia practica un “capitalismo con un rostro social”1, el cual es un modelo del estado de bienestar.

Por lo arriba mencionado, Macron ha implementado un enfoque multilateral para tratar de solucionar los problemas que aquejan a Europa y el mundo: el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, el compromiso para restringir el programa nuclear de Irán, el libre comercio, la guerra en Siria, y la lucha contra el extremismo islámico.


La visión multilateral de Macron se ha encontrado, como diría José Alfredo Jiménez, “una piedra en el camino”: Donald Trump. El magnate inmobiliario retiró a los Estados Unidos del Acuerdo de París sobre Cambio Climático. El presidente francés criticó la decisión de su par estadounidense diciendo que “ahora China lidera”. Asimismo, Trump aupado por los elementos de la línea dura dentro de su administración –el próximo secretario de Estado, Mike Pompeo, y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton- se muestra dispuesto a terminar el trato nuclear con Irán, algo a lo que se oponen las Naciones Unidas, la Unión Europea y Rusia.

Trump, quien tiene la sutileza diplomática de un rinoceronte con hemorroides, no se contuvo y, durante la reunión que sostuvo hoy, 24 de abril, con Macron, fue brutal: “La gente conoce mi visión del acuerdo con Irán. Fue un acuerdo terrible. Nunca debió de haber sido hecho”. Los dichos del energúmeno neoyorquino sonaron a música celestial en los oídos de Israel, quien no desperdiciaría la oportunidad de emplear la opción bélica contra su archirrival persa.

Dejando el trago amargo que le proporcionó su anfitrión, Macron, un esteta altamente educado y sofisticado, tiene otra opción en la caja de herramientas diplomática, el poder suave ¿Qué es el poder suave? Es un concepto acuñado por el académico de la Universidad de Harvard, Joseph Nye Jr., el cual consiste en que un país tiene la habilidad de moldear las preferencias de otros países a través de la atracción. Es decir, utiliza su cultura, economía, y valores políticos.

Macron tiene la firme creencia de que su país sigue siendo la Grande Nation. Es decir, Francia tiene un mensaje universal, el cual tiene dos pilares: los Derechos del Hombre y del Ciudadano, producto de la Revolución de 1789; y el génie, una obsesión permanente de crear algo especial.

Por ello, Macron, asiduo lector de Nicolás Maquiavelo y de Georg Hegel, ha redescubierto las virtudes del poder suave. El mandatario galo nombró a la novelista de origen marroquí Leila Slimani, ganadora del Premio Goncourt, para que lo ayude a promover el idioma de Moliere y de Racine a nivel global, particularmente en África.

Asimismo, Macron ha decidido promocionar al sistema de educación superior galo como una opción al modelo angloamericano: Francia sigue siendo el cuarto país más popular para los estudiantes en lo que respecta a movilidad internacional, sólo después de los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia.

En el plano comercial, Macron ha implementado la iniciativa Choose France -“Escoge Francia”, en inglés-, la cual consiste en la promoción de Francia como un destino atractivo para las inversiones. A principios del año en curso, el precitado brío rindió sus primeros frutos: 140 líderes de negocios mundiales asistieron a una recepción en el palacio de Versalles. Igualmente, compañías como Facebook, Google, Novartis, SAP, y Toyota anunciaron inversiones multimillonarias en Francia.

Macron enfrenta retos en el plano doméstico: reducir el impuesto corporativo, endurecer las reglas contra la inmigración; reducir el tamaño de la Asamblea Nacional, imponer límites al tiempo permitido a los legisladores, y reestructurar el sistema ferroviario. Asimismo, sus retos internacionales implican: lidiar con Donald Trump; reformar, junto con la canciller de Alemania Angela Merkel, a la Unión Europea; bregar con la Rusia de Vladimir Putin; combatir al terrorismo islámico; y, finalmente, decidir qué hacer con el reto que representa China.

Sin embargo, Macron, a pesar de que Francia no es una superpotencia, pero sí “una de las grandes potencias del mundo que tienen los medios para efectuar una política verdaderamente global”2 intenta, gracias al enfoque multilateral y el poder suave, crear une certaine idée de la France3 -“una cierta idea de la Francia”- para poder revertir el declive de Francia en el escenario mundial.

Aide-Mémoire. La presencia de México como invitado especial en la Feria industrial de Hannover 2018 es una vindicación de quienes, desde diferentes instancias, hemos propugnado por un mayor acercamiento entre Alemania y nuestro país.


  1. Cogan, Charles. French Negotiating Behavior: Dealing with La Grande Nation. Washington, United States Institute of Peace Studies, 2005, p. 9
  2. Ibidem, p. 105
  3. de Gaulle, Charles. Mémoires de guerra: L´appel: 1940-1942. París, Plon, 1954, p. 7

 


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