- El recurso destinado limitó a la administración la implementación de luminarias y un programa de agua potable
A pesar de los esfuerzos por finiquitar el número de demandas laborales de la anterior administración en el municipio de Cosío, aún restan cien de las 180 heredadas, informó Juan Manuel Villalpando Adame, presidente municipal de Cosío.
Manifestó que se mantienen atentos para solventar aquellas demandas pendientes de quienes se acerquen al municipio, pues enviaron ya el mensaje de que están en la mejor disposición de llegar a un acuerdo.
“Desafortunadamente mal informaron a los trabajadores, pero estamos siempre en la mejor disposición de atender esos procesos, pero muchos se fueron por la tangente, creyeron que no íbamos a finiquitarlos a pesar de que les pedí que me dieran tres meses para ir programándolos y darles lo que por ley les correspondía; quienes se esperaron ya desde el año pasado los estuvimos liquidando, pero los otros se fueron a demanda”, externó el alcalde independiente.
Explicó que su buena disposición de atender las demandas pendientes dependerá de la capacidad económica del municipio, ya que la primera etapa de finiquitos les representó dos millones de pesos. Un recurso que resulta considerable para un municipio como Cosío.
“Observamos que según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) seguimos estando entre los municipios más pobres del estado, -los dos millones para solventar demandas laborales- eso nos ha pegado demasiado; nos limitó en el cambio de luminarias que tanta falta hacen, también en la creación de un programa que teníamos para agua potable y pues eso gracias a la administración anterior que nos heredó esos problemas”, recalcó el presidente municipal.
Consideró que serán necesarios al menos de seis a siete millones de pesos para solventar las demandas laborales restantes, lo que representa el diez por cientos de los recursos que llegan a ese municipio.
−¿Cuentan con una bolsa para enfrentar estas situaciones?
−Para este año no lo proyectamos, no lo presupuestamos, decidimos que era necesario atender mejor las necesidades de la ciudadanía, porque eso -las demandas- se trata de algo más político, más a capricho y a querer afectar el erario, así como a opacar el trabajo que queremos emprender para el municipio.