Los premiados son un ejemplo de la calidad y el beneficio social de la investigación, que en determinados campos se está ya haciendo en algunas universidades mexicanas
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, entregó ayer el Premio Nacional de Ciencias 2017, a María Elena Álvarez-Buylla Roces en el área de ciencias físico-matemáticas y naturales, y a Emilio Sacristán Rock, en tecnología, innovación y diseño.
La doctora María Elena Álvarez-Buylla obtuvo el galardón por su aportación a la comprensión de la dispersión de los transgenes de las variedades nativas del maíz, y su contribución al entendimiento de la progresión del cáncer epitelial.
Es licenciada en biología y maestra en ciencias con especialidad en ecología vegetal por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Cursó un doctorado en botánica, en Berkeley y una estancia postdoctoral en La Joya, en Estados Unidos. Desde 1992, es investigadora en el Instituto de Ecología de la UNAM, y cofundadora del Centro de Ciencias de la Complejidad de esa institución.
El doctor Emilio Sacristán ganó el premio por sus aportes en el desarrollo tecnológico en el campo de la ingeniería biomédica, en la transferencia tecnológica del sector salud, así como el impulso en la creación de grupos de investigación vinculando academia-empresa fundamentales para el desarrollo de México.
La licenciatura en ingeniería electrónica la realizó en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, mientras que la maestría y el doctorado en ingeniería biomédica los cursó en el Worcester Polytechnic Institute de Estados Unidos.
Durante la ceremonia de entrega del premio, el presidente Peña Nieto dijo que los galardonados son inspiración para las nuevas generaciones y refiriéndose a la Reforma Educativa que impulsa su gobierno agregó que “con su ejemplo reafirman la importancia de contar con educación de calidad que permita que todos los mexicanos tengan acceso a la ciencia y la cultura. La libertad creativa y el pensamiento crítico son valores esenciales de una democracia”.
El secretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán, señaló que la doctora Álvarez-Buylla Roces y el doctor Sacristán Rock son, un ejemplo de la calidad y el beneficio social de la investigación, que en determinados campos se está ya haciendo en algunas universidades mexicanas: “Son ejemplo, también, de la transición que gradualmente está ocurriendo en la educación superior del país, de un modelo básicamente generador de títulos o de grados, o a otro generador de conocimientos relevantes, y de que los progresos científicos y tecnológicos no son positivos o negativos por sí mismos, sino en función del uso que les demos”.
También el secretario de Educación destacó las raíces de los galardonados como productos de una época de solidaridad que permitió la llegada al país de numerosos intelectuales durante la Guerra Civil Española.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico