Iniciaron las penosas campañas electorales y no hay propuestas por escuchar más, sí mucho por analizar a partir de los discursos que los candidatos exponen en sus mítines.
Lo que he escuchado hasta el momento por todas partes sea en la televisión, radio o redes son anuncios donde luchan los unos contra los otros, la pregunta es ¿para qué gastar dinero en eso? Derrocar un partido, tener más experiencia y canas que el contrario, dará entender por quién votaremos en fin, una publicidad cargada de poca inteligencia emocional donde hasta la fecha no se percibe cambio alguno a la pre campaña.
Si en este momento sus discursos son carentes de contenido político y de propuestas, pues están distraídos en molestarse mutuamente, imagine usted si serán capaces de entablar un debate, no soy adivina, pero supongo que se sacaran los trapitos al sol y ninguno expondrá algo que sea valioso o que corresponda al cómo debería de comportarse un candidato presidencial.
¿Será que cada vez hay menos políticos de verdad? O los asesores políticos creen que no notamos su estrategia política incongruente con un discurso vacío.
Parecería que los candidatos presidenciales buscan un me gusta en lugar de un voto, como cualquier usuario de red social.
Lo que más viral se vuelve en internet son los memes, videos cargados de violencia, de disparates de borrachos y “chistosos” así que a partir de esos resultados es que se creará el contenido que veremos y tendremos que aguantar en nuestras redes.
Lo de hoy es hacer mercadotecnia en internet, entonces nuestra información es la que hace que los anuncios en las redes nos lleguen gracias a las segmentaciones que de ella se hacen.
Todos creíamos que las políticas de confidencialidad eran seguras, pero ahora sabemos que fácilmente se pueden vender y así manipular a los usuarios de las redes tal como pasó en la campaña de Donald Trump, a quien Facebook cedió los perfiles de sus usuarios para así poder establecer una gran estrategia mercadológica.
Dudo mucho que un partido político mexicano le llegue al precio a Facebook, pero quizá hay mucha información que se mueve en el mercado negro y lo que nosotros creíamos que era privado ahora, además de ser público, es objeto de manipulación mediática.
Las campañas políticas no serán nada transparentes, ya lo sabemos, lo nuevo es que los partidos ahora tienen bases de datos y herramientas sofisticadas donde a partir de lo que nos gusta y disgusta crearan el contenido para entretenernos y no para informarnos.
Los dimes y diretes entre unos y otros serán publicados compartidos por todo el mundo, que pena la verdad, pues los discursos no son consistentes ni coherentes y por el contrario nos hacen pensar si los asesores tienen en claro en que nosotros como audiencia analizamos lo dicho y hecho en las campañas y eso nos orilla a tomar una decisión completamente honesta, votar o no.
Como usuarios de las redes sociales estamos expuestos no sólo en que vendan nuestra información personal y hagan uso inapropiado de ella para manipularnos, sino a aguantar una y otra vez el cómo no proponen y pelean, de una manera u otra escucharemos o veremos mil veces la misma historia sin final feliz, todo gracias a que Facebook es el espía más grande y ventajoso del todo el mundo.
De sólo pensar en cómo compartirán contenido sin relevancia y llenarán nuestros muros y quizá hasta WhatsApp me da la impresión de que estas elecciones serán las más absurdas.
Este demonio llamado red social es el fin de la idealización de una campaña electoral limpia, ahora sabemos que nuestra información será usada en nuestra contra para manipularnos y que no tendremos escapatoria ni podremos evadirla a menos que de aquí a Julio no usemos ninguna red social.
Ya no hay cajas chinas ni polarización, la publicidad política será hecha a medida gracias a las micro segmentaciones que nosotros mismos generamos.
En un escenario onírico, si la mayoría de los mexicanos hiciéramos denuncias públicas sobre nuestro descontento con nuestros gobernantes entonces, quizá podríamos encontrar plataformas políticas reales y adaptadas a las necesidades sin que se busque un me gusta sino una mejora de todo, todo lo que está mal.
Es momento de dudar de toda la publicidad electoral y de investigar e investigar para encontrar la fuente y denunciar, en petit comité, lo que encontremos ficticio además de lo evidente.
No nos sensibilicemos con lo que la mercadotecnia en las redes nos ofrecerá y lo que en algún momento caeremos en la tentación de ver o leer.
Como ciudadanos y electores esta vez no podemos ser ciegos o dejarnos llevar por las redes debemos reconocer las necesidades y lo que como nación necesitamos. Si no hay un candidato suficientemente convincente debe ser por que analizamos no su publicidad y bombardeo político, sino lo que en sus plataformas políticas proponen dejando a un lado la cuestión mediática y el que podamos identificarnos con un candidato por su publicidad y no ideario política.
Verifique antes de compartir, infórmese de medio reales y fidedignos pero sobre todo cree una campaña anti campaña para que no sature sus redes sociales de contenido vacío, dimes y diretes, un poco de basura y mentira.
Las redes harán una catástrofe electoral ¿está listo para ello?
Laus Deo
@paulanajber