Uno de los fenómenos sociales más comunes y al mismo tiempo curiosos y sorprendentes durante épocas electorales es la movilización de ciudadanos hacia la candidatura del que va ganando. En el argot político se conoce como “La Cargada”. Personas que no habían decidido cuál era el partido que más les convencía o cual era el postulante por el que habrían de votar, súbitamente se declaran totalmente seguros de que “ese” el que va punteando en las encuestas es el bueno y además es por el que siempre había tenido simpatías, solo que no lo había dicho. Esto, aunque nos parezca indecente, inmoral o poco ético, es un comportamiento normal. Comencemos por recordar que el instinto más fuerte del ser humano es el instinto de conservación de la vida. Y para mantenernos vivos hay que evitar el dolor físico y emocional. También recordemos que una de las causas de dolor emocional más fuerte, es la sensación de pérdida. A todos nos duele perder y a nadie gusta ser perdedor. Si perdemos el empleo, o extraviamos la billetera, o se rompe una amistad, nos duele en el alma. Pérdidas mayores como el fallecimiento de un ser querido, un divorcio o una bancarrota pueden colocar el ánimo por los suelos, hacer a la persona sentir una sensación devastadora y una ausencia total de sentido de vida. Para evitar ese dolor tan grande, el ser humano buscará ayuda y protección. Llorar sobre el hombro de un amigo, contar las cuitas a un compadre alrededor de una copa, cantar canciones de ardidos con la banda de cuates acompañados de un desafinado mariachi, son recursos que sirven para sobrellevar la pena y pasar el trago amargo. Pero la solución definitiva es encontrar la gran cobertura, el manto protector, las cálidas alas de Mamá Cocolita. Esta búsqueda es una reacción neurológica esencial del cuerpo humano y la traemos integrada desde que nacemos. Ni siquiera tenemos que pensarla o decidirla, se produce de manera inconsciente, porque es una respuesta de las neuronas subcorticales y del tallo cerebral. Son respuestas cerebrales en las que participa el Sistema Límbico (Área de la Emociones) que hace sentir el miedo a quedarse fuera del grupo ganador o peor aún fuera del presupuesto. Y también todas las estructuras Subcorticales (Área de las manifestaciones viscerales) que llevan al individuo a cambiar súbitamente de decisión” …yo nunca he sido del partido morado, siempre he sido del colorado..” ¿Pero por qué es inconsciente? Porque en esta actividad no participan los lóbulos frontales que son los del juicio, el raciocinio, la conciencia y la toma de decisión sensata. Esta es la zona del cerebro que más tarda en madurar y es penoso decirlo, pero en algunas personas nunca llega a suceder. Así que cuando la balanza de las preferencias electorales se carga hacia un candidato, las encuestas de opinión señalan a un personaje como el seguro ganador y el abrumador volumen de memes en las redes sociales indican quien será el efectivo. Muchos electores experimentarán esta saludable y protectora reacción cerebral “La Cargada”. Y si a Usted le molesta, esta conducta en sus amigos o parientes, por favor no sea exigente ni drástico. Comprenda que es una manifestación de su instinto de conservación de su vida. Y así los entenderá y hasta le resultarán simpáticos.