- Presentan iniciativa para reformar el artículo 31 de la Ley General de Salud
- Transnacional logró que el retroviral Atripla entrara al mercado mexicano con un retraso de cuatro años para provocar que las instituciones de salud compraran por separado otros medicamentos
Un medicamento oftálmico con 3.5 miligramos de neomicina tiene un valor aproximado en el mercado de 456 pesos, lo que implica que un kilo de neomicina tiene un costo de 140 millones de pesos; en contraparte, el kilo de oro cuesta 789 mil 369 pesos, algo intolerable, señaló el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República, Patricio Martínez García.
México es una de las naciones que tiene los precios en medicinas más elevados en el mundo, si bien la Ley ordena a la Secretaría de Economía establecer el costo, así como asegurar su adecuada distribución y comercialización, en los hechos este mecanismo ha sido ineficaz.
El senador Patricio Martínez García propuso en el pleno del Senado de la República una Iniciativa con Proyecto de Decreto para reformar el artículo 31 de la Ley General de Salud, con el fin de dotar de atribuciones a la Secretaría de Economía, para que fije los precios máximos de venta al público de los medicamentos en beneficio del público en general, debido a los precios exagerados que establecen las empresas distribuidoras de medicinas en el país.
Los precios en México son superiores que en otros países, como es el caso del ungüento oftálmico citado, pues en Colombia cuesta el equivalente a 200 pesos mexicanos y en Estados Unidos 190 pesos, pero la diferencia es para todos los medicamentos que se venden en territorio mexicano, controlados por 14 de las 15 principales empresas farmacéuticas en el ámbito internacional, explicó el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República.
En una investigación realizada por la organización Ojo Público, titulada The Big Farma Project, evidencia que los medicamentos en México llegan a tener precios hasta tres veces más elevados que en el resto de América Latina, destacándose los utilizados en tratamientos contra el cáncer, el VIH SIDA y la diabetes, expuso Martínez García.
Un ejemplo de competencia desleal, el caso de Merck Sharp & Dohme (MSD), cuando la trasnacional logró que el retroviral Atripla entrara al mercado mexicano cuatro años tarde, en 2010, para provocar que las instituciones de salud le compraran Efavirenz, Emtricitabina y Tenofovir por separado, los cuales combina Atripla por un cuarto del precio total, por lo que llegó a ser una de las medicinas más caras de América Latina.
En estos momentos la Iniciativa fue turnada para dictamen a las comisiones Unidas de Salud, de Comercio y Fomento Industrial, y de Estudios Legislativos.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico