Eso de beber café conversando con los amigos es de las actividades que más disfruto, siempre es mejor cuando se tiene un lugar común y recurrente para esas reuniones, una cafetería en la que sabemos que a cierta hora encontraremos a personas conocidas con las que es ameno intercambiar ideas.
A finales de la década de los ochenta, recuerdo que en varias ocasiones nos reuníamos algunos buenos amigos poetas en el Café Fausto del Hotel Francia. En ese pequeño establecimiento que estaba ubicado en la esquina de Madero y la Plaza de la Patria donde ahora es parte de la tienda Sanborns podíamos ver de vez en cuando en otra mesa al Maestro Víctor Sandoval con sus amigos conversando al medio día. Ahí es donde el autor de Fraguas con sencillez y amabilidad aceptó que le obsequiara un ejemplar de mi primera publicación individual, el poemario Esperando abril, meses después desde España recibí una carta de Víctor Sandoval opinando de mi trabajo literario y desde entonces fuimos amigos. Muchos años después, en la primera década del nuevo siglo el maestro Víctor Sandoval me invitaba a tomar café con sus amigos en la cafetería del Sanborns en la planta alta, fueron sesiones amenas e interesantes.
Hay muchos sitios memorables en los que he podido beber un buen café con amigos, en Guanajuato estaba el Café Dadá en la Plaza de El Baratillo varios amigos escritores y periodistas nos reuníamos en la década de los noventa a conversar, jugar ajedrez y conocer amigas antes de las cervezas de la noche. En la Ciudad de México estaba la cafetería de la primera Librería Gandhi en la calle Miguel Ángel de Quevedo, ahí me encontraba con amigos no solamente de esa ciudad, sino también de otros lugares que iban ahí a comprar libros, también por supuesto la que está dentro de la Cineteca Nacional era un excelente lugar o bien la ubicada en la Plaza de Coyoacán a un lado de la librería El Parnaso y en Guadalajara el Sorbo de Café en la avenida Chapultepec como también el legendario Madoka legendario lugar al que se decía llegó a ir el escritor Juan Rulfo.
En casi todas las ciudades hay un buen lugar para tomar café, en el Caribe de Colombia citaba a los amigos poetas que integraría en la antología que elaboraba en la plaza Bolívar de su localidad, estaba casi seguro que en cada ciudad habría una plaza dedicada al Libertador y que seguramente ahí encontraría vendedores ambulantes de “tinto”, el delicioso café tradicional de ese país.
Sabemos que el café sin una buena charla no sabe igual, ese libre cambio de ideas le da un mejor sabor. Cuando narrador Gabriel García Márquez era un modesto reportero del diario El Heraldo de Barranquilla asistía con sus amigos a un pequeño establecimiento de comida y bebida llamado La Cueva, ahora derivado en un restaurante para turistas. En ese lugar, su dueño de manera inteligente colocó un letrero en letras negras y fondo amarillo que decía: “Aquí nadie tiene la razón”, una regla fundamental para el encuentro plural y civilizado de las ideas. Un poco así es esta columna Café Fausto y con esa vocación deseo aportar como homenaje a ese lugar, ahora este espacio en La Jornada Aguascalientes.
En esta columna hablaremos un poco de todo desde la mesa de los amigos que ahora regularmente encuentro en las cafeterías de la calle Venustiano Carranza y en las Del Codo, o mejor todavía si es en alguna cantina con botana.
Refill: Me entero que mi amigo, el escritor Alejandro Sandoval Ávila recibirá el Reconocimiento y Galardón MUSE que entrega el Museo Escárcega de esta ciudad a artistas que han desarrollado una carrera de vida y trayectoria durante más de treinta años enriqueciendo el legado artístico del estado.
Felicito al Maestro Alejandro Sandoval, un hombre de gran talento literario tanto en narrativa como en poesía, que ha desarrollado su actividad artística con sencillez y nobleza.
El Museo Escárcega realizará un Ciclo de Veladas Culturales los días 8, 15 y 22 de marzo a las 19:30 horas, Sandoval Ávila participará en la última fecha en una mesa con el tema La proyección internacional de los artistas locales, espero todos podamos asistir a estos eventos.
Esperamos con interés tus siguientes columnas y que mantengas ese tono de charla amena. Enhorabuena, mi estimado Fabian.