- Para finales del año se espera el paso del cometa Wirtanen, que será visible a simple vista
- Inicia el próximo martes en Museo Descubre un curso para quienes se quieren iniciar en la afición de la astronomía
El día apenas comenzaba, con escasa luz del cielo las personas se dirigían hacia la explanada de la Casa de la Tierra, al interior del Museo de Ciencia y Tecnología Descubre, guiadas por las linternas de los vigilantes del lugar; entre los arbustos se abrían paso a la zona despejada, donde en una pequeña plataforma de cemento y a los alrededores, cerca de seis telescopios estaban dispuestos para la observación, el frío no mermó su interés y su deseo de apreciar el fenómeno que se esperaba, el supereclipse de Luna azul se aproximaba.
Los ánimos decayeron un poco, eran las cinco horas con 55 minutos, tiempo para el cual se estimaba comenzara el evento, más de 50 personas se encontraban ya en el lugar y la densidad de las nubes era mayor, ni un rayo de claridad favorecía la visualización, pero no desistieron, permanecieron ahí escuchando la descripción que Julien Potier, encargado de visualización científica, hacía sobre la convergencia de tres características particulares de la Luna para conjugar el esperado eclipse.
Apenas se alcanzó a despejar el cielo, cerca de las 7:00 de la mañana, y los telescopios se ajustaron para ver si era posible percibir algo, esto duró escasos segundos, pero las miradas curiosas de los asistentes buscaron entre los reflectores algo con que saciar su ansia de conocer más sobre las maravillas que nos ofrece el universo.
Conforme amanecía las personas se dispersaban, clareaba, la Luna se ponía y con ello se disolvió cualquier posibilidad de ver el efecto que el satélite ofrecía y que en otras partes del mundo habían podido apreciar en todo su esplendor, la magnitud del universo, el característico color rojo de la denominada Luna de sangre y su majestuosidad que la hace parecer gigante, como si se nos fuera a caer encima.
El experto en astronomía alentó a los asistentes y a quienes gusten de esta ciencia, a ser pacientes con las situaciones adversas de la naturaleza, que en ocasiones impiden la observación plena de estos fenómenos; explicó que si bien las nubes no permitieron ver mucho del cielo, salvo en momentos en que se pudo percibir el planeta de Júpiter, la visualización con los telescopios es más específica pero no va más allá de lo que se debe percibir naturalmente con la vista, por lo que es imposible captar algo del eclipse con este tipo de instrumentos si las nubes no permiten ver la Luna a simple vista.
“Es parte de los gajes del oficio de astrónomo, hay que ser resistentes a la frustración, pacientes; no siempre se tiene suerte con el clima, ha sido muy complicado estos días, pero habrá otros acontecimientos interesantes este año”, enfatizó.
El encargado de Visualización Científica adelantó que un fenómeno que se podrá apreciar a finales del año, entre el 13 y 15 de diciembre, mismo que describió como uno de sus favoritos, es el paso del cometa Wirtanen, para el último día se estima que estará en su punto más cercano a la Tierra, será visible prácticamente toda la noche y se pronostica que sería visible a simple vista. Para ello, Julien Potier dijo que se buscará planear un evento fuera del Museo Descubre, apostando a zonas despejadas, en el campo, con cielo bien oscuro para poder disfrutar la observación; “es un cometa de periodo corto pero seguramente es el mejor acercamiento que tendremos en siglos a la Tierra del mismo, vale la pena realmente aprovecharlo”.
Sobre eclipses destacó que el siguiente fenómeno solar visible en México está pronosticado para el 14 de octubre de 2023, se percibirá de forma parcial en el estado, pero será un eclipse anular en la península de Yucatán; el próximo eclipse total de Sol, el primero en el país desde 1991, se espera para el 8 de abril de 2024; “se va a ver aquí en Aguascalientes con una parcialidad de más del 90 por ciento, para verlo total habría que ir un poquito más al norte, a Mazatlán, Torreón, Durango, que son los lugares más privilegiados para observarlo”, detalló.
El astrónomo explicó que en fase de Luna llena no se recomienda como el mejor momento para su observación, sino cuando se encuentra en un cuarto, con una larga línea de transición entre la luz y la oscuridad, ya que el relieve de la Luna está iluminado a ras con lo que se proyectan sombras que permiten apreciar la tridimensionalidad de los cráteres y montañas para disfrutar mucho más de la belleza del satélite.
En la búsqueda de involucrar más a la gente en el conocimiento científico y astronómico, está por iniciar un curso en el Museo Descubre el 6 de febrero, para quienes se quieren iniciar en esta afición, será los martes de las 17:00 a las 19:00 horas, por 15 semanas, con un costo de 750 pesos.