- Hasta el momento, se han creado primero las políticas para después ver cómo aplicarlas para resolver problemas sociales
Poco a poco han ido ganando terreno las voces de aquellos que cuestionan el enfoque lineal que tienen los gobiernos e instituciones para crear y aplicar sus políticas públicas en el ámbito de la Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI). Hasta el momento, se han creado primero las políticas para después ver cómo aplicarlas para resolver problemas sociales cuando realmente la sugerencia que dan los expertos es que a partir de los problemas en concreto es que hay que diseñar las políticas.
Lo que se busca es orientar la CTI para la solución de problemas nacionales: “CTI surgió como un tema de interés vinculado mucho al desempeño económico, al crecimiento, a la productividad, a la competitividad (…). Gran parte de los equipos de investigación en varias partes del mundo justificaron la exploración desde la innovación en ese propósito, que los países se volvieran más competitivos, pero desde hace un tiempo se ha venido discutiendo que no necesariamente la promoción del crecimiento y el incremento de la productividad redundan en un mejoramiento de los estándares de vida de una sociedad”, explicó el doctor Juan Manuel Corona, investigador de la UAM.
A partir de que se volvió evidente que una sociedad innovadora no es sinónimo de rentabilidad y mayor participación tecnológica en los mercados sino una que utiliza la ciencia a su favor para solucionar problemas locales, se empezó a hacer un giro en el enfoque donde el objetivo fundamental de tener un crecimiento es a partir de la resolución de las necesidades humanas.
Esto es una labor mucho más compleja de lo que se aprecia a primera vista porque “el incremento del bienestar social está atado a otras dimensiones más complejas, y hay que ver cuáles son las prioridades”, señaló Corona.
Sin embargo, es fundamental empezar a modificar los marcos con los que se han venido construyendo las políticas públicas, por varias razones pero principalmente por una que la investigadora de la UAM, Gabriela Dutrénit resumió en una pregunta: “¿Para qué tener más capacidades científicas y tecnológicas si no están enfocadas a algo? Al final nosotros como investigadores usamos recursos públicos”.
Al hacer un análisis de los instrumentos actuales de diseño de políticas de CTI, los expertos aconsejan que el proceso de diseño de las políticas se enfoque a problemas nacionales porque hasta el momento no están vinculadas a ellos, sumando además el problema de que en México cada vez se reduce el presupuesto enfocado a la CTI.
La doctora Rosalba Casas, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, fue a una de las raíces del problema cuando planteó que hay que esclarecer qué se entiende por problemas nacionales. Partió de la idea de tomar a la población como el centro para definir ‘problemas nacionales’: “Cada uno de los investigadores hacen lo que pueden según su perspectiva y según lo que entienden qué son los problemas nacionales (…). Los problemas en realidad son una construcción social por lo que hay que definirlos entre un conjunto de actores”.
La homogeneidad de definiciones y discursos es el punto de partida pero, “a pesar de que ha habido cambios en el discurso social, podemos demostrar con datos que las políticas se siguen orientando con una concepción ofertista y lineal”, continuó la doctora Casas.
La sugerencia es partir de un problema para tener un uso social en específico de la investigación, un conocimiento que tenga aplicaciones específicas porque “tal como se ha venido haciendo los usos se definen después”, concluyó Casas.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico