- Consideran que la comunicación pública es más compleja que la labor del periodista, en su tarea de permitir conocer de manera indirecta fenómenos que ocurren en el mundo
En la construcción de la noticia inciden criterios editoriales, roles periodísticos y rutinas de producción que favorecen la visibilidad de ciertos actores y temáticas, en contraste con la opacidad de otros. Salvador de León Vázquez, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), estudia estas prácticas informativas que contribuyen a la complejidad del periodismo.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Salvador de León detalló: “El periodismo es un proceso social que tiene su complejidad porque está enlazado con prácticas culturales, a partir de las cuales se construyen narraciones del acontecer bajo formatos periodísticos que finalmente van a tener una salida mediática, y en este proceso participan una multiplicidad de actores, en donde los periodistas son los agentes que están en el centro, haciendo la práctica de construir la narrativa, de producirla, pero no son los únicos que participan en la construcción periodística”.
Comunicación pública e intereses privados
En esta práctica periodística, confluyen además otros actores, como los empresarios de los medios de comunicación, las fuentes informativas y los públicos a quienes va dirigida la noticia, estos influyen en la construcción de un discurso y en las políticas editoriales a las cuales se ajusta la construcción de la noticia. Por ello, la comunicación pública es más compleja que la labor del periodista, en su tarea de permitir conocer de manera indirecta fenómenos que ocurren en el mundo.
“Se mezclan elementos de orden social, político, económico y cultural, que van entremezclados, y son muy difíciles de separar. De ahí la complejidad que hay que tratar de entender y explicar de manera conjunta, pues se ven reflejadas en los medios de comunicación, porque son actores que tienen una línea editorial a favor o en contra de ciertas posturas políticas y expresiones, porque los medios de comunicación suelen ser empresas privadas que tienen intereses económicos y políticos, porque a la par, también participan en la actividad política, dando voz a los políticos, tomando posición a favor o en contra de ciertas posturas políticas”, destacó.
Nuevos medios, nuevas prácticas
Sin embargo, a contracorriente de estas rutinas en el ejercicio periodístico, surgen proyectos mediáticos emergentes que se diferencian de los medios tradicionales, estableciendo modelos no convencionales de producción, así, los periodistas rompen los roles que cumplen dentro de los medios de comunicación, donde su desempeño depende de la fuente informativa que cubren o de la posición que tienen dentro de la estructura del medio.
“Estos proyectos independientes que están fuera de la industria mediática, de hecho están apareciendo como un cuestionamiento a los valores tradicionales del periodismo, están haciendo periodismo de otra manera, no cubriendo las fuentes informativas oficiales o tradicionales, sino dando voz a otros actores que antes eran invisibles, yéndose, por ejemplo, a hacer trabajo a veces casi antropológico a comunidades que están siendo devastadas, afectadas por el narcotráfico, que están siendo desplazadas por macroproyectos transnacionales -como las mineras-, o con los migrantes”, subrayó.
Además de dar voz a aquellas minorías ausentes en los medios tradicionales, en la parte financiera estos proyectos emergentes también presentan modelos novedosos, pues al tener en su mayoría una línea editorial crítica, no reciben recursos del presupuesto para publicidad oficial en los medios de comunicación, además, a los anunciantes tampoco les interesan estos medios independientes, que por lo regular son digitales.
Por ello, se apoyan en algunas herramientas que ofrece la cultura de la web, como fondeadoras, mediante estas solicitan el apoyo de lectores y usuarios para que les otorguen recursos que permitan financiar su ejercicio periodístico, o bien se inscriben a concursos de instancias internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), que tienen programas para favorecer el fortalecimiento de las democracias.
“En ocasiones, este bloque de medios que está emergiendo, se conocen entre ellos, aunque están colocados en diferentes partes del país, y son solidarios, se acompañan, se comparten información y hacen muchas cosas juntos. Es un bloque que se viene a sumar a ese otro espectro de medios tradicionales, que de por sí ya era complejo”, concluyó el también miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Con información del Tomás Dávalos y Agencia Informativa Conacyt