- La muestra contendrá prototipos que alteran condiciones sonoras y lumínicas del espacio
Diferentes prototipos realizados con tecnología casera y con los cuales el visitante podrá modificar el espacio, tanto las condiciones lumínicas como sonoras del mismo, serán mostrados en la exposición Todo se construye. Cosas raras digitales que se presentará a partir de este mes de enero en el Centro de Cultura Digital (CCD).
Con esta muestra totalmente interactiva, el recinto de la Secretaría de Cultura arrancará el año 2018, con el fin de mostrar de manera más sólida una parte de los resultados obtenidos luego de cinco años de existencia del Centro de Cultura Digital.
En esta ocasión se presentará el trabajo del Laboratorio de Tecnologías Libres, un equipo dedicado a construir artefactos y prototipos de manera casera, sin necesidad de grandes recursos, con base en el espíritu de compartir el conocimiento y de reutilizar la tecnología. El día de inauguración de la muestra aún está por definirse.
Grace Quintanilla, directora del CCD, señaló que Todo se construye exhibirá cosas raras digitales, prototipos que se han construido para modificar tanto las condiciones lumínicas como sonoras del espacio “y que son una pequeña muestra de lo que podemos hacer con el conocimiento”.
Lo que el visitante verá en esta exposición, dijo, son “piezas que alteran el espacio, registran los movimientos en el entorno y que de alguna manera le dan una forma, un sentido distinto y hacen visible cómo es que todos los movimientos y las presencias puede ser detectados y generar ciertas reacciones que alteran el espacio”.
En la Sala Memorial, por ejemplo, los asistentes encontrarán cuatro cajas, una especie de “cubitos mágicos” que al moverlas cambian la iluminación del espacio y generan sonidos de sintetizadores, campanas, órganos o percusiones, con los cuales los visitantes podrán generar sus propias melodías.
Dentro de la exposición se podrán admirar robots hexápodos realizados con material reciclado, así como lápices y otros materiales de oficina, que detectan el movimiento, así que cuando el espectador se acerca, ellos se activan.
Todo se construye tendrá además un brazo robótico impreso en 3D que, con sensores, detecta y sigue los movimientos del visitante quien, asimismo, tendrá la oportunidad de dibujar en una pantalla tan sólo con los movimientos de sus manos, gracias a interfaces intuitivas.
Otra pieza de la muestra será una serie de cubos que operan con un identificador por radiofrecuencia, la misma tecnología que utilizan las tarjetas del Metro que al pasarlas, se hace el descuento que nos permite el acceso.
Con estos cubos, el visitante podrá jugar, ya que al colocar las diversas caras de estas cajas en un sensor, se proyectarán en una pantalla diversos videos, tutoriales y memorias, todos hechos en el CCD, lo que muestra las posibilidades de las nuevas formas de interacción para mostrar contenidos.
Formará parte de la exhibición una batería hecha con platillos de madera y sensores caseros que, al recibir el golpe de una baqueta, detonan el sonido y controlan la iluminación del espacio hecha con 100 focos.
Los asistentes podrán ingresar a un pasillo musical hecho con el software de composición algorítmica Pure Data que transmitirá, vía internet, distintos momentos de la pieza que se detonarán según el número de escuchas, por lo que si sólo hay una persona, la composición tendrá únicamente un sonido.
Todo se construye estará acompañada por dos piezas más: una pequeña impresora de efemérides, que al apretar un botón, brinda un ticket con un suceso ocurrido en la fecha en la que se opera la máquina, así como distintos videojuegos que podrán disfrutar los asistentes en la pantalla gigante led ubicada a la entrada del Centro de Cultura Digital.
Grace Quintanilla destacó que tras una convocatoria internacional para productores de videojuegos se seleccionó a ocho piezas diseñadas específicamente para esa gran pantalla, las cuales se presentarán cada semana.
Además de que los visitantes podrán jugar con todos estos prototipos, la directora del CCD indicó que todo el programa educativo de 2018 estará basado en esas cosas raras digitales que ahí se exhiben, para que los interesados puedan construir sus propios artefactos.
Y es que, dijo, son tecnologías accesibles y relativamente fáciles de construir, por lo que se brindarán talleres y se facilitarán los tutoriales para compartir estos conocimientos de forma gratuita, a fin de alentar a los jóvenes a que construyan su propia tecnología y desmitificarla como algo inalcanzable, que sólo se compra y usa.
“La idea es hacer ver que podemos ser productores de tecnología, mientras más entendamos cómo se construye, mejor control y uso tendremos de ella”, lo cual, comentó, va con el espíritu del CCD que busca compartir el conocimiento de forma gratuita y hacer la tecnología bastante accesible.
Con información de la Secretaría de Cultura