- El retiro de Estados Unidos de las negociaciones del pacto mundial para migrantes y refugiados traerá consecuencias catastróficas para México: Froylán Enciso
- Políticas migratorias de Donald Trump podrían endurecerse aún más
Traerá consecuencias catastróficas para México el que Estados Unidos abandonara las negociaciones del pacto aprobado por unanimidad en septiembre de 2016 bajo la Declaración de Nueva York, con el propósito de mejorar la protección y gestión de los movimientos de migrantes y refugiados, manifestó Froylán Enciso, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (Cide), en el Programa de Política de Drogas.
El académico recordó que parte de ese pacto, propuesto por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), se pedía a los Estados Unidos que se respetara los compromisos ya adquiridos con ciudadanos de Centroamérica, específicamente del Triángulo Norte (Salvador, Guatemala y Honduras) en cuanto a la recepción de refugiados; además de otros compromisos ya signados, para los refugiados haitianos, como ejemplo.
Manifestó que el retiro de Estados Unidos para las negociaciones del pacto mundial, traerá como primera consecuencia el que ahora sí, se negará a dar trámite a las solicitudes de asilo y refugio de ciudadanos haitianos asentados en suelo mexicano, en espera a que sean atendidas, además de que posteriormente pueda decidir deportar a los migrantes y solicitantes de refugio al lugar por donde entraron y no a los países de origen.
Lo anterior significa que si llega -por ejemplo- un salvadoreño a solicitar refugio, se le pueda deportar a algunas de las ciudades fronterizas mexicanas, en lugar de trasladarlo a su país; lo cual significaría un costo para el gobierno mexicano, que no tendría por qué asumir. “Estados Unidos quiere desconocer todos sus compromisos internacionales en cuanto a protección de refugiados, y eso vulnera nuestra soberanía”, apuntó el investigador.
Un tercer aspecto en el que la decisión del gobierno norteamericano afecta, al no cumplir Trump los compromisos internacionales de protección a refugiados y asilados, es que cada vez más los migrantes y refugiados centroamericanos decidirán quedarse en México, lo cual satura el sistema creado para tal efecto, pues la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (Conar), no cuenta con los recursos y el personal suficientes para atender la actual ni la posible futura demanda, ya que actualmente sólo cuenta con oficinas en Tabasco, Veracruz y Chiapas; lugares de alta incidencia de violencia e inseguridad.
Froylán Enciso comentó que esta situación del retiro del gobierno de Estados Unidos de la Declaración de Nueva York, coincide además con la crisis político-electoral de Honduras, lo que puede provocar nuevas olas de desplazamientos de refugiados hacia la frontera sur de México, en un momento que no existen recursos necesarios para atenderlos, además de que, en un contexto de violencia que impera en el país, no se les puede garantizar que llegan a un lugar más seguro del que vienen.
“México será el punto medio entre las presiones de los flujos que vienen de Centroamérica al norte, que al no llegar a los Estados Unidos se quedan aquí y el flujo de norte a sur, de la gente que viene huyendo o viene deportada como consecuencia de las políticas migratorias de Donald Trump”, subrayó el académico.
Todas estas medidas convierten aún más complicada la situación de los migrantes y refugiados, al igual que para México, pues a todo esto se agrega las presiones propias de los peligros que ya existen en el país para estas personas, “si viene un centroamericano acá, huyendo de la violencia, pues a buen árbol se arriba, pues estamos pasando por una crisis de violencia que no habíamos visto en los últimos 20 años”, expresó Enciso.