- Un Picasso muestra a López Tarso como un pintor capaz de seducir a su enemigo, someterlo y convertirlo en su más ferviente admirador
- A sus 93 años, el primerísimo actor se ve en los escenarios hasta el último de sus días
- Su mayor satisfacción y lo que más le gusta es hacer teatro
Con la reactivación de las obras teatrales del Instituto Mexicano del Seguro Social se apuesta al arte escenográfico con obras de talla internacional; con la calidad de actores como Ignacio López Tarso, gran ícono de la época de oro del cine mexicano, se llevó a cabo la tercera puesta en escena de la temporada en la entidad; Un Picasso aborda un fragmento de la vida real de uno de los más grandes genios del siglo XX, el famoso pintor Pablo Picasso es retratado con exquisitez por el nonagenario actor.
Esta pieza teatral engancha a los espectadores, el renovado recinto registró un lleno total, donde, en compañía de la actriz Gabriela Spanic, López Tarso personificó al retratista en una escena durante la ocupación alemana en Francia cuando es detenido e interrogado por una funcionaria de Cultura, para que reconozca y certifique que tres de sus pinturas son auténticas.
Con tintes de ironía, sarcasmo, seducción, pasión y entrega, el texto conjuga la historia real con la ficción, en un trabajo actoral en que se evidencia la capacidad del famoso pintor de coquetear con su enemigo, someterlo y convertirlo en su más ferviente admirador.
Previo a que se abriera el telón, el gran actor, iniciador e impulsor de los teatros del IMSS, reconoció el esfuerzo de las autoridades por ponerlos nuevamente en funcionamiento, luego de 54 años de que fueron inaugurados: “En 1963, principios del 64, hice una gira por toda la República de casi cinco meses, en los que inauguré los 38 teatros que tiene el Seguro Social en toda la República, empezando por el Teatro Hidalgo en la Ciudad de México”.
Se alegró de que al teatro de Guadalajara, el primero que inauguró, se le puso su nombre, como un homenaje a su trayectoria; de la obra, detalló que el encuentro con la mujer que supuestamente integraba el ejército alemán fue real, aunque es judía y ocurre en la vida de Pablo Picasso en 1941 en París, cuando ha sido ocupado por las tropas alemanas nazistas. “De ahí surge un gran amor; primero empieza un gran conflicto y luego se convierte en un acto casi amoroso en escena (…) de este día que se conocen, hay todavía un recuerdo, que es una hija, Paloma Picasso que todavía vive en Europa”.
Luego de más de 450 representaciones con esta puesta en escena, López Tarso busca continuar con la temporada de Aeroplanos, en la que alterna con Manuel el Loco Valdés, y que ha sido intermitente por la salud de este último actor; además tiene otro proyecto en puerta con Erika Buenfil y Sergio Basáñez.
Con más de 70 años de carrera, el primerísimo actor enfatizó que su mayor gusto es hacer teatro, pese a los grandes avances tecnológicos y la magnitud que pueda representar un proyecto para la pantalla chica o cinematográfico; “he hecho las obras de teatro que quería hacer, he hecho a los clásicos griegos, a los clásicos españoles, a Shakespeare, a Moliere, todos los autores mexicanos, Leñero, Usigli, a Carballido, en fin a todos los grandes dramaturgos mexicanos; he hecho entre 120 y 130 obras de teatro, cerca de 54 películas y unas 60 historias de televisión”.
Con una lucidez y entereza excepcional, el teatrero enfatizó que su mayor satisfacción ha sido dar vida a hermosos personajes, bellas obras de teatro y textos magníficos, que le han permitido explayarse como ha querido, con una gran respuesta del público. Por su mente nunca ha pasado el retiro, se ve en los escenarios hasta el último de sus días, aunque en varias ocasiones ha dicho que cumplir un centenario de vida sería una buena fecha para dejar el mundo de la farándula y dedicarse a descansar. “Espero llegar pudiendo moverme, pudiendo responder, mi cabeza, mi pensamiento, mi memoria, toda la maquinaria; si puedo seguir, seguiré todo lo que más pueda”.
López Tarso consideró que en Aguascalientes hay buena actividad teatral, se han consolidados grupos importantes en materia, por lo que dijo que se deben aprovechar los espacios diseñados para las puestas en escena, como los teatros del Seguro Social, que sirvan para incentivar el gusto por este arte. “El teatro de calidad debe nacer de las propias gentes del teatro, de cada ciudad; aquí vendremos muchas veces con obras de teatros, luego traeremos otras obras, una que estoy haciendo del teatro francés que se llama El Padre”.
Enfatizó que lo ideal es que la actividad de cualquier teatro se nutra con lo que se produce en cada ciudad; se debe dar mayor impulso a los grupos de teatro que surjan y el apoyo necesario para que ofrezcan calidad y que ocupen y se apoderen de sus propios escenarios, que llenen los recintos con los públicos locales, que tengan la fortuna de que se dedique al fomento cultural.
El actor recalcó que es la presencia del público lo que hace el teatro, de lo contrario no existe pues de nada sirve un escenario con actores hablando solos; por ello apostó a la calidad de las puestas en escena, para que estos espacios estén llenos de gente, a través de la promoción de esta disciplina cultural. “El público es el gran motor del teatro, el público te aplaude y los sientes presente; eso no tiene comparación ninguna, por eso aunque el cine y la televisión son muy divertidos, atractivos y muy bonitos, el teatro tiene esa gran ventaja, porque en el cine y la televisión estás detrás de una cámara”, precisó el consolidado protagonista de Macario.