Ahora resulta. Severo debe haber sido el “estate quieto” que le aplicaron a los priístas el fin de semana pasado que los efectos se extendieron hasta el miércoles y al Congreso local, donde el grupo parlamentario de Nueva Alianza, que francamente no se caracteriza por activismo legislativo, le robó cámara y tema a los del tricolor.
Las malas lenguas más bien definen a los del Panal por ser los diputados que se pintan solos para los menesteres del cabildeo y la vendimia legislativa, bajo esa perspectiva habrá que leer el papel protagónico asumido por la bancada neoaliancista al hacer suyo el caso.
Atrás de la raya. Le habíamos contado que Miguel Ángel Álvarez, presidente del Grupo Industrial de la Leche (Gilsa), aseguró que las finanzas y ventas de Gilsa son sanas y transparentes, que mediante comunicado de prensa respondió al grupo de productores, encabezados por José Vidal de Anda González, que solicitó la intervención del Congreso para destituirlo. El titular del Gilsa también pidió que todos mantuvieran una “sana distancia” de los asuntos internos que sólo a los socios del Grupo Industrial de la Leche incumben.
Extrañamente, los legisladores del Panal, ayer emitieron un punto de acuerdo en el que “instan” a Carlos Lozano de la Torre para que todas las dependencias que tengan que ver con la “promoción, generación y sostenimiento de la planta laboral de las empresas” intervengan como mediadores en el caso Gilsa, para “preservar la estabilidad de las familias que dependen económicamente de dicha empresa”. Así lo firmaron los diputados Heriberto Gallegos Serna, Marco Arturo Reyes Delgado, Luis Rubén Romo Marín, José Manuel González Mota y Roberto Martínez Muñoz.
Seguro los del Panal saldrán a decir que el único interés que les mueve a atender el llamado que se hizo al Congreso por parte de los opositores a Miguel Ángel Álvarez, es no “permanecer indiferentes como responsables de representar los intereses y designios de la voluntad popular…”. Aja, sí. Lo interesante ya no es sólo qué motivó a los de Nueva Alianza, si no con base en qué información aseguran que Gilsa está a punto de cerrar y, como señalan en el punto de acuerdo, “ya ni los bancos les quieren abrir sus puertas para solicitud de créditos y se debe una fortuna a varios proveedores, que por igual ya no quieren surtir de insumos para la elaboración de sus productos”.
¿No le llaman la atención las aseveraciones? A nosotros sí, por eso habría que saber en qué se basan los diputados neoaliancistas para redactar en esos términos su conminación al Poder Ejecutivo estatal.
Todos contra Lozano de la Torre. Mientras el gobernador anunciaba el Programa 2×1 de vivienda para trabajadores que ganan menos de 2.6 salarios mínimos, en otra parte de la ciudad (como en capítulo de Los intocables), los maestros que trabajaban en el Conalep presentaban una queja en las Comisiones Estatal y Nacional de los Derechos Humanos contra el gobernador porque “ha violado las garantías individuales relacionadas con el derecho de audiencia” entre otras cosas. No deja de llamar la atención que Laura Ramírez Pérez, dirigente estatal del Sindicato Independiente de los Trabajadores de la Educación de México, señale que se violan sus garantías constitucionales porque Carlos Lozano de la Torre no les quiso dar audiencia cuando lo que querían era manifestarle “su disposición para trabajar de la mano con las autoridades estatales, sobre todo, para que se acordara el respeto pleno por los derechos de los trabajadores” (como cuenta la nota de Oscar Delgado en la edición de hoy). Quizá hoy amanecimos muy preguntones, pero, ¿de veras?, ¿se atropellan los derechos porque no los quisieron recibir para escucharlos proclamarle su disposición?, es pregunta que se queda pensando en las tácticas de Antorcha Campesina, que cuando le dan, malo y cuando no, también.
Lo que la demanda de los 29 maestros destituidos del Conalep evidencia, es la nula capacidad del titular del IEA para las negociaciones. Corren fuertes rumores de las reuniones en lo oscurito que Francisco Chávez Rangel ha sostenido con esta veintena de inconformes, en las que ha dejado claro que podrían llegar a un acuerdo, con una única condición: que dejen la relación con, precisamente, Laura Ramírez del SITEM, y que si lo apoyaban con esa resolución, de inmediato podrían ser reinstalados los 29 despedidos. ¿Será?
No le ayudan en nada estos rumores a Chávez Rangel y, además, corren en un pésimo momento, ahora que después de la junta priísta los reacomodos y bisbiseos apuntan su nombre como uno de los cuatro candidatos, los “buenos, buenos” que están siendo considerados para que el PRI lo impulse a la alcaldía de Aguascalientes en el 2013.
¿Chávez Rangel candidato a la alcaldía capital? Eso fue lo primero que nos preguntamos porque en los recuentos que hemos realizado, para ser sinceros, ni si quiera lo habíamos considerado, pero los rumores corren fuertes… “Pero si ni priísta es”, nos comentó off the record otro de los candidatos.
Así las cosas y con los murmullos de que la disputa por la alcaldía capital ya sólo está entre cuatro, podríamos leer que una de las consecuencias de la reunión del fin de semana fue darle la razón a la que hasta ahora han querido caracterizar como la “gran ausente”. Al final, ir reduciendo el número de candidatos es una respuesta a lo que postula Lorena Martínez, 45 días de campaña no le van a bastar al candidato tricolor, tiene mucha tarea por delante para poder hacer contacto con la ciudadanía y, seguramente, una intensa operación cicatriz en la cual hilar fino.
Por lo pronto, ahí le dejamos. Mañana le decimos los otros tres nombres de los “buenos buenos” del tricolor.