La importancia de poder presumir a los cronistas de nuestros pueblos y ciudades y de poder tenerlos entre nosotros obliga a toda institución a poder contar o nombrar a este infaltable fedatario de la historia que debe quedar acreditada por ellos día con día. Este ejercicio tan poco reconocido en estos tiempos data desde el año 484 a. C. al mundo llegó en ese año a quien se le conocería como El padre de la historia, ya que fue Herodoto quien con sus escritos dejó constancia de las batallas de los Griegos en contra del temido Darío y su hijo Jerjes con sus tropas persas, ya que en estos épicos encuentros salieron avante los Griegos a quienes en el mundo occidental se les reconoce como los padres de la democracia, este personaje obligó desde entonces a toda nación y pueblo a tener su memoria de tiempos, logros, desarrollo y vida de sus habitantes.
Hace unas semanas escribía en este espacio lo emotivo que hubiera sido que en el aniversario de la ciudad de Aguascalientes nuestras autoridades lo hubiesen regalado un Cronista a esta bella ciudad, pero no fue así; hoy les puedo presumir que el pasado viernes 10, acudí a un emotivo evento a la presidencia municipal de Pabellón de Arteaga pues el cabildo encabezado por el alcalde Cuauhtémoc Escobedo tuvo a bien rendir un homenaje póstumo al profesor Salvador Fierros Esparza cronista e historiador de este municipio, acompañaron al alcalde grandes personalidades de la crónica nacional y local, digna visita la que realizó el licenciado Fernando Martí Brito, presidente nacional de Cronistas de las Ciudades Mexicanas; el licenciado Jesús Santos, presidente de Cronistas municipales; familiares, alumnos, maestros, funcionarios y líderes sindicales se sumaron a este histórico y bien merecido reconocimiento, emotivos mensajes de quienes convivieron en vida con el homenajeado quien desde ahora tiene un lugar en la crónica y vida del municipio en una placa que luce en la entrada a la biblioteca de la sede del ayuntamiento, en ella se le reconoce merecidamente como historiador y cronista de Pabellón de Arteaga, valga decir que ya el rostro del querido “Profe Fierritos” como lo llamaban sus alumnos y amigos, está desde años atrás en el mural de la presidencia municipal de revolucionario municipio, el alcalde en su intervención reconoció la importancia del trabajo que realizan quienes dan fe del acontecer y de la historia de todas las ciudades, ya que quien no conoce su historia está condenado a cometer errores e incluso a repetirla.
Agradezco al amigo cronista Cesar Ezequiel Jiménez y al maestro Ricardo Delgado quienes en un gesto de amistad me obsequiaron su participación misma que vale la pena retomar en algunas líneas para este Reflexio y desde este espacio reconocer a personalidades como el Profe Fierros para seguir insistiendo en la importancia de tener cronistas en nuestras ciudades y pueblos pues ellos son los fedatarios de la historia, vida y desarrollo de todo lugar en el que habitamos los aguascalentenses.
“El profesor Salvador Fierros Esparza nace el 22 de mayo de 1936, en San Pedro Victoria, hijo de Don Abram Fierros Quiroz y de Ma. Del Carmen Esparza. San Pedro Victoria, un sitio especial por ser un lugar que legalmente perteneció a tres municipios (Pabellón, San Francisco y Jesús María), lugar especial por ser la cuna del maestro Salvador Fierros Esparza, a quien honró a los pabellonenses de elegir este lugar para vivir y para escribirle su historia que hoy algunos hemos decidido continuar, nació en una cuna humilde, de familia dedicada a la agricultura y trabajadora, donde seguramente fue ahí donde se le inculcó el amor a hacer las cosas con tanta pasión como lo hizo con todas las actividades que realizó en vida como la docencia y las bellas artes; su genio le permitió ser ilustre autodidacta, la sensibilidad la llevaba implícita, el amor a los estudios, a la ciencia y a las artes le permitieron adquirir conocimientos tan nobles que trascendieron en su obra, contaba con una gran capacidad para procesar en su cabeza todo lo que leía, era hábil con la pluma y se convirtió en el historiógrafo de nuestro pueblo Pabellón.
Oportunamente contó con un gran apoyo del Presbítero Jesús Ramos Becerra (Padre Ramos) para que el maestro Fierros formalizara sus estudios, fue fundador del Internado para niñas donde el presidente López Mateos fue el encargado de inaugurar tan importante institución de Pabellón, ejerció su servicio en las primarias José María Arteaga, Benito Juárez y Colegio Guadalupe Victoria, así como ilustrar con sus conocimientos artísticos en la Casa de la Cultura, escribía casi todos los días sobre lo acontecido en Pabellón, tomaba fotografías y detallaba después de revelarlas todas sus características de tiempo y espacio, fue testigo e impulsor del nacimiento de la obras que transformaron la ciudad en la que habitó siempre, como la parroquia del Sagrado Corazón, la secadora de chile donde se hacían los eventos sociales, políticos y mercantiles, las paradas del ferrocarril en la estación bandera, de la transición de su pueblo amado de comunidad a municipio libre y soberano, del teatro Don Bosco donde él participaba, del Cine Juárez, de la construcción del nuevo edificio del ayuntamiento, de la construcción del Reloj público monumental, de la llegada de los restos mortales del primogénito de este pueblo Pablo Héctor González González, amigo de los pioneros y fundadores de Pabellón y de todo y todos te daban santo y seña, en fin, el maestro Salvador Fierros Esparza era en sí mismo la historia escrita y de vivencia de la crónica diaria de Pabellón de Arteaga.
Una pena que por años no se haya reconocido el trabajo, obra y trayectoria del cronista emérito Profesor Fierros, sin embargo la vida le hizo justicia que durante los últimos años de vida lo que el maestro sembró lo comenzó a cosechar con gran satisfacción, su rostro se iluminó y seguramente se conmovió al verse inmortalizado en un mural, al saber que existía una asociación de cronistas en el estado y en su municipio de cual era parte y un elemento de mucho respeto y admiración y hoy que ya no está físicamente con nosotros, su trabajo, obra y trayectoria nos sigue ilustrando a las nuevas generaciones, sin su aporte Pabellón hubiera perdido mucho. Hoy al develársele una placa, es algo más que merecido, es el reconocimiento al hombre, al maestro, al artista y al Cronista Salvador Fierros Esparza”.
Valga una mención y agradecimiento especial al Profesor Cuauhtémoc Escobedo por tan importante iniciativa, iniciativa que deja un reconocimiento a los cronistas de Pabellón, Aguascalientes y de México, acto que obliga los demás municipios a reconocer la importante labor de historiadores y cronistas que están entre nosotros y que poco valoramos su labor, pues es en ellos en los que se deposita la memoria histórica de los aconteceres de todo pueblo, de toda ciudad y de toda nación.