Los informes de gobierno son por ley una obligación de los servidores públicos electos popularmente.
En tiempos del régimen priista, prácticamente era el Día del Presidente, ya con el panista Vicente Fox se redujo a la entrega del documento al Congreso y la lectura posterior de un mensaje. Con Enrique Peña Nieto en su cuarto Informe, se cambió el mensaje por una especie de talk show en el que el presidente, con un público a modo y sin prensa presente, presumió los logros de su administración, eso sí, la transmisión del evento estuvo a cargo del Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales de la Secretaría de Gobernación. Al siguiente año Peña regresó al formato del mensaje faraónico y entregó el documento que contenía el informe el subsecretario de enlace legislativo de la Segob Felipe Solís Acero, a diferencia de los cuatro años anteriores no acudió el secretario Miguel Ángel Osorio Chong, quien declinó acudir ante los desacuerdos al interior de la Cámara. Es la primera vez que un subsecretario entrega el Informe Presidencial. El documento lo recibió el secretario general de la Cámara de Diputados, Mauricio Farah, en representación de la Mesa Directiva, que no se instaló luego de los desacuerdos entre las bancadas del PRI y el PAN para el nombramiento del nuevo presidente de esa instancia.
En Aguascalientes, a diez meses de la administración, el panista Martín Orozco Sandoval, entregó al Congreso local su primer Informe de Gobierno, el cual fue criticado por las huestes opositoras al entregar al también panista y presidente de la cámara Guillermo Gutierrez Ruiz Esparza, una delgada carpeta executiva de color negro que contenía los logros gubernamentales.
En un intento del equipo de asesores y de comunicación para innovar la práctica del mensaje idearon que el informe fuera presentado por el gobernador en diferentes días y sedes, uno por cada uno de los cinco ejes.
Además de esto se realizó un evento que fue transmitido por el canal 26 (de Gobierno del Estado) para lo que se montó un set en uno de los salones de Ficotrece en el que Orozco Sandoval ante un público de aproximadamente 200 personas, contestó las preguntas realizadas en tiempo real por usuarios de redes sociales, eso sí, en voz de Heriberto Béjar Méndez quien además de ser director de Educación Artística y Casas de la Cultura del instituto cultural de Aguascalientes, es conductor del programa Vitral del propio canal de Radio y Televisión de Aguascalientes.
No se critica el entusiasmo del equipo del palacio mayor por el intento, pero ¿no hubiera sido mejor que los recursos invertidos en los eventos y el show televisivo hubieran sido empleados en un software que permitiera a los ciudadanos conocer las de facturas un día después de que se realice el pago a los proveedores de gobierno, como sucede en algunas partes de estados unidos?
O si el asunto era hacer un evento plural y difundirlo en masa, ¿por qué no montar ese mismo escenario en la explanada de la plaza de la patria en el que pudiera tener acceso cualquier persona? ¿Por qué no poner una urna a la vista en la que cualquier ciudadano pudiera meter un papelito con una pregunta?
¿Será posible que algún día la clase política se asuma como ciudadanía?