Carlos Reyes Sahagún | Cronista del municipio de Aguascalientes
Llega el mes de la Patria; el momento de desempolvar banderas nacionales, rehiletes, matracas y disfraces patrióticos; tiempo de trenzas amarradas con listones tricolores, y paliacates; pitos y cohetes.
El padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla, hace acto de presencia en el principal templo cívico de Aguascalientes, el Palacio de Gobierno. Llega acompañado por un grupo de soldados insurgentes y sus mujeres, tan contentos como él, para recibir una de sus primeras lecciones de civismo…
De esta forma los niños reciben una clase de patriotismo destinada a dotarlos de lo que denominaríamos como identidad mexicana; un primer acercamiento a la historia y a la ciudadanía de nuestro país. De paso, la visita a la sede del Ejecutivo estatal les ofrece una primera evidencia de nuestra forma de gobierno.
Ya tendrán tiempo para adentrarse en la realidad pública de México; del estado, sumergirse en el claroscuro de la Historia Patria para, finalmente, sentirse orgullosos de ser mexicanos, o indiferentes, o nada. (Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected]).