El dilema del recurso humano y el recurso financiero / Enredos Financieros - LJA Aguascalientes
15/11/2024

Estimado lector, el día de hoy regresaremos a nuestros consejos empresariales en innovación y creatividad para tener éxito en los negocios y toca ahora turno a uno de los dilemas más complicados de resolver. La elección entre el recurso humano y el recurso económico.

Existe la creencia de que no puede tenerse una empresa totalmente rentable, si se tiene recurso humano de primera y bien pagado. Se escatima en sueldos, en salarios y por tanto, encontramos en diversas personas las dos posturas irreconciliables. Por un lado encontramos al que defiende a ultranza al trabajador, diciendo que el patrón es un individuo que sólo lo explota, le mal paga y hace hasta lo imposible por exprimir su trabajo y conocimiento para obtener una mayor ganancia, y por el otro, a aquellos que comentan que no hay empleados buenos, que se tienen que estar revisando y supervisando continuamente y que desafortunadamente son un mal necesario.

Esas dos posturas, de hecho, se vieron claramente durante la votación de la Reforma Laboral, por un lado, aquellos que estaban (y siguen estando) totalmente en contra de la misma y por otro aquellos que no sólo estaban de acuerdo, sino que piensan que se quedó corta y que se pudo haber hecho mucho más al respecto.

¿Cuál es entonces el punto medio? ¿O en realidad son dos posturas que nunca podrán congeniar?

La realidad es que es tan o más necesario el recurso humano que el recurso monetario. De hecho estamos de acuerdo en el sentido de que son recursos antagonistas pero no desde la perspectiva anterior, sino más bien que el recurso más limitado en la empresa es el monetario, pero por otro lado el recurso más ilimitado que tiene la empresa es la persona, el recurso humano.

El primer punto que quiero resaltar es la imperiosa necesidad de contratar “segundas manos de primera”, es decir, que las personas que te van a ayudar para desempañar adecuadamente tu trabajo o lograr las ventas adecuadas deben ser de primera calidad, no es posible pensar en un negocio que vaya a estar por muchos años sin esa calidad en sus colaboradores. Ahora bien, si contratas gente de primera, págales como si fueran de primera, no como si fueran de tercera. Es tan común escuchar o ver que las empresas pagan una miseria por trabajos de mucha calidad y todavía se quejan porque dicen que estuvo muy caro.

El segundo punto a comentar es derivado del anterior. Porque si bien es cierto que es necesario pagarles bien a nuestros colaboradores siendo ellos de primera, también es una realidad que muchos de ellos pueden quedarse en su zona de confort o al realizar su sueño de un mejor sueldo, no hacer nada. Hay que tener muy en cuenta que el recibir un dinero por un trabajo prestado, es una contraprestación, es decir, se obtiene debido al éxito por el trabajo realizado. Eso es importantísimo tenerlo en cuenta. Si crees que eres mal pagado, pues tienes que poner en la balanza lo que estás entregando a la compañía en ventas o en ingresos o en ahorros y lo que te están pagando. Es prudente en este caso, poder hacer una comparación con situaciones similares en otras compañías y el pago que reciben por el trabajo realizado y ver si verdaderamente estás sobrepagado o no.

Otra característica esencial es, pues, pensar que si a la maquinaria se le hace mantenimiento preventivo, ¿por qué al ser humano no? Es necesario que la empresa invierta en capacitación, en cursos, pero no sólo para que se dé el requisito legal. No. La realidad es que debe ser una capacitación para hacer y ser mejores personas tanto en el trabajo como en la vida personal. Es increíble lo que hace una pequeña sesión en las personas, sobre todo, cuando le pueden sacar provecho a la misma.

La comunicación es base fundamental para el éxito de cualquier negocio, y para el desarrollo adecuado de las personas en una organización. Cuántas ocasiones nos hemos topado con jefes o personas que piensan que ya sabes lo que tienes que hacer, lo haces de otra forma, no como a ellos les hubiera gustado que lo realizaras y qué problema es para la persona y la empresa, es más, puede llevar a un despido por un malentendido.


Hay una herramienta de pensamiento creativo muy interesante para acabar con los malentendidos, y es el llamado método ADI. En él, las dos partes primero se sientan y sobre una situación dada, se ponen en claro los acuerdos que se tienen respecto a la misma, y después, en otra hoja, todos los desacuerdos que se tienen sobre la misma situación. Al final, la I, son todos aquellos posibles datos que son totalmente irrelevantes para llegar a una solución, pero que pueden llevar a complicar más la situación, ya que no sólo nos enfrascamos en cosas irrelevantes, en ocasiones discutimos sin saber en qué estamos en desacuerdo y en qué estamos de acuerdo.

Espero estimado lector que te sean de utilidad estas pequeñas herramientas, y nos leemos en ocho días.

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