El próximo año, los partidos políticos no sólo recibirán la cifra histórica de 6 mil 778 millones de pesos que les aprobó el Instituto Nacional Electoral (INE). A ese monto hay que sumar el presupuesto que recibirán en cada uno de los estados del país, por lo que realmente tendrán para gastar 11 mil 904 millones de pesos.
Exorbitante suena la cifra, más cuando sabemos en la práctica esas cantidades de dinero se rebasan y por mucho, se ocultan a pesar de los esfuerzos de la autoridad electoral de transparentar este apartado que resulta lastimoso y ofensivo para el grueso de la población.
Esta semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio visto bueno a la ley que aprobó el Congreso de Jalisco el 1 de junio, una iniciativa del diputado independiente Pedro Kumamoto denominada #SinVotoNoHayDinero.
Con la aprobación de este trámite, Jalisco se convertirá en el primer estado del país en reducir los recursos que se les entregan a los partidos. El planteamiento de la iniciativa es el siguiente: el dinero que los institutos políticos reciben dependerá del número de personas que convenzan para votar a su favor.
A través de su portal de internet, este joven representante popular -que desde que empezó con su proyecto ciudadano e innovador, se hizo de miles de seguidores no sólo de su distrito sino de todo el país- explica que cada partido recibe 44.5 pesos por persona registrada en el Padrón Electoral, sin importar si acudieron o no a ejercer su voto, o si éste fue anulado.
Así y por medio de esta iniciativa, se realizará una nueva ecuación para que los recursos se entreguen a cambio de los votos válidos emitidos: multiplicarían los 44.5 pesos por cada persona que haya elegido a un solo partido.
Con ello y si la población, por el motivo que sea, no sale a votar, los partidos recibirían menos dinero y se lograría un ahorro importantísimo -esperemos que así sea- en el presupuesto anual que se les otorga.
Es preciso mencionar que una iniciativa en los mismos términos ya fue presentada en el Congreso de la Unión por el también diputado independiente Manuel Clouthier, de ahí que resultaría bastante positivo que el Congreso Federal y el resto de los congresos estatales la consideraran, al menos así abonarían en algo a la credibilidad que tanta falta hace en la clase política.
Definitivamente las cosas tendrán que cambiar, más cuando las necesidades de la población son otras y los recursos federales deben optimizarse. La pregunta es si realmente los partidos están dispuestos a asumir su papel de representantes del pueblo y avalar iniciativas como ésta que quizá pudieran serles contraproducentes.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que son precisamente los perfiles que no salen de las instituciones políticas, los candidatos ciudadanos, los independientes, aquellos que en todo el país se están haciendo de más adeptos, triunfando en las contiendas electorales.
El proceso de elección está en puerta, y los discursos mediáticos han ido en ese sentido, incluso en Aguascalientes, destacando esa necesidad de reducir los recursos a las instituciones políticas.
Esperemos que no queden sólo en eso, en falacias, y que ya sea por interés o por la presión social que seguramente irá creciendo, a la larga no les quede de otra más que enfrentar el escenario de austeridad que prevalece en todos los ámbitos de la vida de los mexicanos.