- Estos mecanismos resultan atractivos ante una emergencia, por creer que se puede obtener dinero rápido
- De acuerdo a la ENIF 2015, el 56 por ciento de los adultos en México no cuenta con mecanismos de ahorro formales
Las tandas y otras propuestas que vecinos, conocidos o amigos hacen para ahorrar dinero o generar recursos rápidamente, como lo son las llamadas “pirámides”, implican un severo riesgo para quien decide apostarle a ello, ya que podrían hacerlo perder todo, e incluso ser acusado de fraude por quienes reclute, advirtió el subdelegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), Ignacio Villanueva Chávez.
Indicó que para quienes tienen la necesidad de acceder rápidamente a recursos económicos, por un problema de salud, para pagar diversas deudas, o en esta temporada de vacaciones de cara al regreso a clases, son con facilidad atraídos hacia estas supuestas formas de hacer dinero, sin embargo, hay quienes son engañados pues les prometen jugosas ganancias si invierten en el negocio; “esto sobre todo se da en las famosas pirámides”.
Recalcó el exhorto a evitar caer en posibles fraudes con este tipo de ahorro o inversión de dinero, ya que lejos de que este guardadito crezca, podría ser sólo el gancho para involucrar a más personas y que se enriquezca la persona que está en la punta de la pirámide, mientras que los de abajo ni la inversión recuperan.
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2015, el 56 por ciento de la población adulta no cuenta con mecanismos de ahorro formales, recurren a tandas o guardan el dinero en efectivo; el 29 por ciento también recae en ello, pese a tener una cuenta formal de ahorro.
El funcionario federal consideró que no hay diferente a la fecha, e incluso se sospecha que los porcentajes pudieron incrementar, ya que ante un apuro, con la creciente crisis global aunado al impacto de la mercadotecnia que obliga a querer contar con más bienes materiales de los necesarios, es más común que la gente se endeude aún sabiendo de los riesgos que corren; recurren a este tipo de malas prácticas financieras para salir de sus problemas.
Reiteró que las pirámides no son más que un fraude, porque el primer requisito para quienes entran a ese tipo de negocios, es que es que ingresen con cierta cantidad de dinero como inscripción; además deberán integrar a dos o hasta tres personas más, dependiendo del tipo de negocio, bajo la misma modalidad. “Todo termina siendo un gran fraude en el que se prometen elevados rendimientos a los participantes y al final los que inician el negocio son los únicos que sí reciben recursos de los involucrados”.
Villanueva Chávez recomendó utilizar instituciones financieras establecidas, que hayan sido previamente autorizadas y supervisadas por las instancias competentes; además de ofrecerle respaldo en caso de cualquier irregularidad, le genera intereses y tiene accesibilidad a otros servicios financieros como créditos.