Con todo y hasta por debajo de la lengua
¿Y todo para qué?
El arroz ya se coció, mejor dicho, ya levantó el pan en el horno y quedaron los 59 candidatos al Consejo Estatal del PAN, el listado completo lo puede consultar en la página 5 y darse una idea de, al final de la jornada blanquiazul, cómo quedaron los contrincantes que se dieron con todo, pero eso sí, diciendo que no es juego rudo ni patadas, que así se llevan.
Dicen que en la forma de agarrar el taco se reconoce al hambriento, en este primer ejercicio posterior a las elecciones presidenciales, todos los panistas llevaron bastante hambre, porque como bien comentó al reportero de La Jornada Aguascalientes, el delegado de Registro Nacional Agrario, Ernesto Ruiz Velasco de Lira, en el fondo de lo que se trata es de quién va a coordinar al nuevo panismo.
La repartición de patadas por debajo de la mesa ha estado al por mayor, pero cuando se les cuestionó a los panistas, dicen que así se llevan, por ejemplo, para el senador Fernando Herrera es natural la lucha de grupos por la supremacía del partido, mientras que para Jorge López Martín, “es de una gran ignorancia”, hablar de grupos, cuando en todas partes hay liderazgos internos, como si por hablar de lo evidente fuera posible ocultarlo.
Digan lo que digan a la hora de la repartición, todos estuvieron atentísimos, Felipe González González, Fernando Herrera Ávila, Martín Orozco Sandoval y Arturo González Estrada al pie del cañón, repartiendo juego y vigilando manos, muy activos en su cabildeo.
Mientras que otros más bien fueron sólo a tirar rostro, como Alfredo Reyes Velázquez y Benjamín Ortiz Gallegos, quienes sólo se fueron a pasear, quizá ya resignados a que en esta elección no les tocó ni cabeza de ratón ni cola de león, por la polarización de los equipos en pos de sus candidatos, ya se sabe, o con Felipe de Jesús González Ramírez o con Antonio Martín del Campo
A reserva de confrontar los nombres de los 59 delegados municipales al Congreso Estatal del PAN que tendrá lugar el próximo 28 de octubre, durante la asamblea, el lenguaje corporal denotaba lo siguiente: Felipe González González y Martín Orozco no estaban tan contentos, no así Fernando Herrera (su hermano Víctor Manuel quedó como delegado).
La primera reacción al darse a conocer los resultados de una votación tortuosa, en la que se ninguneó a los adultos mayores y el cómputo se hizo en un oscuro rincón, del por sí oscuro Salón del Alba, fue la confusión entre los liderazgos panistas, porque a pesar de que Jorge López Martín anunció que ganó la democracia, hubo indicios de manipuleo final. Al menos eso se hizo sentir, en la tardanza para entregar algunos resultados.
Una primera impresión es que nadie ganó la repartición de patadas. Aunque sí hubo sorpresas, como la alianza anunciada por Fernando Herrera entre el grupo de Luis Armando Reynoso Femat y el de Martín Orozco, lo que se reflejó en los resultados: un buen número de nuevos delegados municipales al Congreso Estatal panista son luisarmandistas, Florentino Reyes Berlié y Manuel Cortina Reynoso, entre ellos. Podría decirse que este liderazgo, o grupo, es que el que adelanta en el control del principal órgano de gobierno blanquiazul, que es el Consejo de Delegados.
Nadie sabe para quién trabaja, o ya lo pasado, pasado, como que Luis Armando le cerrara a Martín toda posibilidad de ser su sucesor.
Otra lectura de esta alianza es que, al final, nada de lo que ocurrió ayer tiene importancia porque se sabe que desde el centro se elegirá a los candidatos y, dicen, que el beneficiado será Felipe de Jesús González Ramírez, y para que lo sepa, si eso sucede, no será por el trabajo de cabildeo realizado por el ex gobernador Felipe González o la poca influencia que le resta a Rubén Camarillo, no, si el candidato del PAN en Aguascalientes queda designado desde la cúpula será como consecuencia del poder que perdió el grupo de Martín Orozco, de quien saben que en las pasadas elecciones nadó de muertito pues tenía seguro su acceso al Senado, así como los pingües resultados que entregaron los responsables de la campaña de Josefina Vázquez Mota.
Y para no dejarle toda esta plana a los panistas, comentamos algo sobre el posible eje de influencia que se está formando entre Jalisco y Aguascalientes, del que como le hemos venido contando, cada vez son más evidentes los lazos políticos y las posibles alianzas. Ayer tomó protesta el priísta Ramiro Hernández como alcalde de Guadalajara. Entre los asistentes a la ceremonia se pudo ver a la alcaldesa Lorena Martínez, con quien existe una excelente relación por lo que se prevé una colaboración institucional entre estas dos ciudades.
Eso es en lo institucional, considerando que uno de los compromisos de Enrique Peña Nieto es la construcción del tramo corto de ferrocarril Aguascalientes-Guadalajara, así como los acercamientos de un grupo de aspirantes aguascalentenses con actores políticos de Jalisco, no dude que estas relaciones y los viajes hacia la “Perla de Occidente” se incrementen en un futuro cercano.
