Yo soy muy fan de las películas de Marc Webb sobre el Hombre Araña y como les conté hace dos semanas, me parece que Andrew Garfield tiene una interpretación perfecta (con apoyo de guión, claro) sobre lo que sería un inadaptado como Peter Parker en estos tiempos. Y contrario a la opinión popular, me desagrada la primera película de la saga con Sam Raimi como director. Acartonada, mal villano, pésimo cast, cinematografía sin ingenio y un revoltijo de referencias sólo por fan service. La segunda, aquella con Alfred Molina, me gusta un tanto más porque se asume como el ridículo espectáculo que es. Es honesta y hasta te hace llorar cuando Peter deja de querer ser Spider-Man. La tercera, si bien es lunática, tiene partes rescatables en cuanto al arco argumental de Harry y Peter.
Me sumo, eso sí, al mame de que Homecoming es buenísima. En primera, el que la gente de Marvel Studios haya estado involucrada en realizarla dentro del molde que establecieron desde Iron Man en 2008 le viene bien a una historia como la de Peter Parker adolescente. Es una trama con muchas aventuras y que no tiene apuro por pasar varios meses dentro de las dos horas de duración. Si bien luce infantil y tiene una cabeza gigantesca, Tom Holland le viene bien al tercer refresh de Spidey en 15 años, ya que su juventud le da un brío diferente a las versiones con Andrew Garfield, quien tenía 29 en la primera de Amazing, mientras que Maguire tenía 27 años en la primera con Raimi. Holland tiene solamente 21 años y realiza un rol de 16, mientras que su tía tiene 51 años. Y en un aspecto inquietante, muchos hombres en Homecoming no dejan de mencionar que tan hot es Marissa Tomei. A todo esto voy, que la juventud de este mono le viene bien a que tanto Mark Ruffalo como Robert Downey están más por los 50, mientras que Chris Evans y su molde de hermano mayor le viene bien para Holland (se llevan alrededor de 14 años). El más peque de los Vengadores, siempre, Spidey.
El mame interracial llama la atención y más en México, donde por desgracia cada que vemos un japonés de la Nissan (¿ven?) no podemos evitar mencionarlo. Y pues, según las reseñas más positivas, sería real verlo reflejado en un filme acerca de Nueva York, con todo el bagaje étnico que siempre ha tenido Estado Unidos. De hecho un giro espectacular de la trama se basa en distraer nuestros prejuicios acerca de las uniones entre personas de diferente raza. Es un metacomentario bastante acertado por parte de los guionistas.
Michael Keaton como el villano, es otro hombre blanco con avaricia que sirve como espejo a Tony Stark, quién se posiciona también como una especie de traba para las metas de Peter Parker. ¿Hay exceso de Iron Man? Para nada, fue más la horripilante publicidad que abusó del hecho de que Robert Downey Jr. es parte del elenco. Tiene más tiempo en pantalla su guardaespaldas, Happy Rhodes.
La secuencia de créditos, una de las partes más celebradas de las producciones de Marvel, es irregular. Si bien tiene un concepto estético super chingón, de ilustraciones animadas con plumón como los rayones de un cuaderno, tiene una elección de canción bastante imbécil y que le quita el peso a lo que acabamos de ver. Como un todo, diría que es de las peores secuencias de créditos en toda la filmografía de Marvel Studios. Y sí, el chiste usar canciones pop retro sólo funcionó en Guardianes de la Galaxia.
Y al margen de todo, la verdad las secuencias de acción en Amazing Spider-Man son mucho más creativas y con fotografía más arriesgada, que el playbook de Marvel para retratar las habilidades del Hombre Araña en Homecoming. Pero no podía ser perfecto todo. Y no son competencias.
[email protected] | @masterq