Estimado lector, en esta ocasión, dejaremos a un lado la temática abordada en los últimos editoriales sobre emprendimiento, innovación y administración de negocios, para regresar a los últimos acontecimientos que el mundo financiero nos ha mostrado en últimas semanas.
La recesión, como hemos comentado, no ha parado. Si bien es cierto, el nivel que tiene es menor al anterior, las economías mundiales no han surgido como se ha esperado, y eso que ya han pasado cuatro años desde el momento más álgido de la crisis cuando se dio la quiebra del banco de inversiones Lehman Brothers y el rescate forzado de la aseguradora más grande de Estados Unidos, AIG Securities. Desde ese momento, los esfuerzos de la Reserva Federal americana han sido muy variados. Han fusionado bancos, alentado ventas hostiles de los mismos, así como aplicado los instrumentos más variados para tratar de reactivar el motor económico, y los resultados, han sido más malos que buenos.
Tan es así, que el pasado 13 de septiembre, se dio a conocer que se aplicaba el plan QE3, (Quantitative Easing 3), la tercera etapa del plan cuya principal acción es inyectar liquidez a los mercados para evitar que se paralicen los mismos y alentar el consumo, el cual es el motor de la economía americana y de la mundial. Si Estados Unidos consume, el resto del mundo gira a su ritmo. Esta nueva etapa, lo que va a permitir es imprimir la cantidad de 40 billones de dólares mensuales por un tiempo ilimitado, hasta que la FED lo disponga, y por otro lado, asegurar que las tasas de interés permanecerán en los niveles que tienen ahora (cercanos a cero), hasta el año 2015, es decir, dentro de ¡tres años!
La realidad es que éste es el último y desesperado esfuerzo por parte de la Reserva para alentar su maltrecha economía. Es poco probable que funcione. Y si no funciona, el famoso “american way of life” morirá, y por tanto ocurrirá lo que hemos comentado en esta columna desde hace un año (que se ha pospuesto gracias a esos planes “mejoralito”, ya que no alivian, pero desaparecen los síntomas) se tendrá que pensar en una refundación o reformulación del sistema capitalista en su conjunto.
China pensó que sola iba a poder salir adelante. La realidad es que está en franca desaceleración, a un crecimiento del orden de 8 por ciento (que ya quisiéramos en México), que es muy pobre para ellos. Y si a eso le aumentamos las fricciones actuales que tienen con Japón, debido a unas islas que se encuentran exactamente a media distancia de ambos países y por las cuales ambos reclaman derechos, pues no se abona para la tranquilidad del mundo.
Europa está en problemas constantes. Ya se rescataron los bancos, pero el problema sigue y cada vez más grande. La empresa telefónica Movistar está en problemas graves de liquidez, tan graves que ha tirado la toalla en el mercado mexicano, tratando de mantener el número de suscriptores en lugar de aumentarlo. Se habla de que a más tardar 15 días el gobierno español pedirá un rescate a la Unión Europea, para poder hacer frente a sus obligaciones. Los paros y las manifestaciones cada vez son más grandes y puede derivar, si no se ataca el problema de fondo (y no es restringiendo el efectivo) a una revuelta civil. La monarquía es vista ya como un lastre, en lugar de un elemento de ornato y alcurnia.
Inglaterra también está pasando problemas, pero todavía está en la “cruda” post-Olimpiadas. Si bien es cierto recibió una cantidad importante de divisas, el gran problema es pagar las deudas que se contrajeron para la creación de la infraestructura que ahora sí, está sin utilizar.
Por otro lado, hay que tener un gran cuidado con los pasos que Israel siga en días próximos. La película en la que se denigra al profeta Mahoma ha causado grandes disturbios en todo el mundo, y ya lo dijo hace un mes el ministro de defensa israelí, están preparados para acabar con Irán, en el momento que tengan uranio enriquecido y se crea que pueda tener una bomba atómica, invadirán el país y ya tiene hasta presupuestado las bajas, sólo 500 soldados israelís, una devastación total en medio oriente y un mundo al filo de la tercera guerra mundial.
¿Y México? México hasta ahorita en cuanto a sus indicadores macroeconómicos ha hecho las cosas bien, pero tenemos el gran problema de la inflación, una inflación que es debida principalmente al grave problema del déficit alimentario que tenemos. Ya se está estudiando algunos mecanismos para evitar la inflación y dichos mecanismos tenderán a retirar dinero circulante, la realidad es que eso sólo abona a que los pobres sean más pobres. Si queremos realmente abatir la inflación, hay que apostarle de verdad al campo, hacerlo productivo. Calderón se olvidó del campo, espero que Peña Nieto regrese a él, pero no con el viejo PRI (que parece que regresó para instaurarse, sino vean las modificaciones a la ley laboral, que se puso a modo para los sindicatos) sino con uno nuevo que busque la mejor atención a los ciudadanos.
No queda más que esperar y si eres creyente, rezar. Si no funciona el QE3, no hay herramientas para salir adelante.
Comentarios a [email protected]