- Si los académicos no están dispuestos a asumir ese papel, no cumplirán con la misión institucional que les corresponde
- El ordenamiento jurídico no es patrimonio del Estado y sus agentes
La magistrada presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine Otálora Malassis, aseguró que este organismo jurisdiccional se asume como una instancia que está comprometida a estructurar todos sus procesos para lograr una justicia abierta, por lo que busca una mayor cercanía no sólo con la academia, sino con la sociedad en general: “Este es un paradigma que busca que la ciudadanía tenga un rol activo determinante, lo que a su vez supone, por un lado, un alto grado de transparencia en el actuar de la institución y, por el otro, la instrumentación de mecanismos de coordinación con organizaciones públicas y privadas que permitan la consecución de la finalidad apuntada”.
Otálora Malassis aseveró que el ordenamiento jurídico no es patrimonio del Estado y sus agentes, ni de aquellas instancias que, dado el carácter representativo que sirve para dotar a las autoridades de la legitimación de origen, se identifican como depositarias de la representación popular.
“De ahí la importancia de los tribunales constitucionales y de cómo sus integrantes entiendan que están llamados a cumplir con la función que les ha sido asignada”, expresó y subrayó que la interpretación de la Constitución y la de los derechos humanos que en ella se reconocen, es un asunto que incumbe a todos los sectores, tanto públicos como privados.
“En la medida en que una Constitución es un instrumento para asegurar la libertad y la igualdad de mujeres y hombres, puede decirse que pasar revista a los avances en materia de libertades públicas y derechos humanos es tanto como evaluar la eficacia de la Constitución como instrumento normativo”, recalcó.
La misión que tiene la academia es contribuir al fortalecimiento a las instituciones del Estado
El director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM), Pedro Salazar Ugarte, señaló que los académicos tienen como prioridad reflexionar críticamente sobre los procesos de cambio social, esto es, ser conciencia crítica de la sociedad, por lo que, si no están dispuestos a asumir ese papel, no cumplirán con la misión institucional que les corresponde.
Recalcó que la misión que tienen en la academia es fortalecer a las instituciones para que haya un verdadero estado de derechos, así como consolidar las instituciones de la democracia mexicana en un momento en el que México está viviendo coyunturas muy difíciles.
“Nuestra misión es la de intentar -con objetividad, con rigor técnico, con seriedad- mirar los procesos de cambio y observar aquello que está fallando en los procesos de cambio. Y eso nos convierte, ineludiblemente, en actores que tienen una dialéctica tensa con las instituciones del Estado, porque al mismo tiempo que intentamos contribuir y colaborar con ellas en la transformación social, tenemos que adoptar una distancia y un punto de vista crítico sobre su acción”, puntualizó.
Con información del TEPJF