“Mucho ruido y pocas nueces” es la síntesis de la comedia política protagonizada por el Municipio de Aguascalientes y su actriz principal Lorena Martínez Rodríguez, quien sigue despilfarrando el dinero público a manos llenas con el propósito de promocionar con espeluznante desvergüenza los “honores” recibidos por su gestión como alcaldesa, sin sacrificar eso sí, un solo pelo de la exuberante cabellera de sus “honorarios”.
Notas periodísticas, inserciones pagadas y spots en radio y televisión siguen dando cuenta que Lorena Martínez recibió el “Premio Nacional a la Innovación en Transparencia para la Mejora de la Gestión Institucional” otorgado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el Banco Mundial (BM), el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) y la Secretaría de la Función Pública (SFP), gracias a las acciones emprendidas en esta materia por el Observatorio Ciudadano de Transparencia y Gestión Municipal.
Lo que no ha transparentado Lorena Martínez Rodríguez ni hará público es que ese “premio” en su primera edición (2011) fue declarado desierto en la categoría municipal y en su segunda edición (2012) los organismos que suscribieron la convocatoria no tuvieron más opción que entregar 14 premios en cuatro categorías en razón de que la Secretaría de la Función Pública, principal institución convocante está a punto de desaparecer según la promesa firmada por el impostor Enrique Peña Nieto y crear en su lugar una Comisión Nacional Anticorrupción con carácter autónomo con facultades para sancionar a funcionarios corruptos e inclusive llevarlos a la cárcel.
¿Qué presume la alcaldesa de Aguascalientes? De los 2 mil 454 municipios de México que fueron convocados a participar en el “Premio Nacional a la Innovación en Transparencia para la Mejora de la Gestión Institucional” sólo dos municipios y una delegación política del Distrito Federal registraron proyectos. Sí, sólo dos municipios y la delegación Miguel Hidalgo registraron proyectos y por apremiantes necesidades de “fin de sexenio” se repartieron los tres primeros lugares. Y como en México todo puede pasar, el galardón obtenido por la alcaldesa de Aguascalientes quedó para Ripley: fueron más las instituciones que convocaron al premio (cinco) que los participantes (tres).
Así, más desierto que la “Línea Verde” no pudo haber estado el “reconocimiento” a la transparencia en la gestión pública de Lorena Martínez Rodríguez entregado por instituciones fallidas como la Secretaría de la Función Pública, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos y la Auditoría Superior de la Federación, dependencias con probada experiencia en el tema de la simulación y en el “tapaos los unos a los otros”.
Sin embargo dejemos a los interesados que juzguen por sí mismos el nivel y la podredumbre académica de los proyectos participantes que pueden ser consultados en el siguiente sitio http://premiotransparencia.org.mx/
Incentivar y fortalecer las prácticas de un gobierno abierto y plural que se traduzca en transparencia y acceso a la información publica gubernamental y en mejoras sustantivas de las instituciones del Estado mexicano puestas al servicio y beneficio de la sociedad es un asunto que nunca logrará entender del todo Lorena Martínez Rodríguez. El impacto y la transparencia en la gestión pública es mucho más que una función de comunicación y simulación.