A partir del día de hoy, cambiaré mi nombre a Fulana de Tal 2 y es que, después de hablar con mi suegra y tener varios concursos de poesía y cuento sin ganar desde hace algunos años, debo de olvidarme de lo intelectual, de la carrera de Letras y escribir de lo banal y del chisme tal como le sucedió a su amiga, la famosa escritora mexicana de los años 70, Fulana de Tal.
Fulana de Tal es una escritora de un solo libro que fue un éxito total y en poco tiempo logró, de boca en boca, sobrepasar a los best sellers, ha sido tal su impacto mediático que en la FIL de Monterrey de 2012 usaron su osadía como ejemplo.
Fulana de Tal era una secretaria guapetona y de buen cuerpo de algunos millonarios de la Ciudad de México; el último, que le supo una amiga por cierto, fue el legendario actor y director de cine mexicano Cantinflas, por lo que, a manera de chismógrafo de todas, todas las situaciones que vivió con sus jefes, decidió escribir un libro como un anecdotario o un diario.
Así en un abrir y cerrar de ojos Fulana de Tal pasó de cien libros publicados con sus propios o un mecenas a 150 mil ejemplares.
El famoso libro de Fulana de Tal se titula Anecdotario de una vida inútil pero divertida y trata sobre el cómo ella veía y disfrutaba la vida en casa y el trabajo.
Lo más significativo de esta gran escritora mexicana es que no asistió a una universidad para letrarse y escribía por puro instinto con una ingenuidad y gracia natural con la que pocos han podido conquistar el mundo.
En alguna ocasión, allá por el 2000 o 2001 el director de la Biblioteca José Vasconcelos, la misma que está junto al Chopo en la Ciudad de México, nos comentó, en petit comité, a los jóvenes asistentes al Coloquio Cervantino Internacional, en esos años, que si queríamos ser escritores no estudiáramos Letras sino Comunicación como él lo había hecho en la Universidad de los Ángeles, en Puebla, todos nos quedamos boquiabiertos, nunca lo hubiéramos imaginado ¿dejar el estudio de las Letras por la Comunicación? En verdad, tenía razón, tantos libros, tratados, conferencias, maestrías, tesis y análisis en la cabeza lo dejan a uno como al Quijote: secóseme el cerebro y, de alguna manera, perdí el juicio.
Siempre encaminamos a los jóvenes a estudiar más tanto conocimiento, en algún momento o nos vuelve esquizoides o nos aleja de la escritura. Eso es lo valioso de la célebre escritora Fulana de Tal, ella no se quebraba la cabeza en la sintaxis y la ortografía y eso la ha mantenido vigente hasta el momento. La naturalidad de su escritura la llevó al noticiario más visto en los 70, el de Jacobo Zabludovsky donde apareció con una bolsa de cartón en la cabeza para ocultar su identidad.
En la época en la que imprimió sus primeros cien ejemplares trabajaba, según ella para un jefe de apellido Negro, pues de alguna manera intentaba mantener en el anonimato la identidad de quienes aparecían en el libro sin embargo, su imaginación para nombrar a sus personajes era casi la realidad.
Poder llegar al noticiario de Zabludovsky, en aquellos años, era casi imposible por lo que la joven escritora del 76 fue toda una celebridad.
Su estilo jovial y su sinceridad lograron que su libro tuviera, al menos por el momento constatadas, decimoctava edición, ¿imagina usted lo que es eso? Pudo ser reditado más ocasiones que el libro de Principios de Medicina Interna de Harrison y mucho más de lo que en la actualidad puede repetirse la publicación de un libro.
Es uno de los libros más publicados en México en un corto tiempo antes del boom de la mercadotecnia y sobre todo del internet, su contenido lo llevó a ser demandado de boca en boca hasta que llegó a lo que hoy es, una obra muy vendida en su época y un enigma sobre su verdadera autoría.
Ahora con un mundo lleno de managers y editoriales la pregunta sería ¿podría el Anecdotario de una vida inútil pero divertida ser lo que es o más? Porque seamos sinceros, el chisme es lo que más vende ya lo vemos con los programas misceláneos o de revista y las telenovelas, lo que vende es ver y criticar lo que los demás hacen de sus vidas y de manera voyeristas, como espectadores, podemos ser partícipes de ellos detrás de las pantallas. Lo que perdería este libro al pasar por una casa editorial es la naturalidad y espontaneidad pues al ser revisado por los correctores su esencia podría no ser la misma.
Fulana de Tal nos invita a escribir y publicar sin temores ni prejuicios, finalmente en la actualidad leemos, observamos y se comparte tanta basura en las redes que un diario bien dirigido, espontáneo e ingenuo puede seguir los pasos de nuestra escritora incógnita.
Tal vez mi suegra tenga razón y lo que necesitamos es ver la vida desde una postura menos intelectual para poder ser comprendidos por todos y poder vender libros, adecuarnos a los isleños aguascalentenses para así, con un bajo perfil conquistar el estado, México y posteriormente Latinoamérica, lo que sí es seguro es que mientras menos se piensen las cosas más fácil fluyen y se convierten en libros.
Así pues, inspirada en Fulana de Tal, en el próximo concurso en el que participe me haré llamar Fulana de Tal 2 en su honor y también escribiré de manera natural y poco intelectualizada cualquier cosa que se le antoje a la cabeza, quién quite y pega y su esencia me acerque a la meta, ganar el primer premio y tener la primer publicación de un libro entero de una servidora.
La reseña de Fulana de Tal no queda aquí, hace falta una investigación más profunda, leer su segundo libro publicado 15 años después del primero, en el 91 y quizá, quizá hasta podríamos verla en la pantalla grande.
Mi querido y asiduo lector, le invito a llevar un diario, escribir, escribir, iniciar hasta un bullet journal para inspirarse y compartirlo, para en el futuro ser más que un best seller y nunca se sabe si por causalidad vender más de 150 mil copias. ¿Se anima?
Laus Deo
@paulanajber
Yo leí ese libro y lo amé en mi adolescencia, ahora quisiera saber qué fue de la autora, se animó a casarse, tuvo hijos, etc. Los que la leímos la sentimos parte de nuestra familia con sus sencillas líneas llenas de humor.
Este hermoso libro cayó en mis manos por casualidad durante mi adolescencia y lo amé. Afortunadamente lo encontré en venta en internet y para mi es una joya. También me intriga el destino de la autora.
Yo la conocí, era amiga de la familia y estuve en su casa de Quintana Roo en la Roma (mis tías abuelas eran las “misses Dorado” del libro, realmente eran las hermanas Rubio), Por más que intento no logro recordar su nombre y todos mis familiares que la conocieron ya murieron. Llevo años con sus dos libros que me regaló y hasta hoy empecé a leer el Anecdotario. Hasta donde sé nunca se casó, ni tuvo hijos y hasta muy grande abordaba turistas en el Zócalo para explicarles cosas y que le dieran algo de dinero, Me entristecía un poco.