El día de ayer, miércoles 19 de septiembre de 2012, tuve la oportunidad de escuchar en vivo a Jorge Zavala(1). En este mes que se considera dedicado a la Patria Mexicana, tener la oportunidad de dialogar con un mexicano exitoso en el mercado de las empresas tecnológicas es todo un privilegio y un auténtico deleite.
Es una gran señal que Jorge Zavala esté en nuestra entidad convocado por los empresarios, para dar continuidad al trabajo de varios meses. Jorge dirige una aceleradora de negocios de alta tecnología en Sillicon Valley(2) y tiene más de 30 años de experiencia en gestión empresarial. Por el tipo de negocios que promueve y el éxito probado en su trayectoria es una gran promesa para el futuro de nuestros jóvenes que haya colaboración con él en ese tema.
Generoso como es, Jorge dedicó unos minutos para platicar con estudiantes de la Universidad Politécnica de Aguascalientes. Constituye una experiencia muy especial el atestiguar, por las expresiones en su rostro, que nuestros futuros profesionistas puedan entusiasmarse por la innovación tecnológica, y por otra parte, escuchar a alguien entrenado en retar al intelecto, es algo que deberíamos de buscar permanentemente y adoptar esa capacidad. Es cierto, varios optaron por ir a escuchar a un personaje de la televisión, en el marco de un foro que se desarrolla estos días en nuestro Estado; esto es parte de las distorsiones que inducen las compañías televisoras y nuestra limitada capacidad de convencer a los muchachos de que hay mejores cosas con qué alimentar su pensamiento. Doble tarea por realizar.
Jorge Zavala mencionó que más que talentos, requerimos de tarrápidos: personas que conciban ideas relevantes y las puedan transformar en corto plazo en proyectos factibles o mejor aún, en productos, servicios, negocios que lleguen a los consumidores prácticamente de inmediato. Jorge maneja un plazo de 54 horas para partir de una idea y culminar con un plan de lanzamiento al mercado del primer prototipo, como parte de lo que demanda el mercado global, dado el ritmo al que se mueven la tecnología y los mercados.
El martes de esta misma semana, tuve oportunidad de platicar con el talento ingenieril de la empresa Sensata Technologies, en el marco de su Semana Técnica 2012, y abordamos entre otros tópicos la metodología de modelado de sistemas que propone Michael Pidd(3), llegó el momento en que nos detuvimos unos minutos para reflexionar sobre la conveniencia de que los ingenieros consuman (e idealmente produzcan) poesía. Dice el profesor Pidd que hay que usar metáforas, analogías y símiles en el proceso de modelar un sistema. En la búsqueda de respuestas innovadoras a los retos que nos impone nuestro mundo globalizado, un intelecto entrenado en transformar conceptualmente su entorno tendrá mejores condiciones de encontrar posibilidades disruptivas pero factibles, en comparación con aquellas mentes acostumbradas a asumir las visiones vigentes en su entorno y acotarse a ellas. Lo menciona Elytis, cuentan más unos ojos nuevos ante nuestras cosas comunes, que ojos cansados ante tierras vírgenes.
Jorge Zavala, a pregunta expresa, recomendó volver al método Aristotélico, a preguntar, a entrenarse para formular buenas preguntas, lo que me evocó a la Mayéutica Socrática y su vocación de partera del conocimiento. El diálogo como base de un debate que lleve a ahondar en los conocimientos, en las creencias, en los principios, en las vías para hacer las cosas y reconocer qué sabemos, qué no, y a quién necesitamos buscar para sí saber.
Los que han tenido la oportunidad de asistir a concursos de proyectos de emprendedores de negocios, habrán notado que prevalecen propuestas para producir y comercializar alimentos, en su condición de materia prima, o con algún proceso, usualmente regional o tradicional, en el más complejo de los casos. La otra gran vertiente que alimenta estos concursos es la de artesanías locales o de la región de origen de alguno de los integrantes del equipo que propone el proyecto. Si bien estas propuestas pueden tener mediano potencial de éxito en mercados locales, lo cierto es que ante el limitado valor agregado de lo que se ofrece esas empresas tienen escasas posibilidades de trascender. Y no importa si en esos concursos se convoca a universitarios con formación ingenieril, tal parece que al momento de pensar en una vía para generar riqueza, la creatividad y el ingenio se esfuman y todo se reduce a la lógica del changarro.
La oportunidad de interactuar con un promotor de negocios tecnológicos, un mexicano comprometido con el impulso a la transformación de nuestro país, es una circunstancia invaluable y el solo hecho de que mueva las conciencias, de que inquiete el intelecto, ponga a cuestionarse a los alumnos de un programa de educación superior sobre el futuro profesional que pretenden perseguir, que planteé la perspectiva de que en lugar de pensar en obtener un puesto dentro de Nissan, se esté trabajando para convertirse en un proveedor clave para esa empresa, vale mucho el esfuerzo de reunir a ambas partes y posibilitar el encuentro. Espero que de esta plática más de uno esté reflexionando seriamente sobre los posibles proyectos que puede concebir y lo que debe demandar de su institución educativa para que potencie sus oportunidades.
Espero que las instituciones de educación superior logremos establecer colaboraciones estratégicas exitosas con estas organizaciones que promueven iniciativas tecnológicas, que nos constituyamos en incubadoras de iniciativas exitosas y que contribuyamos con gran eficacia al desarrollo de nuestra sociedad. n
(1) http://www.redesmexico.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=3745:jorge-zavala&catid=51:orgullo&Itemid=30
(2) http://www.techba.org/
(3) Pidd, M. (2009) Tools for thinking. Modelling in management science. Wiley, Chichester
