Cuando un mexicano piensa en ahorrar, normalmente lo hace para adquirir un coche, una casa, hacer un viaje, o de manera general un plan a corto plazo; muy pocos lo hacemos pensando en nuestro futuro.
Si bien es cierto y lo hemos comentado en otra oportunidad, los sueldos de los mexicanos no nos permiten tener esa posibilidad de guardar algún recurso para una emergencia, también hace falta una cultura en la materia.
Hay cifras sobre el tema. La aseguradora AXA México, por ejemplo, dio a conocer un informe en el que detalla que en nuestro país el ahorro, sobre todo a mediano y largo plazos con un horizonte de 5 a 10 años, es prácticamente nulo entre la población.
Destaca también que el 84% de las personas, aún con recursos económicos suficientes, no ahorra a largo plazo, ni prevé su retiro de manera adecuada.
Además, y de acuerdo con encuestas gubernamentales, sólo tres de cada 20 mexicanos mostraron hábitos de ahorro, mientras que estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indican que “para lograr un retiro adecuado es necesario ahorrar a partir de los 20 años y alrededor de 40 años consecutivos.”
Del porcentaje de personas que tienen este hábito, 64% tiene su dinero en bancos, 13% lo mantiene en cajas de ahorro, mientras 7.0 y 5.0% restantes lo guarda en su casa o lo ahorra a través de cuentas individuales lo que dicho sea de paso, no permite el crecimiento de su inversión.
Sin duda la falta de ahorro disminuye la calidad de vida en etapas avanzadas, la cultura de la prevención es un problema generalizado entre los mexicanos, pero tampoco está fuera de sus preocupaciones.
Al preguntarles a los jóvenes su disposición a destinar alguna partida de sus ingresos para el ahorro, la mayoría manifestó su preocupación por las cuestiones que tienen que ver con la atención a la salud.
El tema no puede dejarse de lado, menos cuando en 30 años, la edad promedio de la población será de 40 años y para 2040 una cuarta parte del país será de adultos mayores.
Hoy, 8 de cada 10 mexicanos mayores de 65 años carecen de una pensión y se encuentran desprotegidos, esto afecta a todos pero de manera particular a las mujeres.
Es urgente pues establecer las consecuencias que la falta de cultura del ahorro traerá para la población; al mismo tiempo deben las autoridades intervenir en el diseño de estrategias que permitan a los ciudadanos obtener mejores rendimientos. Este es un problema que sin duda crecerá de ahí la necesidad de empezar a actuar en consecuencia.